/ sábado 30 de noviembre de 2019

El porqué de la crítica feral hacia AMLO, o “de casta le viene al galgo”

Una crítica feral,

y de suyo persistente …

soporta AMLO resistente;

como mediático mal.


Siendo AMLO un candidato a la presidencia de la República de México, basó su campaña en denunciar y prometer combatir la corrupción, una lucha denodada buscando honestidad del Gobierno y sus instituciones y de manera refleja la honestidad de la ciudadanía del país.

Nunca antes ningún otro candidato nos insistió tanto en ser honestos y combatir la vergonzosa corrupción de los funcionarios y empleados públicos; de una práctica que había tomado ya espacio sistemático común, y hasta folklórico en el país – una jugosa práctica a seguir, si se llegaba a participar en la política nacional-.

Su denuncia me atrajo y me sedujo, “me volví obradorista”, y como yo, miles de mexicanos que de manera singular lo elevamos al poder.

Sin embargo un 35% de la población nacional que no votó por él se volvió reaccionaria, que, según el diccionario, es… la tendencia política que se opone al progreso y quiere conservar las cosas antiguas.

Y por diversas causas en “críticos del gobierno obradorista”, la causa primera: los partidos… el PRI, el PAN, y demás partidos corifeos, se exigían el rechazo simplemente por su pertenencia política; sobre todo el PAN, que reúne las fuerzas mayormente conservadoras de manera secular de México, a más de los mayores capitales económicos y de intereses financieros; son el sector a quien menos le interesa la desaparición de la corrupción y la prevalencia de la honestidad; pues la mayoría de ellos ejercen una doble moral pública, y como ya lo mencionó el mismo López Obrador: “además de ladrones son hipócritas”. Estas fuerzas siempre serán el contrapeso del progreso.

Pero he podido observar al margen de todo esto, un grupo antagónico a AMLO, que no se define por su filiación política y que resulta ser el crítico más virulento, feral, inicuo, insultivo, beligerante lato y en ocasiones…palmario a ultranza; a pesar de que AMLO ha demostrado en un corto período su lucha contra la corrupción, la más reciente… la anulación de las participaciones millonarias a los diputados del Congreso de la Unión, y la reducción de los salarios de los funcionarios del INE, etc.

Sin embargo los individuos del mencionado grupo -que no están asociados entre sí- lo atacan de manera personal, por todos los medios de comunicación; con epítetos y adjetivos que agreden hasta sus características físicas, el más desleal y cobarde ataque que se le puede hace a una persona inteligente y de respeto…“cabecita de cebolla, viejito loco”, etc. Son injurias pueriles de mentalidades muy elementales. ¿Por qué esta crítica feral y sin sentido? A los que nos robaron hasta el hartazgo nunca los han criticado, ¿a qué se debe? He podido observar esta conducta en un sinnúmero de individuos que tienen un “denominador común”, son personas pertenecientes a familias que han vivido o vivieron y se criaron en actividades corruptas; hijos de padres que fueron funcionarios o modestos servidores públicos de los tres niveles de Gobierno, que aparte de su exiguo salario, ganaron corruptas fortunas: policías de caminos, inspectores municipales, celadores aduanales, militares de rango que se asociaron a la delincuencia; o que de su posición obtuvieron pingües ganancias, etc.; sus descendientes comieron, vistieron y se condujeron en vehículos desde su primera juventud, producto de la “aceptada corrupción”; esas descendencias hoy aborrecen a AMLO, quien aboga por la honestidad. Cuando escuchen a alguien atacar sin mesura a AMLO, analicen las fuentes de ingresos de sus familias; sin duda tendrán antecedentes de corrupción, “de casta le viene al galgo”. Aceptar la filosofía ética de AMLO para ellos es aceptar la nefasta corrupción de sus progenitores o la suya propia.

Una crítica feral,

y de suyo persistente …

soporta AMLO resistente;

como mediático mal.


Siendo AMLO un candidato a la presidencia de la República de México, basó su campaña en denunciar y prometer combatir la corrupción, una lucha denodada buscando honestidad del Gobierno y sus instituciones y de manera refleja la honestidad de la ciudadanía del país.

Nunca antes ningún otro candidato nos insistió tanto en ser honestos y combatir la vergonzosa corrupción de los funcionarios y empleados públicos; de una práctica que había tomado ya espacio sistemático común, y hasta folklórico en el país – una jugosa práctica a seguir, si se llegaba a participar en la política nacional-.

Su denuncia me atrajo y me sedujo, “me volví obradorista”, y como yo, miles de mexicanos que de manera singular lo elevamos al poder.

Sin embargo un 35% de la población nacional que no votó por él se volvió reaccionaria, que, según el diccionario, es… la tendencia política que se opone al progreso y quiere conservar las cosas antiguas.

Y por diversas causas en “críticos del gobierno obradorista”, la causa primera: los partidos… el PRI, el PAN, y demás partidos corifeos, se exigían el rechazo simplemente por su pertenencia política; sobre todo el PAN, que reúne las fuerzas mayormente conservadoras de manera secular de México, a más de los mayores capitales económicos y de intereses financieros; son el sector a quien menos le interesa la desaparición de la corrupción y la prevalencia de la honestidad; pues la mayoría de ellos ejercen una doble moral pública, y como ya lo mencionó el mismo López Obrador: “además de ladrones son hipócritas”. Estas fuerzas siempre serán el contrapeso del progreso.

Pero he podido observar al margen de todo esto, un grupo antagónico a AMLO, que no se define por su filiación política y que resulta ser el crítico más virulento, feral, inicuo, insultivo, beligerante lato y en ocasiones…palmario a ultranza; a pesar de que AMLO ha demostrado en un corto período su lucha contra la corrupción, la más reciente… la anulación de las participaciones millonarias a los diputados del Congreso de la Unión, y la reducción de los salarios de los funcionarios del INE, etc.

Sin embargo los individuos del mencionado grupo -que no están asociados entre sí- lo atacan de manera personal, por todos los medios de comunicación; con epítetos y adjetivos que agreden hasta sus características físicas, el más desleal y cobarde ataque que se le puede hace a una persona inteligente y de respeto…“cabecita de cebolla, viejito loco”, etc. Son injurias pueriles de mentalidades muy elementales. ¿Por qué esta crítica feral y sin sentido? A los que nos robaron hasta el hartazgo nunca los han criticado, ¿a qué se debe? He podido observar esta conducta en un sinnúmero de individuos que tienen un “denominador común”, son personas pertenecientes a familias que han vivido o vivieron y se criaron en actividades corruptas; hijos de padres que fueron funcionarios o modestos servidores públicos de los tres niveles de Gobierno, que aparte de su exiguo salario, ganaron corruptas fortunas: policías de caminos, inspectores municipales, celadores aduanales, militares de rango que se asociaron a la delincuencia; o que de su posición obtuvieron pingües ganancias, etc.; sus descendientes comieron, vistieron y se condujeron en vehículos desde su primera juventud, producto de la “aceptada corrupción”; esas descendencias hoy aborrecen a AMLO, quien aboga por la honestidad. Cuando escuchen a alguien atacar sin mesura a AMLO, analicen las fuentes de ingresos de sus familias; sin duda tendrán antecedentes de corrupción, “de casta le viene al galgo”. Aceptar la filosofía ética de AMLO para ellos es aceptar la nefasta corrupción de sus progenitores o la suya propia.