/ sábado 15 de diciembre de 2018

El México de la pobreza

La Revolución Mexicana cobró más de un millón de vidas, trajo innumerables males al país, sufrimiento, orfandad, hambre, enfermedad, muerte y mucha pobreza. No se brindaron mejores condiciones de vida a los pobres, pero como dijera Octavio Paz, se hizo posible que el peón mirara al patrón a los ojos, esto es, dignificó a la clase más pobre y desprotegida en su igualdad como personas frente a los acaudalados; sostuvo Paz que la Revolución a nivel político dio estabilidad y evitó que México viviera regímenes totalitarios. Eran otras condiciones, más del setenta por ciento vivía en la zona rural y se dedicaban a la agricultura, había pocos servicios. Después de la Revolución, con José Vasconcelos como titular de la Secretaría de Educación, se expandieron las escuelas a zonas rurales, donde los niños tuvieron oportunidad de tener estudios elementales de primaria.

Hacia 1950 México y España tenían características similares en cuanto a economía, población, educación, etc., a la fecha las condiciones en ambos países son muy distintas: España prosperó y en México aumentaron los pobres; la pobreza es una palabra recurrente, los mexicanos nos quejamos mucho de la pobreza, pero no trabajamos para generar riqueza ni exigimos al gobierno políticas públicas para reducirla. Hablar de la pobreza y compadecernos de la misma es prologar la pobreza. Tenemos décadas escuchando sobre los pobres, y muchos pobres siguen añorando el “sueño americano”, cual si fuera la tierra prometida, pero la realidad es que ni es su tierra, y cada vez se complica más la migración al vecino país del norte. ¿Por qué mejor no trabajamos y propiciamos las condiciones para que todos los mexicanos tengan más y mejores oportunidades y mejores niveles de vida?

Jamás saldremos de la pobreza si continúan fomentándose los programas asistencialistas a fondo perdido, las becas, los subsidios, etc., sin exigir obligaciones a cambio. Lamentablemente estas acciones son las que está emprendiendo el nuevo gobierno federal, quien hace referencia a la pobreza como si tuviésemos que resignarnos a ella; actuemos en grande, trabajemos para impulsar la riqueza, México tiene todo para alcanzarla.

Estimado lector, ¡feliz Navidad y un bendecido 2019!

La Revolución Mexicana cobró más de un millón de vidas, trajo innumerables males al país, sufrimiento, orfandad, hambre, enfermedad, muerte y mucha pobreza. No se brindaron mejores condiciones de vida a los pobres, pero como dijera Octavio Paz, se hizo posible que el peón mirara al patrón a los ojos, esto es, dignificó a la clase más pobre y desprotegida en su igualdad como personas frente a los acaudalados; sostuvo Paz que la Revolución a nivel político dio estabilidad y evitó que México viviera regímenes totalitarios. Eran otras condiciones, más del setenta por ciento vivía en la zona rural y se dedicaban a la agricultura, había pocos servicios. Después de la Revolución, con José Vasconcelos como titular de la Secretaría de Educación, se expandieron las escuelas a zonas rurales, donde los niños tuvieron oportunidad de tener estudios elementales de primaria.

Hacia 1950 México y España tenían características similares en cuanto a economía, población, educación, etc., a la fecha las condiciones en ambos países son muy distintas: España prosperó y en México aumentaron los pobres; la pobreza es una palabra recurrente, los mexicanos nos quejamos mucho de la pobreza, pero no trabajamos para generar riqueza ni exigimos al gobierno políticas públicas para reducirla. Hablar de la pobreza y compadecernos de la misma es prologar la pobreza. Tenemos décadas escuchando sobre los pobres, y muchos pobres siguen añorando el “sueño americano”, cual si fuera la tierra prometida, pero la realidad es que ni es su tierra, y cada vez se complica más la migración al vecino país del norte. ¿Por qué mejor no trabajamos y propiciamos las condiciones para que todos los mexicanos tengan más y mejores oportunidades y mejores niveles de vida?

Jamás saldremos de la pobreza si continúan fomentándose los programas asistencialistas a fondo perdido, las becas, los subsidios, etc., sin exigir obligaciones a cambio. Lamentablemente estas acciones son las que está emprendiendo el nuevo gobierno federal, quien hace referencia a la pobreza como si tuviésemos que resignarnos a ella; actuemos en grande, trabajemos para impulsar la riqueza, México tiene todo para alcanzarla.

Estimado lector, ¡feliz Navidad y un bendecido 2019!