/ viernes 23 de febrero de 2018

El régimen sigue; no se hagan bolas

Al conocerse el pasado fin de semana los candidatos plurinominales principalmente de las alianzas que lideran Morena y el PAN, quedó claro que no hay de qué preocuparse, que es más de lo mismo, nada más que ahora más revueltitos, lo que quiere decir que infinitamente podrán ser mejor los supuestos malos por conocidos que los posibles buenos por conocer. El régimen sigue pues, no se hagan bolas.

Por ejemplo, veremos a Germán Martínez, como candidato plurinominal a senador de Morena, cuando estas posiciones, la lógica dice que son para los íconos partidistas, más que en el sexenio pasado el más acérrimo golpeador de López Obrador fue precisamente el ahora su flamante candidato plurinominal a senador.

Napoleón Gómez Urrutia, heredero del Sindicato Nacional de Mineros, de manos de su padre, Napoleón Gómez Sada y que después de esquilmar a la institución que representaba fue acusado formalmente por su propio sindicato por un fraude de 54 millones de dólares. El angelito tiene 14 años radicando en Canadá y ahora López Obrador le da el regreso con total impunidad.

Ricardo Monreal, salteador de todos los partidos, de presunta filiación de izquierda y sorprendido recibiendo una mochada de 600 mil pesos en una mochila.

Entonces que no presuma López Obrador que va a acabar con la corrupción cuando él mismo la anda promoviendo, porque ejemplos como estos que van por la libre al Senado y con credencial de impunidad hay muchos ya integrados a la campaña y a la prematura estructura de gobierno del tabasqueño ahora queriendo enseñar a su papá a hacer hijos.

Otro importante renglón que ha permitido catapultar a López Obrador como el mesías de la clase política mexicana, cuando no es más que un prófugo del propio PRI, son las redes sociales que se usan absurda y arbitrariamente como soga para impulsar a gente o para literalmente colgarlos.

Qué importante papel pueden jugar las redes sociales en este proceso electoral, cuando se manejan irresponsablemente o con propósitos determinados como infinidad de ocasiones lo han hecho con el mismo presidente de la república, Enrique Peña Nieto, que con dolo y propósitos bien determinados como se asegura en los videos que suben con equivocaciones del presidente que la mayor parte de las ocasiones no son ciertas, sino grabaciones editadas.

Y es que aún no están definidas las reglas claras para el manejo de las redes sociales y, bien pueden ser determinantes para darle un sesgo a las elecciones de este año y arrojar un resultado promovido por el engaño y el manipuleo de este nuevo invento cibernético que se puede convertir en la peor amenaza del siglo 21.

Es primordial que las redes sociales se reglamenten y se vigilen porque a diferencia de los medios informativos tradicionales no tienen ninguna regulación para publicar y manipular lo que quieren y les interesa, así perversamente han convertido al presidente Peña Nieto, en el mandatario más torpe de la historia y a López Obrador en el político más brillante de la época actual.

La comunidad no puede ser engañada de esta forma tan infame.

A propósito: Javier Corral se lanzó fuerte, por dejar Ricardo Anaya prácticamente fuera a César Jáuregui Robles, de las plurinominales del  Senado al proponerlo en el lugar 12, cuando los merecimientos partidistas en el PAN  a todas luces son del secretario general de Gobierno. Pero Corral Jurado, al retractarse, dejó ir la clara oportunidad de consolidar el único y verdadero liderazgo que por el momento hay en el PAN Nacional, incluso sobre el candidato presidencial.

La transacción por el primer lugar de la lista como plurinominal de la circunscripción donde está Chihuahua, a favor de Patricia Terrazas Baca, no justifica la agresión política de su partido a César Jáuregui Robles.

 

 

Al conocerse el pasado fin de semana los candidatos plurinominales principalmente de las alianzas que lideran Morena y el PAN, quedó claro que no hay de qué preocuparse, que es más de lo mismo, nada más que ahora más revueltitos, lo que quiere decir que infinitamente podrán ser mejor los supuestos malos por conocidos que los posibles buenos por conocer. El régimen sigue pues, no se hagan bolas.

Por ejemplo, veremos a Germán Martínez, como candidato plurinominal a senador de Morena, cuando estas posiciones, la lógica dice que son para los íconos partidistas, más que en el sexenio pasado el más acérrimo golpeador de López Obrador fue precisamente el ahora su flamante candidato plurinominal a senador.

Napoleón Gómez Urrutia, heredero del Sindicato Nacional de Mineros, de manos de su padre, Napoleón Gómez Sada y que después de esquilmar a la institución que representaba fue acusado formalmente por su propio sindicato por un fraude de 54 millones de dólares. El angelito tiene 14 años radicando en Canadá y ahora López Obrador le da el regreso con total impunidad.

Ricardo Monreal, salteador de todos los partidos, de presunta filiación de izquierda y sorprendido recibiendo una mochada de 600 mil pesos en una mochila.

Entonces que no presuma López Obrador que va a acabar con la corrupción cuando él mismo la anda promoviendo, porque ejemplos como estos que van por la libre al Senado y con credencial de impunidad hay muchos ya integrados a la campaña y a la prematura estructura de gobierno del tabasqueño ahora queriendo enseñar a su papá a hacer hijos.

Otro importante renglón que ha permitido catapultar a López Obrador como el mesías de la clase política mexicana, cuando no es más que un prófugo del propio PRI, son las redes sociales que se usan absurda y arbitrariamente como soga para impulsar a gente o para literalmente colgarlos.

Qué importante papel pueden jugar las redes sociales en este proceso electoral, cuando se manejan irresponsablemente o con propósitos determinados como infinidad de ocasiones lo han hecho con el mismo presidente de la república, Enrique Peña Nieto, que con dolo y propósitos bien determinados como se asegura en los videos que suben con equivocaciones del presidente que la mayor parte de las ocasiones no son ciertas, sino grabaciones editadas.

Y es que aún no están definidas las reglas claras para el manejo de las redes sociales y, bien pueden ser determinantes para darle un sesgo a las elecciones de este año y arrojar un resultado promovido por el engaño y el manipuleo de este nuevo invento cibernético que se puede convertir en la peor amenaza del siglo 21.

Es primordial que las redes sociales se reglamenten y se vigilen porque a diferencia de los medios informativos tradicionales no tienen ninguna regulación para publicar y manipular lo que quieren y les interesa, así perversamente han convertido al presidente Peña Nieto, en el mandatario más torpe de la historia y a López Obrador en el político más brillante de la época actual.

La comunidad no puede ser engañada de esta forma tan infame.

A propósito: Javier Corral se lanzó fuerte, por dejar Ricardo Anaya prácticamente fuera a César Jáuregui Robles, de las plurinominales del  Senado al proponerlo en el lugar 12, cuando los merecimientos partidistas en el PAN  a todas luces son del secretario general de Gobierno. Pero Corral Jurado, al retractarse, dejó ir la clara oportunidad de consolidar el único y verdadero liderazgo que por el momento hay en el PAN Nacional, incluso sobre el candidato presidencial.

La transacción por el primer lugar de la lista como plurinominal de la circunscripción donde está Chihuahua, a favor de Patricia Terrazas Baca, no justifica la agresión política de su partido a César Jáuregui Robles.