/ jueves 15 de agosto de 2019

El Paso

“Cuando la armadura desaparezca y estés bien, sentirás el dolor de los otros también”

-Robert Fisher -

Imposible no sentirnos tristes, lastimados y preocupados por lo acontecido hace unos días en la tienda Walmart de El Paso, Texas, lugar visitado casi de manera obligatoria por los chihuahuenses que para olvidarnos un poco de la diaria rutina acudimos y al que ubicamos como “el que abre las 24 horas” y que es punto de encuentro de muchos paisanos, una tienda pues, familiarizada con nosotros.

La tragedia perpetrada por un joven que condujo su automóvil por varias horas es imposible leerla como una acción solitaria. La supremacía de la genta blanca es el argumento que, a pesar de rebasar lo irrazonable y lo estúpido, está siendo considerada como el motor del joven asesino que llevó su acción más allá de una ocurrencia.

Los ataques directos e indirectos de quien manda en la Casa Blanca hacia los migrantes desde luego que mueven a mentes equivocadas a tomar decisiones catastróficas. La división en que se encuentra el país de las barras y las estrellas está custodiada por un ambiente en donde el racismo y el odio hacia quienes no son como ellos va en constante aumento y que, por supuesto tiene un porqué, un porqué que encuentra su base en quien desde candidato ha insistido con la construcción de un muro y que sigue deportando gente día con día.

Difícil pensar que estas dolorosas tragedias de El Paso y de otras ciudades norteamericanas muevan la manera de pensar o sensibilicen al primer mandatario que buscará reelegirse; por lo pronto estos acontecimientos violentos combinados con los discursos incendiarios ya motivaron las protestas y el abucheo de ciudadanos que se encuentran en pleno desacuerdo con la lastimosa xenofobia.

Y ¿aquí en México cómo andamos?, el querer separar a quienes consideran buenos de quienes consideran malos ¿no motiva a sentimientos negativos?, aquí en nuestra azteca nación también existen personajes que desarrollan un pleno complejo de superioridad que envueltos en una acomodada clase social no voltean hacia abajo más que para estornudar, o ¿me equivoco?

Desde este espacio un abrazo a quienes sufrieron la pérdida de un ser querido en esta absurda manifestación de odio ocurrida en la, hasta entonces, tranquila ciudad de El Paso, Texas.

“Cuando la armadura desaparezca y estés bien, sentirás el dolor de los otros también”

-Robert Fisher -

Imposible no sentirnos tristes, lastimados y preocupados por lo acontecido hace unos días en la tienda Walmart de El Paso, Texas, lugar visitado casi de manera obligatoria por los chihuahuenses que para olvidarnos un poco de la diaria rutina acudimos y al que ubicamos como “el que abre las 24 horas” y que es punto de encuentro de muchos paisanos, una tienda pues, familiarizada con nosotros.

La tragedia perpetrada por un joven que condujo su automóvil por varias horas es imposible leerla como una acción solitaria. La supremacía de la genta blanca es el argumento que, a pesar de rebasar lo irrazonable y lo estúpido, está siendo considerada como el motor del joven asesino que llevó su acción más allá de una ocurrencia.

Los ataques directos e indirectos de quien manda en la Casa Blanca hacia los migrantes desde luego que mueven a mentes equivocadas a tomar decisiones catastróficas. La división en que se encuentra el país de las barras y las estrellas está custodiada por un ambiente en donde el racismo y el odio hacia quienes no son como ellos va en constante aumento y que, por supuesto tiene un porqué, un porqué que encuentra su base en quien desde candidato ha insistido con la construcción de un muro y que sigue deportando gente día con día.

Difícil pensar que estas dolorosas tragedias de El Paso y de otras ciudades norteamericanas muevan la manera de pensar o sensibilicen al primer mandatario que buscará reelegirse; por lo pronto estos acontecimientos violentos combinados con los discursos incendiarios ya motivaron las protestas y el abucheo de ciudadanos que se encuentran en pleno desacuerdo con la lastimosa xenofobia.

Y ¿aquí en México cómo andamos?, el querer separar a quienes consideran buenos de quienes consideran malos ¿no motiva a sentimientos negativos?, aquí en nuestra azteca nación también existen personajes que desarrollan un pleno complejo de superioridad que envueltos en una acomodada clase social no voltean hacia abajo más que para estornudar, o ¿me equivoco?

Desde este espacio un abrazo a quienes sufrieron la pérdida de un ser querido en esta absurda manifestación de odio ocurrida en la, hasta entonces, tranquila ciudad de El Paso, Texas.