/ viernes 11 de enero de 2019

El peor sexenio


Me parece que el peor sexenio que hemos sufrido en México es el de Luis Echeverría Álvarez, fue del 1970 al 1976. Yo lo viví. No lo digo porque me lo cuenten. Yo viví ese sexenio y lo recuerdo como pésimo. Empezó como populista, siguió como populista y terminó populista. Lo primero que prometió fue dar tierras a los ejidatarios. Ya no había tierras que dar, pero fue su promesa. Prometió dar subsidio a los pobres de México. Les hizo a los maestros del sindicato nacional una reforma educativa.

Ahora estamos empezando un sexenio. No llevamos ni un mes de haberlo iniciado. Pero sí lo empezamos con las mismas promesas. El nuevo prometió levantar las jubilaciones de los viejitos, prometió mejorar la situación los indígenas, y deshizo la Reforma Educativa aprobada por el presidente anterior para hacer para los maestros del sindicato nacional una nueva reforma. No me refiero a las otras promesas, que ya se ha visto que no las cumplirá. Ya estamos con desabasto de gasolina en todo el país. Vamos empezando a seguir los pasos de Maduro de Venezuela.

Los indios se ganaron al entonces presidente electo regalándole bastones de mando, y cubriéndolo de humo blanco como si fuera un dios de la prehistoria. Y la primera ley que sacó fue la de los indios. Populismo.

Cuando Luis Echeverría necesitó que lo apoyaran en la nueva reforma educativa acarreó maestros de toda la república para juntarlos en México, y dar la impresión de apoyo a su ley. Ahora los maestros ya están dispuestos a ir al fin del mundo con tal de apoyar la nueva reforma que hará.

La alza a los jubilados saldrá de lo que el gobierno federal daba a los estados. Los estados recibirán menos, o no recibirán nada. La presidente de los morenos ya defendió la raquítica entrega que se ha hecho a Chihuahua.

Lo peor del actual sexenio es ese hablar tartamudeando. Es pronunciando palabra por palabra. Si todos los políticos, todos los maestros y todos los ministros de culto van a aprender a hablar tartamudos, vamos a tener un país de tartamudos, de inútiles para expresarse. Y eso será lo peor que le puede pasar a México. Por las trazas parece que el peor sexenio será el que ahora vivimos.




Me parece que el peor sexenio que hemos sufrido en México es el de Luis Echeverría Álvarez, fue del 1970 al 1976. Yo lo viví. No lo digo porque me lo cuenten. Yo viví ese sexenio y lo recuerdo como pésimo. Empezó como populista, siguió como populista y terminó populista. Lo primero que prometió fue dar tierras a los ejidatarios. Ya no había tierras que dar, pero fue su promesa. Prometió dar subsidio a los pobres de México. Les hizo a los maestros del sindicato nacional una reforma educativa.

Ahora estamos empezando un sexenio. No llevamos ni un mes de haberlo iniciado. Pero sí lo empezamos con las mismas promesas. El nuevo prometió levantar las jubilaciones de los viejitos, prometió mejorar la situación los indígenas, y deshizo la Reforma Educativa aprobada por el presidente anterior para hacer para los maestros del sindicato nacional una nueva reforma. No me refiero a las otras promesas, que ya se ha visto que no las cumplirá. Ya estamos con desabasto de gasolina en todo el país. Vamos empezando a seguir los pasos de Maduro de Venezuela.

Los indios se ganaron al entonces presidente electo regalándole bastones de mando, y cubriéndolo de humo blanco como si fuera un dios de la prehistoria. Y la primera ley que sacó fue la de los indios. Populismo.

Cuando Luis Echeverría necesitó que lo apoyaran en la nueva reforma educativa acarreó maestros de toda la república para juntarlos en México, y dar la impresión de apoyo a su ley. Ahora los maestros ya están dispuestos a ir al fin del mundo con tal de apoyar la nueva reforma que hará.

La alza a los jubilados saldrá de lo que el gobierno federal daba a los estados. Los estados recibirán menos, o no recibirán nada. La presidente de los morenos ya defendió la raquítica entrega que se ha hecho a Chihuahua.

Lo peor del actual sexenio es ese hablar tartamudeando. Es pronunciando palabra por palabra. Si todos los políticos, todos los maestros y todos los ministros de culto van a aprender a hablar tartamudos, vamos a tener un país de tartamudos, de inútiles para expresarse. Y eso será lo peor que le puede pasar a México. Por las trazas parece que el peor sexenio será el que ahora vivimos.