/ martes 27 de noviembre de 2018

El nuevo México

A unos días del cambio de poderes, seguimos comentando en cafés, amigos, reuniones, etc. Sobre el cambio de rumbo del país. Muchos de los comentarios son de “miedo” a lo que viene y de incertidumbre de cómo será el nuevo México. Lo único que sí es certero es el cambio, las nuevas formas, los nuevos personajes, las reglas cambiarán definitivamente y sin duda habrá afectados, unos con mayos impacto que otros.

En plática con un amigo, de alguna manera entendí que lo que viene es un nuevo modelo, con reglas diferentes, maneras distintas a las que estamos “acostumbrados”. Y que, si no sabemos, no queremos, o no podemos cambiar el modelo, y sólo sabemos quejarnos y criticar como sea, entonces es momento de mirar hacia delante. La primera premisa que debemos “aceptar” es que ya viene. Independientemente de si ganó por una causa, o por un sector, o por una manipulación, la realidad es que ya está allí.

El modelo que viene el nuevo México, afectará el “status quo” de muchos, algunos de forma negativa, algunos de forma positiva. La intensidad de los sectores económicos y sociales cambiarán de estructura, veremos sectores con comportamientos diferentes. Un nuevo modelo está en puerta.

Desde la forma de toma de decisiones, buenas o malas, son diferentes. Los sectores con mayor énfasis, buenos o malos, son diferentes. Los proyectos definidos, buenos o malos, son diferentes, las estrategias utilizadas, buenas o malas, son diferentes. Estamos frente a un modelo diferente y tenemos la opción de seguir criticando porque no está igual que antes o, como diría el mismo amigo: La “estrategia del judo”, aprovechar la fuerza del otro, y desarrollar más con estas fuerzas, al grado de lograr sinergias.

Definitivamente con este nuevo modelo habrá afectados, sobre todo a aquellos que estaban acostumbrados, por muchos años al modelo anterior y que este modelo los había hecho aprovechar muchas oportunidades de una forma u otra (muchas veces corrupción). Pero habrá también muchos que se verán beneficiados con este nuevo modelo y probablemente sean aquellos que más lo necesitan.

Cambian muchas cosas, así, tenemos que cambiar de “lentes” y ver el futuro con otra óptica para poder “amoldar”, “acomodar” la estrategia de acuerdo a esta nueva plataforma.

Que nos va a costar trabajo entenderlo, definitivamente sí, pero entre más rápido lo entendamos y lo aprovechemos logrando sinergias, logrando apalancarnos.

Si no hemos sabido conservar el modelo que nos gustaba, o con el que estábamos cómodos, las formas que nos gustaban, o con las que nos sentíamos cómodos, o no supimos desarrollar liderazgos que pudieran organizar y mover masas al modelo deseado, ahora nos toca visualizar qué debemos hacer bajo las nuevas premisas e ir construyendo con el nuevo modelo.

Lo peor que podemos hacer es aferrarnos a las formas y estrategias a que estábamos acostumbrados, esas ya no regresarán, y menos si no contamos con los liderazgos y organizaciones que puedan reconstruir otro modelo diferente.

Este modelo ya está, vamos entendiéndolo, vamos estudiándolo, vamos viendo “como en el judo” cómo lo aprovechamos, cómo desarrollamos.

No se trata de ser “agachados”, no se trata de sumirse ante la fuerza del nuevo grupo de poder, se trata de desarrollar la inteligencia para saber jugar con las reglas, saber utilizar las premisas, saber aprovechar las oportunidades bajo este nuevo esquema que viene. No se trata de rendirle tributo o decir sí a todo, aun cuando veamos que no está bien.

Se trata de ver cómo nuestro negocio, situación, organización se amolda al nuevo modelo, por dónde podemos apalancarnos, qué debemos de dejar de hacer, en qué debemos poner más énfasis. Ni siquiera debemos mover el rumbo, sino mover, cambiar, agregar estrategias que nos ayuden a apalancar en este nuevo México. Viene un nuevo país, estudiémoslo, entendámoslo y trabajemos para sacarlo adelante, con y a pesar de, allí radican nuestras habilidades ¡Bienvenidos al nuevo México!

email: antonio.rios@itesm.mx



A unos días del cambio de poderes, seguimos comentando en cafés, amigos, reuniones, etc. Sobre el cambio de rumbo del país. Muchos de los comentarios son de “miedo” a lo que viene y de incertidumbre de cómo será el nuevo México. Lo único que sí es certero es el cambio, las nuevas formas, los nuevos personajes, las reglas cambiarán definitivamente y sin duda habrá afectados, unos con mayos impacto que otros.

En plática con un amigo, de alguna manera entendí que lo que viene es un nuevo modelo, con reglas diferentes, maneras distintas a las que estamos “acostumbrados”. Y que, si no sabemos, no queremos, o no podemos cambiar el modelo, y sólo sabemos quejarnos y criticar como sea, entonces es momento de mirar hacia delante. La primera premisa que debemos “aceptar” es que ya viene. Independientemente de si ganó por una causa, o por un sector, o por una manipulación, la realidad es que ya está allí.

El modelo que viene el nuevo México, afectará el “status quo” de muchos, algunos de forma negativa, algunos de forma positiva. La intensidad de los sectores económicos y sociales cambiarán de estructura, veremos sectores con comportamientos diferentes. Un nuevo modelo está en puerta.

Desde la forma de toma de decisiones, buenas o malas, son diferentes. Los sectores con mayor énfasis, buenos o malos, son diferentes. Los proyectos definidos, buenos o malos, son diferentes, las estrategias utilizadas, buenas o malas, son diferentes. Estamos frente a un modelo diferente y tenemos la opción de seguir criticando porque no está igual que antes o, como diría el mismo amigo: La “estrategia del judo”, aprovechar la fuerza del otro, y desarrollar más con estas fuerzas, al grado de lograr sinergias.

Definitivamente con este nuevo modelo habrá afectados, sobre todo a aquellos que estaban acostumbrados, por muchos años al modelo anterior y que este modelo los había hecho aprovechar muchas oportunidades de una forma u otra (muchas veces corrupción). Pero habrá también muchos que se verán beneficiados con este nuevo modelo y probablemente sean aquellos que más lo necesitan.

Cambian muchas cosas, así, tenemos que cambiar de “lentes” y ver el futuro con otra óptica para poder “amoldar”, “acomodar” la estrategia de acuerdo a esta nueva plataforma.

Que nos va a costar trabajo entenderlo, definitivamente sí, pero entre más rápido lo entendamos y lo aprovechemos logrando sinergias, logrando apalancarnos.

Si no hemos sabido conservar el modelo que nos gustaba, o con el que estábamos cómodos, las formas que nos gustaban, o con las que nos sentíamos cómodos, o no supimos desarrollar liderazgos que pudieran organizar y mover masas al modelo deseado, ahora nos toca visualizar qué debemos hacer bajo las nuevas premisas e ir construyendo con el nuevo modelo.

Lo peor que podemos hacer es aferrarnos a las formas y estrategias a que estábamos acostumbrados, esas ya no regresarán, y menos si no contamos con los liderazgos y organizaciones que puedan reconstruir otro modelo diferente.

Este modelo ya está, vamos entendiéndolo, vamos estudiándolo, vamos viendo “como en el judo” cómo lo aprovechamos, cómo desarrollamos.

No se trata de ser “agachados”, no se trata de sumirse ante la fuerza del nuevo grupo de poder, se trata de desarrollar la inteligencia para saber jugar con las reglas, saber utilizar las premisas, saber aprovechar las oportunidades bajo este nuevo esquema que viene. No se trata de rendirle tributo o decir sí a todo, aun cuando veamos que no está bien.

Se trata de ver cómo nuestro negocio, situación, organización se amolda al nuevo modelo, por dónde podemos apalancarnos, qué debemos de dejar de hacer, en qué debemos poner más énfasis. Ni siquiera debemos mover el rumbo, sino mover, cambiar, agregar estrategias que nos ayuden a apalancar en este nuevo México. Viene un nuevo país, estudiémoslo, entendámoslo y trabajemos para sacarlo adelante, con y a pesar de, allí radican nuestras habilidades ¡Bienvenidos al nuevo México!

email: antonio.rios@itesm.mx