/ sábado 8 de junio de 2019

El gran mitin

Justo este fin de semana, si la convocatoria del presidente de México se ha cumplido, una enorme cantidad de personas participan en Tijuana en un mitin que pomposamente ha sido denominado “Acto de unidad en defensa de la dignidad de nuestro país y a favor de la sagrada amistad con el pueblo de Estados Unidos”.
Debo imaginar que el mandatario estadounidense, Donaldo Triunfo, ya ha sido convocado o al menos informado, porque de lo contrario, creo que la tumultuaria reunión será tema de inmensa cantidad de memes, burlas y pitorreadas en "inglish" y "espanish", no sólo de parte de los norteamericanos que viven cerca del lugar, sino de millones de mexicanos que vemos con enorme tristeza cómo las relaciones exteriores de nuestro país se han convertido en una auténtica guasa y la política internacional en un deplorable ejercicio de eventos ridículos.
Creo que en realidad, por lo que al presidente se le cuecen las habas, es por ir a festejar el triunfo de su partido Morena en el pasado proceso electoral y no encontró un pretexto mejor, por cierto innecesario, que ir a levantar la voz al presidente norteamericano, como si con eso fuera a asustarle y lo obligara a reconsiderar su intención de aplicarle aranceles punitivos a nuestro país, por causa del fracaso mexicano en el control de la migración.
Considero humillante y lesivo para la dignidad del pueblo de México que el mandatario nacional recurra a manifestaciones políticas electoreras en la frontera para enviar mensajes diplomáticos al gobierno de nuestro vecino país; quizá piense que así obtendrá mejores resultados que los que obtuvo su delegación diplomática que, a media misión tuvo que advertirle al presidente que le buscara por medio de otras maneras, lo que le sembró la excelentísima idea a AMLO de hacer una manifestación, con megáfono y pancartas en mano, al soberbio mandatario gringo Mr. Triunfo.
Es como si usted tuviera un conflicto con su vecino e intentara resolverlo gritándole barbaridades desde la cerca que divide sus propiedades. Lo más extraordinario es que, a la convocatoria del Ejecutivo federal, se involucra a gobernadores, alcaldes, dirigentes de partidos políticos, medios de comunicación y un sinfín de líderes mexicanos que quizá, por sólo por complacer al mandatario sabio, serán parte de la ridícula escena. Entre ellos algunos diputados de Morena de Chihuahua que ya anunciaron su disponibilidad para viajar a Tijuana.
Preocupante resulta que los canales diplomáticos de Andrés Manuel López Obrador con el presidente de EU se hayan cerrado y sólo le quede, como última opción, la arenga y el mitin placero. Es cierto que el gobierno del vecino país ya dejó de tomar en serio a las autoridades mexicanas y le bastó sólo la amenaza de medidas arancelarias punitivas para encender la pasión electorera del mandatario de nuestro país pretende y su absurda idea de proclamar lo que nuestro Himno Nacional convoca: “Mexicanos al grito de guerra, el acero aprestad y el bridón”; porque "en cada hijo que vino a Tijuana, un soldado te dio”. ¡Haga usted favor!
Debo confesar que he sido incapaz de encontrar entre los pasajes de nuestra historia, algún caso similar en el que un presidente mexicano se haya trasladado a la frontera de México con Estados Unidos para realizar un mitin de este tipo, con arengas políticas dirigidas al gobierno extranjero. Villa invadió Estados Unidos y Juárez estuvo en lo que fuera el Paso del Norte, pero ninguno de los dos llevaba un megáfono en la mano: Villa llevaba fusiles y Juárez la ley.
Termino con replicar un aviso que circula abundantemente por las redes sociales y que dice: “Mexicano, si realmente quieres defender la dignidad de nuestro país, no vayas a gritarle a los gringos a la frontera, ni te arrodilles frente a las amenazas que asustan al presidente; actuemos como nación digna, libre y soberana”.

alfredopineraguevara@gmail.com

Justo este fin de semana, si la convocatoria del presidente de México se ha cumplido, una enorme cantidad de personas participan en Tijuana en un mitin que pomposamente ha sido denominado “Acto de unidad en defensa de la dignidad de nuestro país y a favor de la sagrada amistad con el pueblo de Estados Unidos”.
Debo imaginar que el mandatario estadounidense, Donaldo Triunfo, ya ha sido convocado o al menos informado, porque de lo contrario, creo que la tumultuaria reunión será tema de inmensa cantidad de memes, burlas y pitorreadas en "inglish" y "espanish", no sólo de parte de los norteamericanos que viven cerca del lugar, sino de millones de mexicanos que vemos con enorme tristeza cómo las relaciones exteriores de nuestro país se han convertido en una auténtica guasa y la política internacional en un deplorable ejercicio de eventos ridículos.
Creo que en realidad, por lo que al presidente se le cuecen las habas, es por ir a festejar el triunfo de su partido Morena en el pasado proceso electoral y no encontró un pretexto mejor, por cierto innecesario, que ir a levantar la voz al presidente norteamericano, como si con eso fuera a asustarle y lo obligara a reconsiderar su intención de aplicarle aranceles punitivos a nuestro país, por causa del fracaso mexicano en el control de la migración.
Considero humillante y lesivo para la dignidad del pueblo de México que el mandatario nacional recurra a manifestaciones políticas electoreras en la frontera para enviar mensajes diplomáticos al gobierno de nuestro vecino país; quizá piense que así obtendrá mejores resultados que los que obtuvo su delegación diplomática que, a media misión tuvo que advertirle al presidente que le buscara por medio de otras maneras, lo que le sembró la excelentísima idea a AMLO de hacer una manifestación, con megáfono y pancartas en mano, al soberbio mandatario gringo Mr. Triunfo.
Es como si usted tuviera un conflicto con su vecino e intentara resolverlo gritándole barbaridades desde la cerca que divide sus propiedades. Lo más extraordinario es que, a la convocatoria del Ejecutivo federal, se involucra a gobernadores, alcaldes, dirigentes de partidos políticos, medios de comunicación y un sinfín de líderes mexicanos que quizá, por sólo por complacer al mandatario sabio, serán parte de la ridícula escena. Entre ellos algunos diputados de Morena de Chihuahua que ya anunciaron su disponibilidad para viajar a Tijuana.
Preocupante resulta que los canales diplomáticos de Andrés Manuel López Obrador con el presidente de EU se hayan cerrado y sólo le quede, como última opción, la arenga y el mitin placero. Es cierto que el gobierno del vecino país ya dejó de tomar en serio a las autoridades mexicanas y le bastó sólo la amenaza de medidas arancelarias punitivas para encender la pasión electorera del mandatario de nuestro país pretende y su absurda idea de proclamar lo que nuestro Himno Nacional convoca: “Mexicanos al grito de guerra, el acero aprestad y el bridón”; porque "en cada hijo que vino a Tijuana, un soldado te dio”. ¡Haga usted favor!
Debo confesar que he sido incapaz de encontrar entre los pasajes de nuestra historia, algún caso similar en el que un presidente mexicano se haya trasladado a la frontera de México con Estados Unidos para realizar un mitin de este tipo, con arengas políticas dirigidas al gobierno extranjero. Villa invadió Estados Unidos y Juárez estuvo en lo que fuera el Paso del Norte, pero ninguno de los dos llevaba un megáfono en la mano: Villa llevaba fusiles y Juárez la ley.
Termino con replicar un aviso que circula abundantemente por las redes sociales y que dice: “Mexicano, si realmente quieres defender la dignidad de nuestro país, no vayas a gritarle a los gringos a la frontera, ni te arrodilles frente a las amenazas que asustan al presidente; actuemos como nación digna, libre y soberana”.

alfredopineraguevara@gmail.com