/ viernes 3 de julio de 2020

El pensamiento conservador

Más del 90% de los mexicanos considera a la familia como la institución en la que más confían, así lo revelan encuestas de instituciones académicas y empresas; podrá la ciudadanía desconfiar de otras instituciones, pero no de la familia, porque en ella se produce el intercambio de valores, de afectos, de lealtades, brinda remanso de paz, calor de hogar e identidad, entre otros factores que necesitamos los seres humanos para ser felices.

La familia es milenaria, de orden natural, con un padre, una madre, hermanos y otros familiares, por ende, es una institución del pensamiento conservador, en la que confiamos casi todos los mexicanos, independientemente de las corrientes políticas de derecha o de izquierda que se abracen. Otro acierto afortunado del pensamiento conservador es la creación de la institución universitaria, fundada por jesuitas, en la Edad Media, y el mundo entero la acredita como la máxima casa de estudios superiores y por excelencia, para el conocimiento universal, la ciencia, la innovación y la tecnología que son fuentes para el desarrollo y el progreso de los países.

Tan sólo se exponen dos ejemplos para reflexionar sobre el grave error del discurso de la 4T, de pretender dividirnos entre “conservadores y liberales”, y menos aún que a los conservadores los etiqueten como retrógrados, antidemócratas y que se oponen al progreso, por lo contrario, el pensamiento conservador defiende nuestras instituciones y tradiciones porque nos dan identidad, de la que debemos sentirnos orgullosos. Vasconcelos nos define como “la raza de bronce” por nuestra riqueza cultural, producto de la fusión entre dos razas y dos culturas.

Nada más erróneo que pretendan dividirnos como Nación. Si entre países existe solidaridad, aún más debe prevalecer en los habitantes de una Patria. El pensamiento conservador también exige que los gobernantes se elijan para ejercer el gobierno con responsabilidad y apego al Estado de derecho para mantener el orden.

El pensamiento conservador promueve que se brinden oportunidades para el desarrollo mejorando las instituciones educativas y se brinden oportunidades para la generación de empleos con prestaciones y salarios dignos; el pensamiento conservador llama a la unidad de la sociedad para garantizar el ejercicio de las libertades y los derechos de las personas, para la consolidación de instituciones que nos garanticen respeto, democracia, transparencia, unidad y desarrollo; el pensamiento conservador construye instituciones que dignifican a los seres humanos.

En todo caso, retrógrados, entre otras cosas, son los que dividen y destruyen, y se oponen al progreso y al desarrollo, clausurando inversiones para la creación de fuentes de empleos, oponiéndose también a las nuevas tecnologías, a las energías renovables y están estancados en las refinerías que son fuente de contaminación y dañan el medio ambiente.




Más del 90% de los mexicanos considera a la familia como la institución en la que más confían, así lo revelan encuestas de instituciones académicas y empresas; podrá la ciudadanía desconfiar de otras instituciones, pero no de la familia, porque en ella se produce el intercambio de valores, de afectos, de lealtades, brinda remanso de paz, calor de hogar e identidad, entre otros factores que necesitamos los seres humanos para ser felices.

La familia es milenaria, de orden natural, con un padre, una madre, hermanos y otros familiares, por ende, es una institución del pensamiento conservador, en la que confiamos casi todos los mexicanos, independientemente de las corrientes políticas de derecha o de izquierda que se abracen. Otro acierto afortunado del pensamiento conservador es la creación de la institución universitaria, fundada por jesuitas, en la Edad Media, y el mundo entero la acredita como la máxima casa de estudios superiores y por excelencia, para el conocimiento universal, la ciencia, la innovación y la tecnología que son fuentes para el desarrollo y el progreso de los países.

Tan sólo se exponen dos ejemplos para reflexionar sobre el grave error del discurso de la 4T, de pretender dividirnos entre “conservadores y liberales”, y menos aún que a los conservadores los etiqueten como retrógrados, antidemócratas y que se oponen al progreso, por lo contrario, el pensamiento conservador defiende nuestras instituciones y tradiciones porque nos dan identidad, de la que debemos sentirnos orgullosos. Vasconcelos nos define como “la raza de bronce” por nuestra riqueza cultural, producto de la fusión entre dos razas y dos culturas.

Nada más erróneo que pretendan dividirnos como Nación. Si entre países existe solidaridad, aún más debe prevalecer en los habitantes de una Patria. El pensamiento conservador también exige que los gobernantes se elijan para ejercer el gobierno con responsabilidad y apego al Estado de derecho para mantener el orden.

El pensamiento conservador promueve que se brinden oportunidades para el desarrollo mejorando las instituciones educativas y se brinden oportunidades para la generación de empleos con prestaciones y salarios dignos; el pensamiento conservador llama a la unidad de la sociedad para garantizar el ejercicio de las libertades y los derechos de las personas, para la consolidación de instituciones que nos garanticen respeto, democracia, transparencia, unidad y desarrollo; el pensamiento conservador construye instituciones que dignifican a los seres humanos.

En todo caso, retrógrados, entre otras cosas, son los que dividen y destruyen, y se oponen al progreso y al desarrollo, clausurando inversiones para la creación de fuentes de empleos, oponiéndose también a las nuevas tecnologías, a las energías renovables y están estancados en las refinerías que son fuente de contaminación y dañan el medio ambiente.