/ viernes 27 de agosto de 2021

El México de “No pasa nada”

Por: Daniela Álvarez

Con un escenario digno de teatro, queda clarísimo cada mañana el desinterés del presidente de nuestro país. Son constantes los problemas que nos aquejan, ya hablamos en la colaboración pasada del gran problema que enfrentamos en el tema de la salud, que tiene muchas aristas, desde los niños con cáncer hasta el problema de la pandemia y su mal manejo.

Pues bien, no sólo es eso, es el constante ataque a las instituciones, a las mujeres, a los medios de comunicación, a los fideicomisos, la inseguridad, ¡en fin! A todo aquel que piense distinto o señale las deficiencias y los problemas a los que nos enfrentamos día a día en nuestro país.

Otra cosa muy distinta sería si ese tiempo del presidente que se desperdicia cada mañana, y digo “desperdicia” porque el tiempo de un presidente de la república se debe usar en resolver problemas y estar al pendiente de lo que en nuestro país sucede, si ese tiempo se usara en buscar las soluciones a los problemas que aumentan día a día, y que en muchas ocasiones el mismo presidente ha sentido que lo rebasan, podría mejorar por lo menos la percepción de que buscamos el rumbo. Desafortunadamente siento que estamos lejos siquiera del reconocimiento de los problemas de nuestro México, porque como bien lo titulo, estamos en el país de “No pasa nada”, porque lo que vemos reflejado día a día en la vida de los mexicanos, en las noticias, en las estadísticas, en los números, en el diario acontecer, no basta para que el presidente se dé cuenta de la realidad.

Por ello es de gran relevancia entender y aceptar que tenemos problemas, y no es solamente la exigencia de resolver, es tender una mano y juntos construir o reconstruir esta gran nación, claro que se puede dejar atrás el odio, el rencor, la división y las diferencias, para mirar al horizonte y lograr que nuestro país avance tanto como los mexicanos lo esperan, para que impacte de manera positiva en la vida de sus familias.

Solamente buscando coincidencias como mexicanos lograremos caminar juntos, el llamado pues es a aceptar que estamos en el país de “Todo pasa”, donde el sistema de salud está a punto de colapsar, día a día siguen muriendo nuestras mujeres, hay desempleo, violencia, inseguridad, y una percepción de que el presidente no quiere reconocer la problemática que como ciudadanos enfrentamos todos los días.

Existen temas que duelen, que lastiman como madre, hija y ciudadana y es en esos temas donde debemos transitar juntos, para buscar solución a los problemas, los problemas existen, son reales, cobran vidas, destruyen familias, causan dolor, y nosotros como representantes debemos buscar disminuir el sufrimiento.

Ojalá se dejara de utilizar el tiempo del presidente cada mañana para atacar y señalar a sus detractores, para decir que nada pasa, que todo está bien, y se utilizara para reconocer tantos y tantos problemas, pero sobre todo para trabajar en las soluciones.

Por: Daniela Álvarez

Con un escenario digno de teatro, queda clarísimo cada mañana el desinterés del presidente de nuestro país. Son constantes los problemas que nos aquejan, ya hablamos en la colaboración pasada del gran problema que enfrentamos en el tema de la salud, que tiene muchas aristas, desde los niños con cáncer hasta el problema de la pandemia y su mal manejo.

Pues bien, no sólo es eso, es el constante ataque a las instituciones, a las mujeres, a los medios de comunicación, a los fideicomisos, la inseguridad, ¡en fin! A todo aquel que piense distinto o señale las deficiencias y los problemas a los que nos enfrentamos día a día en nuestro país.

Otra cosa muy distinta sería si ese tiempo del presidente que se desperdicia cada mañana, y digo “desperdicia” porque el tiempo de un presidente de la república se debe usar en resolver problemas y estar al pendiente de lo que en nuestro país sucede, si ese tiempo se usara en buscar las soluciones a los problemas que aumentan día a día, y que en muchas ocasiones el mismo presidente ha sentido que lo rebasan, podría mejorar por lo menos la percepción de que buscamos el rumbo. Desafortunadamente siento que estamos lejos siquiera del reconocimiento de los problemas de nuestro México, porque como bien lo titulo, estamos en el país de “No pasa nada”, porque lo que vemos reflejado día a día en la vida de los mexicanos, en las noticias, en las estadísticas, en los números, en el diario acontecer, no basta para que el presidente se dé cuenta de la realidad.

Por ello es de gran relevancia entender y aceptar que tenemos problemas, y no es solamente la exigencia de resolver, es tender una mano y juntos construir o reconstruir esta gran nación, claro que se puede dejar atrás el odio, el rencor, la división y las diferencias, para mirar al horizonte y lograr que nuestro país avance tanto como los mexicanos lo esperan, para que impacte de manera positiva en la vida de sus familias.

Solamente buscando coincidencias como mexicanos lograremos caminar juntos, el llamado pues es a aceptar que estamos en el país de “Todo pasa”, donde el sistema de salud está a punto de colapsar, día a día siguen muriendo nuestras mujeres, hay desempleo, violencia, inseguridad, y una percepción de que el presidente no quiere reconocer la problemática que como ciudadanos enfrentamos todos los días.

Existen temas que duelen, que lastiman como madre, hija y ciudadana y es en esos temas donde debemos transitar juntos, para buscar solución a los problemas, los problemas existen, son reales, cobran vidas, destruyen familias, causan dolor, y nosotros como representantes debemos buscar disminuir el sufrimiento.

Ojalá se dejara de utilizar el tiempo del presidente cada mañana para atacar y señalar a sus detractores, para decir que nada pasa, que todo está bien, y se utilizara para reconocer tantos y tantos problemas, pero sobre todo para trabajar en las soluciones.

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