A pocos días de haber iniciado la cuarta transformación en nuestro país, ya comienzan a verse los resultados de un gobierno con visión social por sobre la visión económica.
El ataque frontal a la corrupción pone en la mesa de la discusión el robo de combustible donde el pueblo está siendo afectado por el saqueo desmedido que era como el pan de cada día de políticos y funcionarios acostumbrados a hacer lo que les viniera en gana siempre y cuando ese quehacer se repartiera entre ellos para obtener grandes ganancias sin tener que recurrir al anticuado, poco redituable y desgastante método del trabajo limpio y honrado.
Hoy son miles de afectados por este combate que enfrenta el gobierno federal a la corrupción. Afortunadamente, el pueblo toma conciencia de los efectos colaterales que esto pudiera traer y con paciencia y tolerancia. Sufre los embates de la mala distribución del combustible que origina escasez y largas filas pero que ve con satisfacción la desesperación de los vividores que estaban acostumbrados a vivir del producto de sus fechorías.
Aunque medios de comunicación amarillistas y algunos internautas mezquinos en redes sociales pretendan con fines perversos mostrar una imagen de confrontación e inestabilidad, la verdad es que la mayoría de los mexicanos estamos conscientes del impacto que representa el combate iniciado por el gobierno federal al saqueo de nuestra nación, de acuerdo con evitar que sigan robándose descaradamente nuestros energéticos.
Es increíble ver cómo partidos como Movimiento Ciudadano, en una doble moral, lancen spots televisivos “exigiendo” que se baje el precio de la gasolina sin ver a estas alturas que no sólo ha dejado de subir, sino ha tenido un efecto de baja paulatina para beneficio de la gente sobre todo en la franja fronteriza.
Miles de millones de pesos eran sustraídos con el método del huachicoleo, imagínese usted la desesperación de los delincuentes que hoy se ven limitados a seguir haciendo su sucio trabajo, esto lo sabe el pueblo, y por eso el llamado de alerta al presidente López Obrador para que permita que se le cuide.
Por menos que esto se han cometido magnicidios y no queremos que suceda algo parecido a la esperanza de millones de mexicanos de buena fe que ven la perspectiva de un mejor país para las futuras generaciones que se está convirtiendo en una realidad que día a día estamos viviendo.
El tema no es menor, si fueron capaces de saquear la nación, hasta dónde podrán llegar para cuidar la permanencia de sus perversos fines.
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