/ viernes 29 de enero de 2021

El mundo de las drogas

Toda persona que mantiene sanos sus ojos tiene un campo de visión de un poco más de 180 grados, pero podrá ver con mayor nitidez aquellos objetos que tenga enfrente. Por ello en cada momento del día podemos captar lo que sucede a nuestro alrededor, lo cual tiene gran importancia, pero cuando observamos que sucede algo grave —como podría ser un accidente— toda nuestra atención se focaliza en ese hecho y perdemos de vista los contornos que nos rodean.
Todos los días leemos, escuchamos y hablamos sobre la pandemia del Covid-19, y es lógico que un tema de tal importancia atraiga la atención de muchos millones de personas en el mundo entero, pero también es cierto que nos conviene no olvidar que existen otros peligros que podrían cambiar nuestras vidas.
Me asomé a páginas de internet para saber un poco sobre algunas de las drogas de mayor consumo en varios países, incluyendo el nuestro, y según pude ver en esa lista de enervantes aparece el famoso cristal. Dicha metanfetamina se puede conseguir a bajo costo, y puede ser elaborada sin equipos sofisticados y con ingredientes que están al alcance de cualquiera.
Entre los componentes que se utilizan en su fabricación se encuentran la efedrina, ácido muriático, ácido de batería, sosa cáustica, ácido clorhídrico y raticidas, que contienen plomo y mercurio, y por ello pueden llevar al consumidor al envenenamiento por metales pesados.
El cristal provoca alucinaciones, pérdida de peso, desconexión de la realidad, disminuye el apetito, provoca insomnio, irritabilidad, ansiedad, euforia, confusión, depresión, taquicardias, arritmias cardiacas, en casos severos se corroen los dientes hasta la raíz o se quiebran hasta la encía. Provoca, además, comezón y picazón constante por la sensación de tener insectos debajo de la piel.
Al escuchar las experiencias de varios consumidores podemos encontrar los puntos de quiebre que los vincularon a las esferas de la drogadicción. Nota: En medicina se entiende como “punto de quiebre” el término para describir el momento y los factores que convierten una enfermedad incontrolable en epidemias. En psicología y sociología el punto de quiebre es la conducta destructora que modifica por completo la vida del individuo o grupo; donde ya nada es como era antes; en otras palabras, un cambio radical.
Partiendo de historias reales se pueden elaborar modelos de puntos de quiebre, que ponen a los individuos sobre un tobogán de vicios del cual es casi imposible escapar. Sin duda alguna, el factor negativo de mayor frecuencia es la falta de estabilidad familiar, que suele ir acompañada de malos tratos, tanto físicos como verbales. Y es aquí donde deberíamos centrar nuestra atención.
Los padres y las autoridades civiles han de trabajar principalmente en todo aquello que favorezca a las familias, pues tal parece que el mundo del entretenimiento, e incluso algunos legisladores, se empeñan en destruir la vida de quienes están llamados a ser felices.

www.padrealejandro.org


Toda persona que mantiene sanos sus ojos tiene un campo de visión de un poco más de 180 grados, pero podrá ver con mayor nitidez aquellos objetos que tenga enfrente. Por ello en cada momento del día podemos captar lo que sucede a nuestro alrededor, lo cual tiene gran importancia, pero cuando observamos que sucede algo grave —como podría ser un accidente— toda nuestra atención se focaliza en ese hecho y perdemos de vista los contornos que nos rodean.
Todos los días leemos, escuchamos y hablamos sobre la pandemia del Covid-19, y es lógico que un tema de tal importancia atraiga la atención de muchos millones de personas en el mundo entero, pero también es cierto que nos conviene no olvidar que existen otros peligros que podrían cambiar nuestras vidas.
Me asomé a páginas de internet para saber un poco sobre algunas de las drogas de mayor consumo en varios países, incluyendo el nuestro, y según pude ver en esa lista de enervantes aparece el famoso cristal. Dicha metanfetamina se puede conseguir a bajo costo, y puede ser elaborada sin equipos sofisticados y con ingredientes que están al alcance de cualquiera.
Entre los componentes que se utilizan en su fabricación se encuentran la efedrina, ácido muriático, ácido de batería, sosa cáustica, ácido clorhídrico y raticidas, que contienen plomo y mercurio, y por ello pueden llevar al consumidor al envenenamiento por metales pesados.
El cristal provoca alucinaciones, pérdida de peso, desconexión de la realidad, disminuye el apetito, provoca insomnio, irritabilidad, ansiedad, euforia, confusión, depresión, taquicardias, arritmias cardiacas, en casos severos se corroen los dientes hasta la raíz o se quiebran hasta la encía. Provoca, además, comezón y picazón constante por la sensación de tener insectos debajo de la piel.
Al escuchar las experiencias de varios consumidores podemos encontrar los puntos de quiebre que los vincularon a las esferas de la drogadicción. Nota: En medicina se entiende como “punto de quiebre” el término para describir el momento y los factores que convierten una enfermedad incontrolable en epidemias. En psicología y sociología el punto de quiebre es la conducta destructora que modifica por completo la vida del individuo o grupo; donde ya nada es como era antes; en otras palabras, un cambio radical.
Partiendo de historias reales se pueden elaborar modelos de puntos de quiebre, que ponen a los individuos sobre un tobogán de vicios del cual es casi imposible escapar. Sin duda alguna, el factor negativo de mayor frecuencia es la falta de estabilidad familiar, que suele ir acompañada de malos tratos, tanto físicos como verbales. Y es aquí donde deberíamos centrar nuestra atención.
Los padres y las autoridades civiles han de trabajar principalmente en todo aquello que favorezca a las familias, pues tal parece que el mundo del entretenimiento, e incluso algunos legisladores, se empeñan en destruir la vida de quienes están llamados a ser felices.

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