Chihuahua debería avanzar en lugar de retroceder. Nuestro es el primer estado en todo México en regresar al confinamiento obligatorio porque estamos peor que nunca en esta crisis por la pandemia del coronavirus, el cual parece indomable.
Hace un par de semanas, la emoción por la apertura de bares, cines y otros lugares de esparcimiento inundaba las calles de nuestra ciudad capital. Fue tanta que nos regresó al semáforo color rojo y como consecuencia, no poder ir al cine a ver la nueva cinta del nuevo director mexicano revelación: Michel Franco.
El joven cineasta mexicano es tendencia en los medios, las redes sociales y en la conversación en general por su nueva película titulada “Nuevo Orden”, la cual recientemente obtuvo uno de los premios más importantes del cine, como es el León de Oro del Festival Internacional de Cine de Venecia, Italia.
Como el semáforo rojo nos prohíbe ir al cine, he leído algunos análisis y reflexiones sobre el filme que está causando polémica en ciudades donde ir al cine está permitido.
Algunos críticos internacionales la han catalogado como la versión mexicana de la famosa “Parásitos”, que logró la aclamación mundial y todos los premios. El filme surcoreano sirvió para hacer una crítica al capitalismo y a la división social.
La sinopsis oficial de “Nuevo Orden” dice lo siguiente: La desigualdad económica y social, la lucha de clases y la corrupción en México hacen estallar una caótica revolución en la que se desdibujan las líneas éticas y morales. Detrás de este Nuevo Orden implementado por políticos y militares, las emociones que motivaron la rebelión serán completamente censuradas.
Fernando Bustos Gorozpe, académico de la Universidad Anáhuac, escribió para el Washington Post una crítica a la cinta, en la que destaca lo siguiente: “Nuevo Orden, en términos muy generales, dibuja un país convulso a razón de un movimiento que se sale de control. El sector pobre arremete con una violencia excesiva e irracional contra el sector privilegiado del país, los empleados llegan al punto de traicionar a la mínima oportunidad a sus empleadores y los matan sin ningún titubeo con tal de apoderarse de sus pertenencias y dinero”.
Para Carlos Ramírez, de Reporte Índigo, “Michel Franco no escatima en presentarnos escenas de un México caótico: un Ángel de la Independencia casi en ruinas, los puentes vehiculares del Estado de México controlados por bandadas militares y un sistema dictatorial que sanitiza a los ciudadanos (vaya ironía de estos tiempos) son algunos elementos ilustrativos que Franco expone en su futuro distópico”.
En diversas entrevistas en medios electrónicos, Michel Franco ha revelado que este proyecto comenzó a desarrollarse hace seis años y además, su estreno en México ya se realizó y, salvo nosotros los chihuahuenses, quienes no podremos verla por el semáforo rojo.
