/ viernes 14 de septiembre de 2018

El PAN necesita negociadores fuertes y con autonomía de palacio si quiere sobrevivir

La única oportunidad de que no se ponga moreno el estado en el 2021 se llama María Eugenia Campos Galván, aunque aquí el problema visible es la ya profunda división en el panismo chihuahuense, lo que puede ocasionar que el partido de Gómez Morín se quede literalmente sin Juan y sin la gallina.

Además de eso, y pese a que mucho se ha dicho que para el 2021 en Morena estarán agarrados del chongo por las posiciones dentro del poder con las huestes priistas o expriistas que ya comen ansias por quitarles el pastel de la boca a los morenos originales, éstos ya podrían tener una organización a prueba de intrigas y de “chapulines” que sólo buscarán su provecho.

Por lo que, también se puede dar el caso de que para las próximas elecciones ya Morena está configurada en un auténtico instituto político, con estatutos y sobre todo orden en sus filas, lo que de facto le quitaría oportunidades a los políticos renegados que sólo quieren vivir del presupuesto y que prácticamente pretenden desde ahora desplazar a la gente de López Obrador.

Pero volviendo al PAN, sin duda tiene que aprovechar al máximo su triangulo azul: Chihuahua, Ojinaga y Camargo, con la importante aportación de Delicias que se encuentra en el centro y en donde Eliseo Compeán, ratificando su indiscutible liderazgo con su cuarto triunfo electoral como candidato por el PAN, en la principal región agrícola del estado, con Ismael Pérez Pavía, indiscutible guía en Meoqui, y Aidé López, que inicia consolidando un panismo fuerte y real en Saucillo, sin duda serán el frente más importante para Morena, que seguramente querrá consolidarse en Juárez, donde juran y perjuran que les fue arrebatada leoninamente la alcaldía que presuntamente tenían ganada con el expriista Javier González Mocken.

Lo que es verdad es que no deja de ser preocupante para el PAN que quede totalmente desprotegido en la frontera, sin ninguna posición, cuando todas las diputaciones eran azules, donde se encuentra más del 40 por ciento de los electores y donde la relación alcalde –gobernador es más frágil que una varita donde se para un perico, pese al origen juarense del gobernador Javier Corral, aunque también siempre con el ánimo de no ceder un ápice en su vertical manera de pensar, menos en alguna posición de poder gubernamental.

Porque por ejemplo ya no tarda Morena, con la alianza de los minipartidos que tienen intereses, no ideología, además de un valor real e igualitario como diputados, sin importar la forma en que llegaron, uni o plurinominales, todos ya valen lo mismo, de hacerles una mayoría legislativa que les exigirá el control del congreso, cuando hubieran podido cerrar ese flanco, como decía uno de los principales funcionarios de la Torre Legislativa, hay que compartir para fortalecerse, pero de palacio, desgraciadamente no se suelta nada, literalmente ni un vale de gasolina para negociar.



La única oportunidad de que no se ponga moreno el estado en el 2021 se llama María Eugenia Campos Galván, aunque aquí el problema visible es la ya profunda división en el panismo chihuahuense, lo que puede ocasionar que el partido de Gómez Morín se quede literalmente sin Juan y sin la gallina.

Además de eso, y pese a que mucho se ha dicho que para el 2021 en Morena estarán agarrados del chongo por las posiciones dentro del poder con las huestes priistas o expriistas que ya comen ansias por quitarles el pastel de la boca a los morenos originales, éstos ya podrían tener una organización a prueba de intrigas y de “chapulines” que sólo buscarán su provecho.

Por lo que, también se puede dar el caso de que para las próximas elecciones ya Morena está configurada en un auténtico instituto político, con estatutos y sobre todo orden en sus filas, lo que de facto le quitaría oportunidades a los políticos renegados que sólo quieren vivir del presupuesto y que prácticamente pretenden desde ahora desplazar a la gente de López Obrador.

Pero volviendo al PAN, sin duda tiene que aprovechar al máximo su triangulo azul: Chihuahua, Ojinaga y Camargo, con la importante aportación de Delicias que se encuentra en el centro y en donde Eliseo Compeán, ratificando su indiscutible liderazgo con su cuarto triunfo electoral como candidato por el PAN, en la principal región agrícola del estado, con Ismael Pérez Pavía, indiscutible guía en Meoqui, y Aidé López, que inicia consolidando un panismo fuerte y real en Saucillo, sin duda serán el frente más importante para Morena, que seguramente querrá consolidarse en Juárez, donde juran y perjuran que les fue arrebatada leoninamente la alcaldía que presuntamente tenían ganada con el expriista Javier González Mocken.

Lo que es verdad es que no deja de ser preocupante para el PAN que quede totalmente desprotegido en la frontera, sin ninguna posición, cuando todas las diputaciones eran azules, donde se encuentra más del 40 por ciento de los electores y donde la relación alcalde –gobernador es más frágil que una varita donde se para un perico, pese al origen juarense del gobernador Javier Corral, aunque también siempre con el ánimo de no ceder un ápice en su vertical manera de pensar, menos en alguna posición de poder gubernamental.

Porque por ejemplo ya no tarda Morena, con la alianza de los minipartidos que tienen intereses, no ideología, además de un valor real e igualitario como diputados, sin importar la forma en que llegaron, uni o plurinominales, todos ya valen lo mismo, de hacerles una mayoría legislativa que les exigirá el control del congreso, cuando hubieran podido cerrar ese flanco, como decía uno de los principales funcionarios de la Torre Legislativa, hay que compartir para fortalecerse, pero de palacio, desgraciadamente no se suelta nada, literalmente ni un vale de gasolina para negociar.