/ jueves 22 de octubre de 2020

El rebrote del coronavirus y el peligro de una sindemia

Chihuahua regresa al color naranja después de transitar brevemente por el amarillo debido a un rebrote fuerte de la Covid-19, principalmente en la capital y Ciudad Juárez.

La sindemia es la combinación de dos epidemias, en este caso del coronavirus y de la influenza, la cual se presenta en la época otoñal-invernal. Debido a ello la Secretaría de Salud inició la vacunación de la segunda en este mes, por lo que la mayoría de los chihuahuenses deberían acudir a los módulos designados para su aplicación.

La situación sanitaria en el estado es seria, por no decir grave, ya que la oleada de contagios en la última semana ha saturado los hospitales públicos y privados.

El espectro de una tragedia humana se perfila en el horizonte cercano debido a que buena parte de la población ha abandonado las medidas de prevención para la pandemia y a la crítica situación financiera de los servicios públicos de salud, como Pensiones Civiles del Estado.

El director general de esta institución ha advertido sobre los aumentos exponenciales de contagios entre los derechohabientes, lo cual ha ocasionado incluso que siete de ellos murieran por Covid-19 sin poder ser atendidos en algún nosocomio, público o privado.

La sindemia, pronosticada por la Secretaría de Salud Estatal, se complica con otros factores como la obesidad y la diabetes. En el estado de Chihuahua más de un millón 100 mil habitantes presentan sobrepeso u obesidad.

La débil recuperación que habían tenido algunos sectores económicos con la apertura proporcional del color amarillo ahora tienen el riesgo de perderla al limitarse de nueva cuenta sus actividades.

El dilema ante el que se enfrentan los gobiernos en el país y el resto del mundo ante la nueva oleada de pandemia es si retroceder a medidas de confinamiento o continuar con la apertura económica, disyuntiva ante la cual cada nación actúa de forma distinta de acuerdo con sus circunstancias nacionales.

En la Unión Europea la mayoría de sus integrantes regresaron al color rojo, con las protestas sociales consecuentes en países como España.

La pandemia, como lo había advertido la OMS, regresa con más fuerza y produciendo una mayor cantidad de contagios y muertes. En el país, mientras Campeche es la única entidad en color verde, Chihuahua, Nuevo León y Durango, así como otros estados están en naranja con un alto riesgo de regresar al rojo.

El cansancio, hartazgo e irritación por siete meses de confinamientos han provocado una reacción negativa por parte de los chihuahuenses, ya que incluso bastantes niegan la realidad del coronavirus y continúan con sus actividades normales sin la menor precaución.

Por ejemplo, en esta capital decenas, si no es que cientos de ciudadanos, transitaron por las calles hacinados sin cubrebocas como si hubiese regresado la normalidad con el pretexto de admirar los alebrijes que se exponen en el Centro Histórico. No se diga ya las multitudes que acuden a los tianguis y centros comerciales.

La peligrosa combinación de la sindemia, la deficitaria condición de los servicios de salud y la irresponsable conducta de buena parte de los ciudadanos deberían ser una seria alerta para tener conciencia sobre esta amenazante emergencia sanitaria para la cual no existe hasta ahora una solución probable y menos definitiva.

Chihuahua regresa al color naranja después de transitar brevemente por el amarillo debido a un rebrote fuerte de la Covid-19, principalmente en la capital y Ciudad Juárez.

La sindemia es la combinación de dos epidemias, en este caso del coronavirus y de la influenza, la cual se presenta en la época otoñal-invernal. Debido a ello la Secretaría de Salud inició la vacunación de la segunda en este mes, por lo que la mayoría de los chihuahuenses deberían acudir a los módulos designados para su aplicación.

La situación sanitaria en el estado es seria, por no decir grave, ya que la oleada de contagios en la última semana ha saturado los hospitales públicos y privados.

El espectro de una tragedia humana se perfila en el horizonte cercano debido a que buena parte de la población ha abandonado las medidas de prevención para la pandemia y a la crítica situación financiera de los servicios públicos de salud, como Pensiones Civiles del Estado.

El director general de esta institución ha advertido sobre los aumentos exponenciales de contagios entre los derechohabientes, lo cual ha ocasionado incluso que siete de ellos murieran por Covid-19 sin poder ser atendidos en algún nosocomio, público o privado.

La sindemia, pronosticada por la Secretaría de Salud Estatal, se complica con otros factores como la obesidad y la diabetes. En el estado de Chihuahua más de un millón 100 mil habitantes presentan sobrepeso u obesidad.

La débil recuperación que habían tenido algunos sectores económicos con la apertura proporcional del color amarillo ahora tienen el riesgo de perderla al limitarse de nueva cuenta sus actividades.

El dilema ante el que se enfrentan los gobiernos en el país y el resto del mundo ante la nueva oleada de pandemia es si retroceder a medidas de confinamiento o continuar con la apertura económica, disyuntiva ante la cual cada nación actúa de forma distinta de acuerdo con sus circunstancias nacionales.

En la Unión Europea la mayoría de sus integrantes regresaron al color rojo, con las protestas sociales consecuentes en países como España.

La pandemia, como lo había advertido la OMS, regresa con más fuerza y produciendo una mayor cantidad de contagios y muertes. En el país, mientras Campeche es la única entidad en color verde, Chihuahua, Nuevo León y Durango, así como otros estados están en naranja con un alto riesgo de regresar al rojo.

El cansancio, hartazgo e irritación por siete meses de confinamientos han provocado una reacción negativa por parte de los chihuahuenses, ya que incluso bastantes niegan la realidad del coronavirus y continúan con sus actividades normales sin la menor precaución.

Por ejemplo, en esta capital decenas, si no es que cientos de ciudadanos, transitaron por las calles hacinados sin cubrebocas como si hubiese regresado la normalidad con el pretexto de admirar los alebrijes que se exponen en el Centro Histórico. No se diga ya las multitudes que acuden a los tianguis y centros comerciales.

La peligrosa combinación de la sindemia, la deficitaria condición de los servicios de salud y la irresponsable conducta de buena parte de los ciudadanos deberían ser una seria alerta para tener conciencia sobre esta amenazante emergencia sanitaria para la cual no existe hasta ahora una solución probable y menos definitiva.