Nuestro mundo nos dice, y además de una forma preocupante: “Ya basta”, como jamás en la historia lo había hecho, el destino común nos dice que hay que buscar un nuevo comienzo.
Un antecedente que marca la historia en cuanto al medioambiente es el llamado Protocolo de Kyoto, que es el instrumento que somete o compromete a las naciones a luchar contra el cambio climático causado por las emisiones de los gases de efecto invernadero, pero desde el 2005 que entró en vigor, parecería que el bienestar de la Tierra es segundo tema.
Hay algunas naciones que consideran que las metas de reducción de emisiones al ambiente afecta su economía y es por eso que se resisten o intentan retrasar ese cumplimiento obligado, a causa de esto vemos cómo China tiene problemas de salud muy importantes a causa de la contaminación.
El medioambiente es presionado principalmente por dos fenómenos opuestos, que son la pobreza y la riqueza, por un lado los más pobres, quienes geográficamente se ubican en zonas serranas o rurales, por obvias razones, son los que tienen una fuerte dependencia con los recursos del medioambiente, muchas veces su familia depende fundamentalmente de lo que les provee la tierra.
Desde los años 60 Europa y Norteamérica han contribuido con el 70% de las emisiones de CO2, sin embargo Europa ya está bajando sus índices de contaminación. A nivel mundial no hay cambios, quienes lideran el ránkin de mayores contaminantes o quienes menos se preocupan por sus emisiones al medioambiente son China, Estados Unidos, India, Rusia, Japón, Alemania, Canadá, Corea del Sur, Irán e Inglaterra, que además es evidente lo que estos países tienen en común, que son altamente industrializados.
Hablando de México, las emisiones al ambiente mostraron un incremento de casi el 30% en el periodo de 1990-2006, principalmente por la quema de combustibles fósiles. Nuestro país ha realizado fuertes compromisos tanto nacionales como internacionales, encaminados a las políticas ambientales, tales como su participación en la llamada propuesta del fondo verde, que permite premiar las acciones de los estados que realicen acciones en pro de la ecología.
El gran reto para todos es establecer las necesidades económicas y sociales para con esto evitar que el medioambiente se siga degradando, es necesario un conocimiento preciso de la situación geográfica y sus ecosistemas, veo con gusto que en México las políticas públicas se orientan cada vez más con este sentido social, económico y ambientalista.
