/ miércoles 9 de septiembre de 2020

El señor de las moscas

Lo conozco desde pequeño y por los resultados en su edad adulta, me imagino que fue un niño muy consentido.

Recientemente lo visité en su oficina, no porque seamos amigos, sino porque teníamos que hablar de un problema. Él tiene varios caballos hacinados en unas caballerizas que los vecinos consideramos fuera de lugar. El problema es que el grupo de equinos atraen una gran cantidad de moscas, otros bichos, y malos olores. Pero esto a él no le preocupa ni le afecta, porque él vive en “las alturas” sin vecinos, donde el viento pega sin obstáculos, pero los que estamos abajo, barda con barda con sus caballerizas, no nos la acabamos con la cantidad de moscas, olores, etc.

Toda la comunidad de Majalca decidió congregar las bestias en un ejido vecino, pero este personaje neciamente dijo que él no se sumaba a la medida y le importó un comino la incomodidad que nos genera a los vecinos.

Pero lo que más me llama la atención es que en nuestra conversación me dijo: Después de que se case mi sobrina Adriana los voy a sacar ¡Lo registré claramente! y salí del encuentro en paz pensando ¡Ya agarró la onda! De esto hace ya como cuatro años y este verano “me acordé” recurrentemente del “señor de las moscas” así le puse, porque cada vez que nos congregábamos en el exterior la recurrencia de bichos y olores era demasiada y no quería ni mencionar su incómodo nombre, porque me decepcionan bastante las personas sin palabra. ¡Debería haber grabado nuestra plática! porque ahora dice que nunca me dijo eso, lo negó y “ofendido” cortó la conversación cuando le reclamé. Y ahí comprobé lo que me habían advertido: te va a decir puras mentiras, lo que él perciba que quieres oír.

Una de las finalidades de ir a Majalca es disfrutar de la naturaleza y estar lo más que se pueda en el exterior, y es muy incómodo no poder hacerlo sin tener que recurrir a venenos para tratar (porque ni así es posible), de espantar las moscas.

¿Qué no habrá una rama de la autoridad que defienda los derechos de higiene y salud en estos casos?

El Parque Nacional Cumbres de Majalca no es un rancho que está en las lejanías y no molesta a vecinos con lo que conlleva tener grandes animales confinados, este lugar es una comunidad donde las personas buscan acuerdos para convivir en paz, sugiriendo ideas que beneficien a la mayoría.

¡Bueno, ya basta de hablar del señor de las moscas! Por lo visto no le importa afectar a sus más cercanos. Hablemos de Majalca y de lo que tenemos que visualizar a futuro.

Majalca tiene un ecosistema hermoso que hay que cuidar y conservar ¿Cuáles son los mayores problemas que hay en el parque?

En primer lugar la basura, cada vez es más. Debería estar totalmente prohibido dejar basura en el parque y sus alrededores, que cada persona que lo visite se traiga sus desechos a la ciudad y que los que viven ahí, o pasan largas temporadas en el lugar, tengan una composta que alimente la tierra con lo vegetal y residuos de alimento. Y por supuesto la separación de materiales reusables y reciclables es una acción de respeto al medio ambiente que debe ser obligatoria. También está el problema del ruido: música a todo volumen y vehículos ruidosos que no respetan los caminos y devastan la vegetación. ¿Qué estamos esperando para cuidar la naturaleza? ¿Acaso no tenemos ya suficiente información para preocuparnos por el medio que nos brinda la vida? Majalca es un proveedor de agua y aire puro para Chihuahua, al descuidarlo estamos descuidándonos a nosotros mismos.

También es un lugar de convivencia, la conciencia invita a buscar la armonía sin berrinches inmaduros que se alejen de la democracia social.

ROBERTA CORTAZAR B.

Lo conozco desde pequeño y por los resultados en su edad adulta, me imagino que fue un niño muy consentido.

Recientemente lo visité en su oficina, no porque seamos amigos, sino porque teníamos que hablar de un problema. Él tiene varios caballos hacinados en unas caballerizas que los vecinos consideramos fuera de lugar. El problema es que el grupo de equinos atraen una gran cantidad de moscas, otros bichos, y malos olores. Pero esto a él no le preocupa ni le afecta, porque él vive en “las alturas” sin vecinos, donde el viento pega sin obstáculos, pero los que estamos abajo, barda con barda con sus caballerizas, no nos la acabamos con la cantidad de moscas, olores, etc.

Toda la comunidad de Majalca decidió congregar las bestias en un ejido vecino, pero este personaje neciamente dijo que él no se sumaba a la medida y le importó un comino la incomodidad que nos genera a los vecinos.

Pero lo que más me llama la atención es que en nuestra conversación me dijo: Después de que se case mi sobrina Adriana los voy a sacar ¡Lo registré claramente! y salí del encuentro en paz pensando ¡Ya agarró la onda! De esto hace ya como cuatro años y este verano “me acordé” recurrentemente del “señor de las moscas” así le puse, porque cada vez que nos congregábamos en el exterior la recurrencia de bichos y olores era demasiada y no quería ni mencionar su incómodo nombre, porque me decepcionan bastante las personas sin palabra. ¡Debería haber grabado nuestra plática! porque ahora dice que nunca me dijo eso, lo negó y “ofendido” cortó la conversación cuando le reclamé. Y ahí comprobé lo que me habían advertido: te va a decir puras mentiras, lo que él perciba que quieres oír.

Una de las finalidades de ir a Majalca es disfrutar de la naturaleza y estar lo más que se pueda en el exterior, y es muy incómodo no poder hacerlo sin tener que recurrir a venenos para tratar (porque ni así es posible), de espantar las moscas.

¿Qué no habrá una rama de la autoridad que defienda los derechos de higiene y salud en estos casos?

El Parque Nacional Cumbres de Majalca no es un rancho que está en las lejanías y no molesta a vecinos con lo que conlleva tener grandes animales confinados, este lugar es una comunidad donde las personas buscan acuerdos para convivir en paz, sugiriendo ideas que beneficien a la mayoría.

¡Bueno, ya basta de hablar del señor de las moscas! Por lo visto no le importa afectar a sus más cercanos. Hablemos de Majalca y de lo que tenemos que visualizar a futuro.

Majalca tiene un ecosistema hermoso que hay que cuidar y conservar ¿Cuáles son los mayores problemas que hay en el parque?

En primer lugar la basura, cada vez es más. Debería estar totalmente prohibido dejar basura en el parque y sus alrededores, que cada persona que lo visite se traiga sus desechos a la ciudad y que los que viven ahí, o pasan largas temporadas en el lugar, tengan una composta que alimente la tierra con lo vegetal y residuos de alimento. Y por supuesto la separación de materiales reusables y reciclables es una acción de respeto al medio ambiente que debe ser obligatoria. También está el problema del ruido: música a todo volumen y vehículos ruidosos que no respetan los caminos y devastan la vegetación. ¿Qué estamos esperando para cuidar la naturaleza? ¿Acaso no tenemos ya suficiente información para preocuparnos por el medio que nos brinda la vida? Majalca es un proveedor de agua y aire puro para Chihuahua, al descuidarlo estamos descuidándonos a nosotros mismos.

También es un lugar de convivencia, la conciencia invita a buscar la armonía sin berrinches inmaduros que se alejen de la democracia social.

ROBERTA CORTAZAR B.

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