/ lunes 18 de octubre de 2021

El régimen simplificado de confianza

Por: Rafael Espino

Uno de los grandes retos de este país para mejorar su situación económica y abatir la desigualdad consiste en promover la formalidad en la economía.

En la vertiginosa recuperación económica que se está experimentando después de los estragos de la pandemia, desafortunadamente los trabajos creados en el último año han sido en actividades informales, sin acceso a los sistemas de seguridad social y con bajos salarios. Al segundo trimestre de 2021, la población ocupada incorporó poco más de 10.5 millones de personas respecto del mismo período del año anterior, de los cuales 8.2 millones, o sea el 78% del total, fueron en actividades informales. De estos 10.5 millones de nuevos trabajos, el 66% fue con percepciones de hasta dos salarios mínimos y el 82% en trabajos que no tienen acceso a instituciones de salud.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOEN), del Inegi, en el segundo trimestre de 2020 se reportaron 44.7 millones de personas ocupadas, cifra que se elevó a 55.2 millones en el mismo período del presente año. El número de trabajadores informales aumentó de 22.8 a 31 millones en el mismo período.

En el segundo trimestre de 2021, el desempleo en México afectó a 2.4 millones de personas y la tasa de desocupación se colocó en un 4.2%, 0.6%menos que el 4.8%reportado en el mismo período de 2020.

El estudio del Inegi también reveló que, al segundo trimestre de 2021, la tasa de informalidad con respecto al total de la población ocupada alcanzó un 56.2%.

¿Qué hacer para incorporar a todos esos trabajadores al sector formal?

La creación de un trabajo formal en principio debe representar no sólo mayor recaudación al aumentarse el número de contribuyentes, sino permitirles gozar de prestaciones institucionales como acceso a los sistemas de salud y ahorro para el retiro estatales o créditos para vivienda, entre otras cosas.

El pasado 8 de septiembre la Secretaría de Hacienda y Crédito Público envió al Poder Legislativo el paquete económico que entre otras cosas contiene modificaciones propuestas a la Ley del Impuesto sobre la Renta y propone un nuevo esquema de tributación para los micro, pequeño y medianos contribuyentes, personas físicas o morales que se denomina “Régimen Simplificado de Confianza”, que de aprobarse entraría en vigor en sustitución del Régimen de Incorporación Fiscal que realmente nunca funcionó como se esperaba.

Este nuevo Régimen Simplificado de Confianza contempla un sistema de pagos con base en flujos, con tasas del 1% al 2.5% y un límite de ingresos anuales de hasta 3.5 millones de pesos.

Contempla facilitarle el pago de impuestos a los 21 millones de micro y pequeños contribuyentes formales y ampliar sustancialmente la base de ese sector, que por cierto es el que emplea al mayor número de trabajadores. También incluir a quienes actualmente tributan en el Régimen de Incorporación Fiscal, a los arrendadores, a las personas físicas con actividades empresariales y a quienes se dedican a actividades agrícolas, ganaderas, silvícolas y pesqueras que no excedan el límite de los 3.5 millones anuales.

Es importante un gran esfuerzo de afiliación para promover la formalidad y combatir la evasión fiscal, que en los últimos 4 años ha alcanzado niveles entre 1 y 1.5 billones de pesos que actualmente representan entre el 15% y el 21% de nuestro Presupuesto de Egresos Federal de casi 7 billones de pesos.


Por: Rafael Espino

Uno de los grandes retos de este país para mejorar su situación económica y abatir la desigualdad consiste en promover la formalidad en la economía.

En la vertiginosa recuperación económica que se está experimentando después de los estragos de la pandemia, desafortunadamente los trabajos creados en el último año han sido en actividades informales, sin acceso a los sistemas de seguridad social y con bajos salarios. Al segundo trimestre de 2021, la población ocupada incorporó poco más de 10.5 millones de personas respecto del mismo período del año anterior, de los cuales 8.2 millones, o sea el 78% del total, fueron en actividades informales. De estos 10.5 millones de nuevos trabajos, el 66% fue con percepciones de hasta dos salarios mínimos y el 82% en trabajos que no tienen acceso a instituciones de salud.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOEN), del Inegi, en el segundo trimestre de 2020 se reportaron 44.7 millones de personas ocupadas, cifra que se elevó a 55.2 millones en el mismo período del presente año. El número de trabajadores informales aumentó de 22.8 a 31 millones en el mismo período.

En el segundo trimestre de 2021, el desempleo en México afectó a 2.4 millones de personas y la tasa de desocupación se colocó en un 4.2%, 0.6%menos que el 4.8%reportado en el mismo período de 2020.

El estudio del Inegi también reveló que, al segundo trimestre de 2021, la tasa de informalidad con respecto al total de la población ocupada alcanzó un 56.2%.

¿Qué hacer para incorporar a todos esos trabajadores al sector formal?

La creación de un trabajo formal en principio debe representar no sólo mayor recaudación al aumentarse el número de contribuyentes, sino permitirles gozar de prestaciones institucionales como acceso a los sistemas de salud y ahorro para el retiro estatales o créditos para vivienda, entre otras cosas.

El pasado 8 de septiembre la Secretaría de Hacienda y Crédito Público envió al Poder Legislativo el paquete económico que entre otras cosas contiene modificaciones propuestas a la Ley del Impuesto sobre la Renta y propone un nuevo esquema de tributación para los micro, pequeño y medianos contribuyentes, personas físicas o morales que se denomina “Régimen Simplificado de Confianza”, que de aprobarse entraría en vigor en sustitución del Régimen de Incorporación Fiscal que realmente nunca funcionó como se esperaba.

Este nuevo Régimen Simplificado de Confianza contempla un sistema de pagos con base en flujos, con tasas del 1% al 2.5% y un límite de ingresos anuales de hasta 3.5 millones de pesos.

Contempla facilitarle el pago de impuestos a los 21 millones de micro y pequeños contribuyentes formales y ampliar sustancialmente la base de ese sector, que por cierto es el que emplea al mayor número de trabajadores. También incluir a quienes actualmente tributan en el Régimen de Incorporación Fiscal, a los arrendadores, a las personas físicas con actividades empresariales y a quienes se dedican a actividades agrícolas, ganaderas, silvícolas y pesqueras que no excedan el límite de los 3.5 millones anuales.

Es importante un gran esfuerzo de afiliación para promover la formalidad y combatir la evasión fiscal, que en los últimos 4 años ha alcanzado niveles entre 1 y 1.5 billones de pesos que actualmente representan entre el 15% y el 21% de nuestro Presupuesto de Egresos Federal de casi 7 billones de pesos.


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