/ lunes 25 de marzo de 2019

El papa Francisco dijo

Me parece que las frases que acuña el papa Francisco tienen valor universal. No sólo benefician a los católicos. Su finalidad es engrandecer al ser humano. No se trata de hacer proselitismo, sino hacer a la persona más persona, darle a la persona el valor de grandeza y dignidad.

“Caminar con María detrás de Jesús que lleva la cruz, es la escuela de la vida cristiana. En el viacrucis se aprende el amor paciente, silencioso y concreto. María es la mujer fuerte del ‘sí’ que da esperanza. Los jóvenes son el ‘hoy para mañana’ no el ‘mientras tanto’ sino el hoy, el ahora de la Iglesia y del mundo. Hay que hacer memoria agradecida del presente, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza. La vida cristiana no es un carnaval, no es una fiesta, y alegría continua; la vida cristiana tiene momentos bellísimos y momentos difíciles, momentos de agobio, de desapego donde parece que nada tiene sentido, momentos de desolación. La liturgia es un tesoro que no puede reducirse a gustos o corrientes. Para que la vida sea verdaderamente una alabanza agradable a Dios, hay que cambiar el corazón. Piensa en el hermano que sufre. Las Bienaventuranzas nos ayudan a no confiar en las cosas materiales. Dios nos ama con el corazón. Quien ama a la Iglesia sabe perdonar. Ora con respeto, no se puede rezar como papagayos. El amor verdadero te lleva a ‘quemar’ la vida. Para que lleves adelante la familia haz de decir: con permiso, gracias, perdón. – Sin amor todo esfuerzo se hace pesado e intolerable. Hay que integrar a la mujer como figura de la Iglesia en nuestro pensamiento. Debe haber una sana colaboración entre laicos, religiosos y clérigos. La mujer es la imagen de la Iglesia. Nadie está seguro de cómo y cuándo terminará su vida. Las pasiones no son malas, son la sangre para sacar adelante las muchas cosas buenas. Un cristiano incoherente vive sin aspirar a la santidad. El diablo nos lleva por caminos del mal. El chisme destruye como la bomba atómica. Somos especialistas para encontrar la culpa de los demás. Oren por sus hijos, confíenlos a Dios, a Nuestra Señora para que puedan protegerlos. La política es una vocación que promueve la amistad social para la generación del bien común. El maquillaje del alma impide la coherencia de la vida. La mujer hace hermoso al mundo, lo cuida y lo mantiene vivo. La Biblia está llena de expresiones que nos narran la voluntad positiva de Dios ante el mundo”.


Me parece que las frases que acuña el papa Francisco tienen valor universal. No sólo benefician a los católicos. Su finalidad es engrandecer al ser humano. No se trata de hacer proselitismo, sino hacer a la persona más persona, darle a la persona el valor de grandeza y dignidad.

“Caminar con María detrás de Jesús que lleva la cruz, es la escuela de la vida cristiana. En el viacrucis se aprende el amor paciente, silencioso y concreto. María es la mujer fuerte del ‘sí’ que da esperanza. Los jóvenes son el ‘hoy para mañana’ no el ‘mientras tanto’ sino el hoy, el ahora de la Iglesia y del mundo. Hay que hacer memoria agradecida del presente, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza. La vida cristiana no es un carnaval, no es una fiesta, y alegría continua; la vida cristiana tiene momentos bellísimos y momentos difíciles, momentos de agobio, de desapego donde parece que nada tiene sentido, momentos de desolación. La liturgia es un tesoro que no puede reducirse a gustos o corrientes. Para que la vida sea verdaderamente una alabanza agradable a Dios, hay que cambiar el corazón. Piensa en el hermano que sufre. Las Bienaventuranzas nos ayudan a no confiar en las cosas materiales. Dios nos ama con el corazón. Quien ama a la Iglesia sabe perdonar. Ora con respeto, no se puede rezar como papagayos. El amor verdadero te lleva a ‘quemar’ la vida. Para que lleves adelante la familia haz de decir: con permiso, gracias, perdón. – Sin amor todo esfuerzo se hace pesado e intolerable. Hay que integrar a la mujer como figura de la Iglesia en nuestro pensamiento. Debe haber una sana colaboración entre laicos, religiosos y clérigos. La mujer es la imagen de la Iglesia. Nadie está seguro de cómo y cuándo terminará su vida. Las pasiones no son malas, son la sangre para sacar adelante las muchas cosas buenas. Un cristiano incoherente vive sin aspirar a la santidad. El diablo nos lleva por caminos del mal. El chisme destruye como la bomba atómica. Somos especialistas para encontrar la culpa de los demás. Oren por sus hijos, confíenlos a Dios, a Nuestra Señora para que puedan protegerlos. La política es una vocación que promueve la amistad social para la generación del bien común. El maquillaje del alma impide la coherencia de la vida. La mujer hace hermoso al mundo, lo cuida y lo mantiene vivo. La Biblia está llena de expresiones que nos narran la voluntad positiva de Dios ante el mundo”.