/ sábado 3 de febrero de 2018

El negocio del dolor

¿Conoce usted a una persona con cáncer terminal?

Quien sufre esta enfermedad si no tiene las medicinas adecuadas, soporta dolores intensos por semanas, meses o años; en México, cada año, más de 150 mil personas son diagnosticadas con cáncer, muchos de ellos no tienen acceso a analgésicos adecuados, como la morfina.

¿Qué medidas concretas proponen los candidatos presidenciales para esta agenda?

          El Dr. Juan Ramón de la Fuente (JRF), ex rector de la UNAM, escribió un libro que publicó en el 2015, con el título “A quién le importa el futuro”, en ese libro, JRF nos dice en el apartado “Morir sin morfina”, que el cáncer se ha convertido en México en una de las tres principales causas de muerte, junto con la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, las generaciones jóvenes aumentan exponencialmente la posibilidad de requerir cuidados médicos, en fase terminal, con medicamentos que no curan, pero que sí alivian los terribles dolores de un cáncer terminal.

JRF, quien fue presidente de las Academias Nacional de Medicina y Mexicana de Ciencias, se hace las siguientes reflexiones y preguntas en su libro: “Morir con dolor en estos tiempos es inadmisible, tanto desde el punto de vista técnico como ético, sin embargo, en nuestro país esto sigue ocurriendo con enorme frecuencia.          ¿Por qué razón?”. JRF responde: “Por ignorancia y negligencia, para variar, médicos que no saben o no quieren prescribir medicamentos derivados de los opioides, hoy en día los fármacos más eficaces para controlar el dolor. ¿Negligencia de quién?  De las autoridades sanitarias que nada hacen ante la escasez de morfina”.

          En diferentes regiones de la república se produce y comercializa a gran escala la goma de opio de la amapola, que es transformada por narcotraficantes en morfina para consumo de adictos, ellos no batallan, al contrario, les es fácilmente accesible por múltiples canales de distribución; ¿por qué los enfermos de cáncer sí batallan, y muchas veces les es imposible conseguir un analgésico opiáceo?

          España, Australia y otros países, tienen sembradas legalmente y controladas por sus respectivos gobiernos miles de hectáreas, en las cuales producen amapola y la convierten en analgésicos, todo en forma legal, ¿por qué en México no podemos hacerlo?  ¿A quién le importa el futuro de cientos de miles de mexicanos con cáncer terminal, que tienen derecho a una muerte digna, al menos sin dolor?

 No se puede combatir el dolor de un cáncer terminal con discursos, así sean de presidentes de la república, en México podemos producir los analgésicos para estos casos, todo mexicano debería tener garantizado el derecho a una muerte digna, al menos sin dolor.   ¿Quién se opone y por qué a la producción de estos analgésicos?

 

¿Conoce usted a una persona con cáncer terminal?

Quien sufre esta enfermedad si no tiene las medicinas adecuadas, soporta dolores intensos por semanas, meses o años; en México, cada año, más de 150 mil personas son diagnosticadas con cáncer, muchos de ellos no tienen acceso a analgésicos adecuados, como la morfina.

¿Qué medidas concretas proponen los candidatos presidenciales para esta agenda?

          El Dr. Juan Ramón de la Fuente (JRF), ex rector de la UNAM, escribió un libro que publicó en el 2015, con el título “A quién le importa el futuro”, en ese libro, JRF nos dice en el apartado “Morir sin morfina”, que el cáncer se ha convertido en México en una de las tres principales causas de muerte, junto con la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, las generaciones jóvenes aumentan exponencialmente la posibilidad de requerir cuidados médicos, en fase terminal, con medicamentos que no curan, pero que sí alivian los terribles dolores de un cáncer terminal.

JRF, quien fue presidente de las Academias Nacional de Medicina y Mexicana de Ciencias, se hace las siguientes reflexiones y preguntas en su libro: “Morir con dolor en estos tiempos es inadmisible, tanto desde el punto de vista técnico como ético, sin embargo, en nuestro país esto sigue ocurriendo con enorme frecuencia.          ¿Por qué razón?”. JRF responde: “Por ignorancia y negligencia, para variar, médicos que no saben o no quieren prescribir medicamentos derivados de los opioides, hoy en día los fármacos más eficaces para controlar el dolor. ¿Negligencia de quién?  De las autoridades sanitarias que nada hacen ante la escasez de morfina”.

          En diferentes regiones de la república se produce y comercializa a gran escala la goma de opio de la amapola, que es transformada por narcotraficantes en morfina para consumo de adictos, ellos no batallan, al contrario, les es fácilmente accesible por múltiples canales de distribución; ¿por qué los enfermos de cáncer sí batallan, y muchas veces les es imposible conseguir un analgésico opiáceo?

          España, Australia y otros países, tienen sembradas legalmente y controladas por sus respectivos gobiernos miles de hectáreas, en las cuales producen amapola y la convierten en analgésicos, todo en forma legal, ¿por qué en México no podemos hacerlo?  ¿A quién le importa el futuro de cientos de miles de mexicanos con cáncer terminal, que tienen derecho a una muerte digna, al menos sin dolor?

 No se puede combatir el dolor de un cáncer terminal con discursos, así sean de presidentes de la república, en México podemos producir los analgésicos para estos casos, todo mexicano debería tener garantizado el derecho a una muerte digna, al menos sin dolor.   ¿Quién se opone y por qué a la producción de estos analgésicos?