/ viernes 2 de agosto de 2019

“El Güero” llegó a Durango

Fue buena presentación,

de Doroteo, allá en Durango;

y aunque no llegó a fandango,

hubo participación.


Con mi libro… “El Güero Doroteo Arango” fui a parar a la ciudad de Durango; y el día 24 próximo pasado, a invitación del director del Museo Francisco Villa, Lic. Gilberto Jiménez Carrillo, lo presentamos en el patio central del mismo; imagínense ustedes qué calidad arquitectónica guarda el museo, que antes de serlo, era nada menos que el Palacio de Gobierno del Estado de Durango. Es un patio majestuoso similar al patio central del Palacio de Alvarado en la Cd. de Parral. Fuimos mi esposa –Alma Esther- mi hija –Ma. del Carmen- y un chofer de lujo y su asistente personal… el C.P. Enrique Arias Cereceres,

-nuestro compadre- y Blanca Teresa Flores de Arias –su esposa y nuestra comadre-. Nos transportamos en el vehículo de los compadres, por la ruta de paga… ocho casetas de peaje, como cien mil pesos de cuotas; exagero un poco, pero a mí así me parecieron. ¡Durango hermoso!, creo que no le ganamos en modernidad y arquitectura histórica porfiriana. Asistieron a la presentación… cerca de cien personas, figuras de la cultura local. La diputada federal Patricia Ortega, encargada de la Comisión de Cultura del Congreso de la Unión –del partido Morena, mi partido-; la contralora del gobierno de Durango, múltiples historiadores y personas de actividad cultural, cuyos nombres no pude retener ni anotar; la pintora Blanca Peña, y el amigo escritor y poeta chihuahuense Prof. Humberto López Medrano, avecindado temporalmente allá. Hubo un momento musical de cuerdas; y la alocución de su servidor duró más de una hora –de que se le calienta a uno el pico- hubo receptividad y se vendieron no más de 30 libros, pero la experiencia fue especial. Mi hija Ma. del Carmen fue la encargada de la comercialización. Y en compañía de nuestros compadres disfrutamos una cena con bohemia; excelentes ambas; en el hotel Casa Blanca, para salir al día siguiente al área geográfica que vio nacer y crecer a Doroteo Arango… a la Coyotada en el rancho y congregación Río Grande, donde nació e inició su vida; y estando en la habitación donde nació Doroteo Arango, autografié dos libros a dos familias de turistas, pues mi compadre como buen agente de ventas, les comunicó mi circunstancia de escritor y del libro; y la verdad sea dicha… me emocioné realmente en ese momento; y como Maduro vio a su expresidente en un pajarito, yo sentí el espíritu del General, allí junto. Seguimos luego al pueblo y cabecera municipal… San Juan del Río; a la iglesia donde lo bautizaron, a la cárcel donde estuvo detenido tantas veces, a Ciénega de Basoco, donde su madre, Micaela, laboraba como sirvienta; al rancho el Gogojito, entonces sección de la hacienda Sta. Isabel de Berros, donde el Gral. Villa, narraba… había baleado al hacendado López Negrete, para luego huir a la Sierra de la Silla, que se yergue hermosa al sur del Gogojito. Nada más mi compadre se ponía en ratos… necio, pero mi comadre lo sometía al orden; mientras que a mí me moderaba “mi vieja”; la verdad es que mi compadre manejó sin relevos; es digno de admirarse en un venerable anciano como es él. La experiencia fue inolvidable y la convivencia entre nosotros mejor; salve por mi compadre, pues, que en ocasiones es “una reuma”; pero así lo queremos, qué le vamos a hacer -méndigo mal hablado-.

El libro está a la venta con precio de autor en C. Cedro #1307, de lunes a viernes, de 9:00 a 3:00 de la tarde, informes al tel. 614-198-39-41 y en las librerías La Prensa, precio comercial.


Fue buena presentación,

de Doroteo, allá en Durango;

y aunque no llegó a fandango,

hubo participación.


Con mi libro… “El Güero Doroteo Arango” fui a parar a la ciudad de Durango; y el día 24 próximo pasado, a invitación del director del Museo Francisco Villa, Lic. Gilberto Jiménez Carrillo, lo presentamos en el patio central del mismo; imagínense ustedes qué calidad arquitectónica guarda el museo, que antes de serlo, era nada menos que el Palacio de Gobierno del Estado de Durango. Es un patio majestuoso similar al patio central del Palacio de Alvarado en la Cd. de Parral. Fuimos mi esposa –Alma Esther- mi hija –Ma. del Carmen- y un chofer de lujo y su asistente personal… el C.P. Enrique Arias Cereceres,

-nuestro compadre- y Blanca Teresa Flores de Arias –su esposa y nuestra comadre-. Nos transportamos en el vehículo de los compadres, por la ruta de paga… ocho casetas de peaje, como cien mil pesos de cuotas; exagero un poco, pero a mí así me parecieron. ¡Durango hermoso!, creo que no le ganamos en modernidad y arquitectura histórica porfiriana. Asistieron a la presentación… cerca de cien personas, figuras de la cultura local. La diputada federal Patricia Ortega, encargada de la Comisión de Cultura del Congreso de la Unión –del partido Morena, mi partido-; la contralora del gobierno de Durango, múltiples historiadores y personas de actividad cultural, cuyos nombres no pude retener ni anotar; la pintora Blanca Peña, y el amigo escritor y poeta chihuahuense Prof. Humberto López Medrano, avecindado temporalmente allá. Hubo un momento musical de cuerdas; y la alocución de su servidor duró más de una hora –de que se le calienta a uno el pico- hubo receptividad y se vendieron no más de 30 libros, pero la experiencia fue especial. Mi hija Ma. del Carmen fue la encargada de la comercialización. Y en compañía de nuestros compadres disfrutamos una cena con bohemia; excelentes ambas; en el hotel Casa Blanca, para salir al día siguiente al área geográfica que vio nacer y crecer a Doroteo Arango… a la Coyotada en el rancho y congregación Río Grande, donde nació e inició su vida; y estando en la habitación donde nació Doroteo Arango, autografié dos libros a dos familias de turistas, pues mi compadre como buen agente de ventas, les comunicó mi circunstancia de escritor y del libro; y la verdad sea dicha… me emocioné realmente en ese momento; y como Maduro vio a su expresidente en un pajarito, yo sentí el espíritu del General, allí junto. Seguimos luego al pueblo y cabecera municipal… San Juan del Río; a la iglesia donde lo bautizaron, a la cárcel donde estuvo detenido tantas veces, a Ciénega de Basoco, donde su madre, Micaela, laboraba como sirvienta; al rancho el Gogojito, entonces sección de la hacienda Sta. Isabel de Berros, donde el Gral. Villa, narraba… había baleado al hacendado López Negrete, para luego huir a la Sierra de la Silla, que se yergue hermosa al sur del Gogojito. Nada más mi compadre se ponía en ratos… necio, pero mi comadre lo sometía al orden; mientras que a mí me moderaba “mi vieja”; la verdad es que mi compadre manejó sin relevos; es digno de admirarse en un venerable anciano como es él. La experiencia fue inolvidable y la convivencia entre nosotros mejor; salve por mi compadre, pues, que en ocasiones es “una reuma”; pero así lo queremos, qué le vamos a hacer -méndigo mal hablado-.

El libro está a la venta con precio de autor en C. Cedro #1307, de lunes a viernes, de 9:00 a 3:00 de la tarde, informes al tel. 614-198-39-41 y en las librerías La Prensa, precio comercial.