/ lunes 9 de mayo de 2022

El liderazgo cuesta

Por: Amín Anchondo

La mentalidad malinchista del mexicano hace que pocas veces nos demos cuenta el tamaño del potencial de nuestro país y la dimensión de nuestra economía comparada con el resto del mundo. Estamos dentro de las 15 economías más grandes del planeta. Eso nos posiciona automáticamente como líderes en Latinoamérica, pues sólo México y Brasil logran entrar en esta clasificación de grandes economías.

No me vas a dejar mentir que nosotros siempre hemos esperado apoyo y subsidiariedad por parte de Estados Unidos para resolver nuestros problemas, cosa que poco a poco ha venido cambiando al grado que apoyos como el Plan Mérida, donde EUA nos apoyaba con equipo para combatir a la delincuencia organizada, hoy ha cambiado y EUA ha llegado a exigir a México que cuide la frontera con nuestra milicia y asumiendo los costos. Esto sucede porque la visión para resolver problemas debe de ser regional y no nacional. No se puede combatir la migración sin arreglar las causas que la generan. No se podrá combatir el tráfico de drogas y armas mientras existan clientes de un lado y del otro.

Traigo esto a colación porque el presidente Andrés Manuel se encuentra realizando una gira por Centroamérica y el Caribe. Es importante destacar que es su primera gira por varios países después de tres años y es a países que necesitan del apoyo de México y no al contrario. Esto cambia la visión de las giras presidenciales a las que estábamos acostumbrados, y no está mal. Antes sólo viajaba el presidente para lograr acuerdos comerciales o las cumbres mundiales y ahora se está viajando a ver métodos para apoyar a los vecinos del sur para resolver problemas regionales. Aquí lo importante es mantener el balance y hacer los dos tipos de giras.

Si hablamos de ser subsidiarios, eso implica dinero. No hay forma de resolver problemas regionales sin invertir en ellos y eso es a lo que no estamos acostumbrados. Nos gusta recibir pero nos duele dar. Por eso tenemos que ver eso como inversión y no sólo como un apoyo.

La nota que me pareció más relevante es la baja de los aranceles o eliminación en algunos casos con los países vecinos. Eso podría ayudar a mitigar un poco la inflación en la zona y hacer economías más grandes para lograr mercados de escala. Esto también demostraría el liderazgo regional de México y nos daría más fuerza para negociaciones con otras potencias. El liderazgo cuesta, pero es rentable.

Lo que falta es la visión de ir a sentarte con las grandes potencias para mejorar nuestro comercio exterior. Sentar al presidente en las cumbres mundiales para que no se tomen decisiones sin nuestra visión y que nos convengan al país y al mundo. Eso es algo muy criticable para este gobierno que ha juzgado el libre mercado y por tener esa visión cerrada ha dejado de lado las decisiones económicas mundiales. Los cambios se dan poco a poco y no puedes cerrarte a un mundo que va en movimiento sólo porque no te parece ese sistema. Es cierto que el sistema tiene que cambiar, pero no cambiará por creer que no existe. Aquí hay que tener ese balance. Ser líder y sentarte con los otros líderes.


Por: Amín Anchondo

La mentalidad malinchista del mexicano hace que pocas veces nos demos cuenta el tamaño del potencial de nuestro país y la dimensión de nuestra economía comparada con el resto del mundo. Estamos dentro de las 15 economías más grandes del planeta. Eso nos posiciona automáticamente como líderes en Latinoamérica, pues sólo México y Brasil logran entrar en esta clasificación de grandes economías.

No me vas a dejar mentir que nosotros siempre hemos esperado apoyo y subsidiariedad por parte de Estados Unidos para resolver nuestros problemas, cosa que poco a poco ha venido cambiando al grado que apoyos como el Plan Mérida, donde EUA nos apoyaba con equipo para combatir a la delincuencia organizada, hoy ha cambiado y EUA ha llegado a exigir a México que cuide la frontera con nuestra milicia y asumiendo los costos. Esto sucede porque la visión para resolver problemas debe de ser regional y no nacional. No se puede combatir la migración sin arreglar las causas que la generan. No se podrá combatir el tráfico de drogas y armas mientras existan clientes de un lado y del otro.

Traigo esto a colación porque el presidente Andrés Manuel se encuentra realizando una gira por Centroamérica y el Caribe. Es importante destacar que es su primera gira por varios países después de tres años y es a países que necesitan del apoyo de México y no al contrario. Esto cambia la visión de las giras presidenciales a las que estábamos acostumbrados, y no está mal. Antes sólo viajaba el presidente para lograr acuerdos comerciales o las cumbres mundiales y ahora se está viajando a ver métodos para apoyar a los vecinos del sur para resolver problemas regionales. Aquí lo importante es mantener el balance y hacer los dos tipos de giras.

Si hablamos de ser subsidiarios, eso implica dinero. No hay forma de resolver problemas regionales sin invertir en ellos y eso es a lo que no estamos acostumbrados. Nos gusta recibir pero nos duele dar. Por eso tenemos que ver eso como inversión y no sólo como un apoyo.

La nota que me pareció más relevante es la baja de los aranceles o eliminación en algunos casos con los países vecinos. Eso podría ayudar a mitigar un poco la inflación en la zona y hacer economías más grandes para lograr mercados de escala. Esto también demostraría el liderazgo regional de México y nos daría más fuerza para negociaciones con otras potencias. El liderazgo cuesta, pero es rentable.

Lo que falta es la visión de ir a sentarte con las grandes potencias para mejorar nuestro comercio exterior. Sentar al presidente en las cumbres mundiales para que no se tomen decisiones sin nuestra visión y que nos convengan al país y al mundo. Eso es algo muy criticable para este gobierno que ha juzgado el libre mercado y por tener esa visión cerrada ha dejado de lado las decisiones económicas mundiales. Los cambios se dan poco a poco y no puedes cerrarte a un mundo que va en movimiento sólo porque no te parece ese sistema. Es cierto que el sistema tiene que cambiar, pero no cambiará por creer que no existe. Aquí hay que tener ese balance. Ser líder y sentarte con los otros líderes.