/ miércoles 24 de noviembre de 2021

El país retrocede, la 4T avanza, la oposición no tiene una voz unificada

Sorprende el nivel de aceptación que mantiene un presidente que lastima a la población más vulnerable en los hechos.

Sorprendente que, con la desaparición del Seguro Popular, se dejó sin cobertura de salud a más de 16 millones de personas; que desmantelaran el sistema consolidado de compras de medicamentos y dejando sin medicinas a cientos de niñas y niños con cáncer; que redujeran el monto de las transferencias que recibían los hogares más humildes; que desaparecieran al INDESOL y limitaran los donativos a las organizaciones de la sociedad civil; pero más sorprendente es que la defensa de estos colectivos afectados haya sido tan débil y desarticulada.

Lo que ha hecho este gobierno hubiera sido motivo de airadas protestas y movilizaciones sociales.

Sólo un AMLO se atreve a exentar por decreto a sus proyectos para no cumplir con los requisitos legales para que el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas no tuvieran que cumplir con la Manifestación de Impacto Ambiental ni la Consulta Indígena Previa, Libre e Informada por parte de las comunidades de la región. Sólo un gobernante populista esgrime causas de seguridad nacional para excusarse de cumplir con la transparencia y rendición de cuentas ante las acusaciones de corrupción y los amparos vs la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles.

La oposición no ha logrado seguir una estrategia coordinada.

Es momento de convocar a un esfuerzo nacional de articulación, como la propuesta del Frente Cívico Nacional, para superar la parálisis, el impasse de la oposición, ante la oleada expansiva del frustrado proyecto de cambio de la 4T.

Es importante revisar las distintas experiencias e intentos de formar frentes opositores, partir de la autocrítica, que nos ayude a corregir los yerros que como oposición hemos tenido y llegar fortalecidos al 2024.

La apuesta es la ciudadanía y su capacidad de organizarse y de exigir a los partidos políticos de oposición que tomen en cuenta sus agendas y sus perfiles. Exigirles que logren tener un solo candidato, seleccionado por el medio más democrático, que es la de elecciones primarias abiertas organizadas por el INE, con un compromiso de la inclusión generosa para lograr la fuerza de la unidad.

En la pasada reforma electoral se incorporó la innovadora figura de “gobierno de coalición” y ésta facilitará la construcción de un proyecto plural incluyente semi-parlamentario, que garantice la diversidad con gobernabilidad.

Tenemos el reto de aspirar a tener los mejores gobiernos analizando las experiencias y los resultados de los mejores modelos civilizatorios contemporáneos.

El proyecto deberá fincarse en un sólido compromiso con la inclusión social, política y económica.

El fracaso de las políticas públicas del gobierno de López Obrador no debe hacernos pensar que los diagnósticos son malos. Son sus recetas las equivocadas.

El combate a la corrupción y el compromiso con los grupos más vulnerados sí son dos de los problemas más graves de nuestro país. Será necesario hacer compromisos y propuestas que atiendan a estas problemáticas, pero con políticas públicas más eficaces.

El 27 de noviembre se instalará el Comité Promotor del Frente Cívico Nacional. Apoyemos este proyecto ciudadano plural. La sociedad organizada es la ruta para recuperar la esperanza. Los partidos habrán de sumarse a ella en su momento.


Sorprende el nivel de aceptación que mantiene un presidente que lastima a la población más vulnerable en los hechos.

Sorprendente que, con la desaparición del Seguro Popular, se dejó sin cobertura de salud a más de 16 millones de personas; que desmantelaran el sistema consolidado de compras de medicamentos y dejando sin medicinas a cientos de niñas y niños con cáncer; que redujeran el monto de las transferencias que recibían los hogares más humildes; que desaparecieran al INDESOL y limitaran los donativos a las organizaciones de la sociedad civil; pero más sorprendente es que la defensa de estos colectivos afectados haya sido tan débil y desarticulada.

Lo que ha hecho este gobierno hubiera sido motivo de airadas protestas y movilizaciones sociales.

Sólo un AMLO se atreve a exentar por decreto a sus proyectos para no cumplir con los requisitos legales para que el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas no tuvieran que cumplir con la Manifestación de Impacto Ambiental ni la Consulta Indígena Previa, Libre e Informada por parte de las comunidades de la región. Sólo un gobernante populista esgrime causas de seguridad nacional para excusarse de cumplir con la transparencia y rendición de cuentas ante las acusaciones de corrupción y los amparos vs la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles.

La oposición no ha logrado seguir una estrategia coordinada.

Es momento de convocar a un esfuerzo nacional de articulación, como la propuesta del Frente Cívico Nacional, para superar la parálisis, el impasse de la oposición, ante la oleada expansiva del frustrado proyecto de cambio de la 4T.

Es importante revisar las distintas experiencias e intentos de formar frentes opositores, partir de la autocrítica, que nos ayude a corregir los yerros que como oposición hemos tenido y llegar fortalecidos al 2024.

La apuesta es la ciudadanía y su capacidad de organizarse y de exigir a los partidos políticos de oposición que tomen en cuenta sus agendas y sus perfiles. Exigirles que logren tener un solo candidato, seleccionado por el medio más democrático, que es la de elecciones primarias abiertas organizadas por el INE, con un compromiso de la inclusión generosa para lograr la fuerza de la unidad.

En la pasada reforma electoral se incorporó la innovadora figura de “gobierno de coalición” y ésta facilitará la construcción de un proyecto plural incluyente semi-parlamentario, que garantice la diversidad con gobernabilidad.

Tenemos el reto de aspirar a tener los mejores gobiernos analizando las experiencias y los resultados de los mejores modelos civilizatorios contemporáneos.

El proyecto deberá fincarse en un sólido compromiso con la inclusión social, política y económica.

El fracaso de las políticas públicas del gobierno de López Obrador no debe hacernos pensar que los diagnósticos son malos. Son sus recetas las equivocadas.

El combate a la corrupción y el compromiso con los grupos más vulnerados sí son dos de los problemas más graves de nuestro país. Será necesario hacer compromisos y propuestas que atiendan a estas problemáticas, pero con políticas públicas más eficaces.

El 27 de noviembre se instalará el Comité Promotor del Frente Cívico Nacional. Apoyemos este proyecto ciudadano plural. La sociedad organizada es la ruta para recuperar la esperanza. Los partidos habrán de sumarse a ella en su momento.