Por: Edgar Piñón
En el primer trimestre de este año, la población económicamente activa de Chihuahua fue de 1.67 millones de personas. Eso ha permitido al estado generar un Producto Interno Bruto de 48 mil 200 millones de dólares.
Es decir, si Chihuahua fuera un país, su economía sería la numero 86 y tendría una economía mayor a países como Bolivia, Paraguay, El Salvador, Honduras y Nicaragua, por mencionar algunos ejemplos de América latina.
El dato en si pudiera parecer prometedor, pero tenemos un gran reto en puerta; Chihuahua es uno de los 10 estados que forman el bloque del 70 % del PIB Nacional, es decir junto con Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Jalisco, Guanajuato, Veracruz, Puebla, Sonora y Baja California.
De igual manera en la clasificación de aportación por actividades en el sector Terciario, Chihuahua aparece dentro de las 10 economías más relevantes del país, esto mismo sucede en el sector Industrial y en el sector primario.
Aunado a ello es de resaltar el tema de la formalidad laboral en la cual nuestro estado continuó a la cabeza a nivel nacional, esto significa que en ninguna parte del país los empresarios hacen un esfuerzo por dar de alta a sus empleados en el IMSS, como se hace en el vasto territorio chihuahuense.
Aunque los números se perciben como alentadores, la pandemia, la crisis económica mundial y la disminución de la Inversión Extranjera Directa, es y ha sido un duro golpe a la economía estatal, lo cual ha generado cambios en los indicadores que posicionaban la economía y el nivel de vida de las personas.
Si nos remontamos a la historia económica de nuestro estado; su integración al comercio internacional y los indicadores de crecimiento podemos analizar que la situación de desarrollo para lo chihuahuenses requiere de un nuevo impulso para los próximos 20 años.
Por tanto, existe un gran reto frente a nosotros en materia presupuestal para poder solventar la Educación, la Salud y la Seguridad de los Chihuahuenses, impulsar las actividades económicas y con ello seguir siendo un estado motor para la economía Mexicana.
En ese sentido la cooperación sin fobias entre los gobiernos estatal y federal serán fundamentales en los próximos años si lo que se pretende es continuar como un estado talante y generador de mejores condiciones de vida para sus habitantes.
Pues si bien es cierto, nuestro estado se ha caracterizado por su inversión en la innovación, una distinción que pone como puntero a Chihuahua en el entorno mexicano; esa coyuntura no se da por decreto, se requiere dinamismo para construir día con día la agenda basada en el desarrollo tecnológico, el impulso a la industria, a los servicios, al turismo, a la economía de las regiones y al emprendedurismo de las nuevas generaciones.
Principalmente cuando existen adversidades y rezagos que siguen alterando la regla para un desarrollo integral y equilibrado en nuestra sociedad, siendo esto, el Gran Reto de Chihuahua.
