/ jueves 5 de julio de 2018

El péndulo de la historia


El domingo pasado se llevó a cabo la elección más grande de la historia nacional, no sólo en participación en la organización, sino en lo que corresponde a orden, conteo, número de puestos de elección popular en juego, así como por supuesto por la cantidad de personas que acudieron a emitir su voto en el que, además, se dio como claro ganador al candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia Andrés, Manuel López Obrador, quien supera al momento en que se escribe este artículo, más de 30 millones de votos, siendo así el de mayor porcentaje (más de la mitad de electores) y el de mayor número de votos en toda la historia nacional.

Sin embargo, por las características que posee su personalidad, curiosamente no solamente fue el candidato que acaparó el mayor número de jóvenes, mujeres y hombres de todas las edades, sino que, hablando del grado máximo de estudios, fue también el que recibió el mayor apoyo por parte de quienes tienen el mayor grado académico en el país, con lo que combina un extraña, pero sin duda eficaz forma en la que se conjugaron las cifras para dar una victoria que se antoja lejana en las posibilidades que envuelve en sus circunstancias para cuando inicie el nuevo gobierno.

Estamos ante el péndulo de la historia que ahora retorna, por la vía de una victoria democrática en el marco de la madurez de un pueblo al que le ha costado sangre, sudor y lágrimas y que, en ella, visto así, a la luz de la larga duración que destaca Fernando Braudel para los estudios históricos y que representa, además, una valiosa herramienta para que, junto con el momento, se puedan retomar los esfuerzos de miles de hombres y mujeres que han apostado por un futuro diferente.

Aún falta tiempo para que este gobierno inicie, sin embargo, como todos lo que me ha tocado vivir en mi medio siglo de vida, habrá que explorar las acciones y revisar los hechos, las consecuencias de los actos que ahora vendrán para dar testimonio de lo que pueda suceder.

Sin duda grandes esperanzas, sobre todo ante los años más violentos de la historia nacional y en el marco de niveles de impunidad y pobreza que rebasan por mucho, escenas de la imaginación de cualquier director de películas del tema.

Por ahora son sólo espacios de reflexión colectiva en la que vemos o vislumbramos escenarios en el futuro. Corresponderá a todos el generar las acciones para que ello pueda ser posible en el marco de nuestra realidad social.

https://manuelnavarrow.com



El domingo pasado se llevó a cabo la elección más grande de la historia nacional, no sólo en participación en la organización, sino en lo que corresponde a orden, conteo, número de puestos de elección popular en juego, así como por supuesto por la cantidad de personas que acudieron a emitir su voto en el que, además, se dio como claro ganador al candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia Andrés, Manuel López Obrador, quien supera al momento en que se escribe este artículo, más de 30 millones de votos, siendo así el de mayor porcentaje (más de la mitad de electores) y el de mayor número de votos en toda la historia nacional.

Sin embargo, por las características que posee su personalidad, curiosamente no solamente fue el candidato que acaparó el mayor número de jóvenes, mujeres y hombres de todas las edades, sino que, hablando del grado máximo de estudios, fue también el que recibió el mayor apoyo por parte de quienes tienen el mayor grado académico en el país, con lo que combina un extraña, pero sin duda eficaz forma en la que se conjugaron las cifras para dar una victoria que se antoja lejana en las posibilidades que envuelve en sus circunstancias para cuando inicie el nuevo gobierno.

Estamos ante el péndulo de la historia que ahora retorna, por la vía de una victoria democrática en el marco de la madurez de un pueblo al que le ha costado sangre, sudor y lágrimas y que, en ella, visto así, a la luz de la larga duración que destaca Fernando Braudel para los estudios históricos y que representa, además, una valiosa herramienta para que, junto con el momento, se puedan retomar los esfuerzos de miles de hombres y mujeres que han apostado por un futuro diferente.

Aún falta tiempo para que este gobierno inicie, sin embargo, como todos lo que me ha tocado vivir en mi medio siglo de vida, habrá que explorar las acciones y revisar los hechos, las consecuencias de los actos que ahora vendrán para dar testimonio de lo que pueda suceder.

Sin duda grandes esperanzas, sobre todo ante los años más violentos de la historia nacional y en el marco de niveles de impunidad y pobreza que rebasan por mucho, escenas de la imaginación de cualquier director de películas del tema.

Por ahora son sólo espacios de reflexión colectiva en la que vemos o vislumbramos escenarios en el futuro. Corresponderá a todos el generar las acciones para que ello pueda ser posible en el marco de nuestra realidad social.

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