/ martes 10 de abril de 2018

El talento emprendedor

El fin de semana tuve la oportunidad de asistir como juez a un evento en Guadalajara donde un grupo de estudiantes de preparatoria de todo el país participó en un campamento como parte del proceso para concursar en la obtención de una beca para estudiar en la institución donde laboro. Anteriormente estos estudiantes ya habían seguido un proceso de aplicación, entrevista y propuesta de un proyecto emprendedor, y habían sido seleccionados para asistir a este campamento.

Desde la llegada de los estudiantes al campus se notaba la energía, el entusiasmo y las ganas de aspirar a esta gran oportunidad. Me siento a desayunar con un grupo de ellos, provenientes de Morelia, y empiezan a platicar acerca de su proyecto. Cada uno se desvivía por exponer y comentar sobre su proyecto, además de conocer un poco de donde venía la inspiración que los motivó a entrar a este proceso.

Después, todos fuimos a una de las salas, donde se inició el proceso con una exposición del propósito, la agenda y lo que se debía entregar al final de este campamento. Iniciaron cada uno con su proyecto, llenando los formatos y dinámicas correspondientes. Seguían notándoseles las ganas de avanzar y de concretar la idea con la que fueron seleccionados.

Para realizar un ejercicio de validación de la idea, nos trasladamos a una de las plazas cercanas en Zapopan. Allí se les dieron instrucciones y cada uno, dependiendo del enfoque de su proyecto, inició con las entrevistas a transeúntes o personas en locales afines al proyecto. Una experiencia única de charla con la comunidad y recibir retroalimentación sobre proyectos. Recuerdo uno de ellos relacionado con los pequeños negocios y su contacto con el cliente. Este estudiante preguntaba a los transeúntes y entraba a algunos locales aledaños a la plaza. Veíamos pasar uno y otro estudiante buscando personas a quienes entrevistar.

Regresamos al campus y durante una comida rápida, seguían trabajando sobre su proyecto. Todos continuaban arduamente para terminar la fase correspondiente del proceso. Sin interrupciones se daban instrucciones y seguían, hasta terminar en la noche con una primera aproximación a su propuesta. El objetivo, definitivamente, no era desarrollar una idea de negocio, sino revisar, repasar y vivir las etapas de desarrollo, además de conocer a la persona, al emprendedor. Algo a resaltar es la interacción entre todos en muchos momentos, cada uno contaba su proyecto a un compañero, y éste a su vez, haciendo preguntas.

Esta vivencia de compañerismo y de interacción entre muchos perfiles fue de una riqueza excepcional. Muy temprano el domingo, seguían el proceso. Muchos de ellos en las esquinas, en el jardín, en los pasillos, repasando su presentación. Pues a mediodía iniciaban las exposiciones para los jueces. Se notaba no sólo el nerviosismo, sino también la energía que mostraban. Probablemente se estaban enfrentando a un momento de definición de su vida, algo que cambiaría totalmente su trayectoria, y por qué no, su futuro.

Viéndoles los rostros y sus comportamientos se notaba que se estaban jugando su futuro con un proyecto emprendedor. Imagínense tener a un grupo selecto de perfil de jóvenes emprendedores, quienes estaban luchando por aspirar a entrar a un esquema único de estudios de su carrera profesional, donde además de estudiar su carrera estarán inmersos en un ecosistema de emprendimiento que les ayudará, a lo largo de sus estudios, a concretar un sueño de un proyecto de emprendimiento. Independientemente de los resultados y los seleccionados, ya por sólo vivir esta experiencia, estoy seguro de que todos seguirán luchando por sus sueños, por sus proyectos, así es su perfil.

Estábamos ante la juventud que construirá el México de mañana, Estábamos ante la juventud ambiciosa de crecer y de aspirar a ser empleadores, en lugar de empleados. Estábamos ante un grupo de jóvenes con energía, entusiasmo y arrojo, que definirán el rumbo de las regiones. Estábamos ante el talento emprendedor de nuestro país. Me siento agraciado de poder convivir y apoyar estos estudiantes. Este sí es el futuro de nuestro México.

Email: antonio.rios@itesm.mx


El fin de semana tuve la oportunidad de asistir como juez a un evento en Guadalajara donde un grupo de estudiantes de preparatoria de todo el país participó en un campamento como parte del proceso para concursar en la obtención de una beca para estudiar en la institución donde laboro. Anteriormente estos estudiantes ya habían seguido un proceso de aplicación, entrevista y propuesta de un proyecto emprendedor, y habían sido seleccionados para asistir a este campamento.

Desde la llegada de los estudiantes al campus se notaba la energía, el entusiasmo y las ganas de aspirar a esta gran oportunidad. Me siento a desayunar con un grupo de ellos, provenientes de Morelia, y empiezan a platicar acerca de su proyecto. Cada uno se desvivía por exponer y comentar sobre su proyecto, además de conocer un poco de donde venía la inspiración que los motivó a entrar a este proceso.

Después, todos fuimos a una de las salas, donde se inició el proceso con una exposición del propósito, la agenda y lo que se debía entregar al final de este campamento. Iniciaron cada uno con su proyecto, llenando los formatos y dinámicas correspondientes. Seguían notándoseles las ganas de avanzar y de concretar la idea con la que fueron seleccionados.

Para realizar un ejercicio de validación de la idea, nos trasladamos a una de las plazas cercanas en Zapopan. Allí se les dieron instrucciones y cada uno, dependiendo del enfoque de su proyecto, inició con las entrevistas a transeúntes o personas en locales afines al proyecto. Una experiencia única de charla con la comunidad y recibir retroalimentación sobre proyectos. Recuerdo uno de ellos relacionado con los pequeños negocios y su contacto con el cliente. Este estudiante preguntaba a los transeúntes y entraba a algunos locales aledaños a la plaza. Veíamos pasar uno y otro estudiante buscando personas a quienes entrevistar.

Regresamos al campus y durante una comida rápida, seguían trabajando sobre su proyecto. Todos continuaban arduamente para terminar la fase correspondiente del proceso. Sin interrupciones se daban instrucciones y seguían, hasta terminar en la noche con una primera aproximación a su propuesta. El objetivo, definitivamente, no era desarrollar una idea de negocio, sino revisar, repasar y vivir las etapas de desarrollo, además de conocer a la persona, al emprendedor. Algo a resaltar es la interacción entre todos en muchos momentos, cada uno contaba su proyecto a un compañero, y éste a su vez, haciendo preguntas.

Esta vivencia de compañerismo y de interacción entre muchos perfiles fue de una riqueza excepcional. Muy temprano el domingo, seguían el proceso. Muchos de ellos en las esquinas, en el jardín, en los pasillos, repasando su presentación. Pues a mediodía iniciaban las exposiciones para los jueces. Se notaba no sólo el nerviosismo, sino también la energía que mostraban. Probablemente se estaban enfrentando a un momento de definición de su vida, algo que cambiaría totalmente su trayectoria, y por qué no, su futuro.

Viéndoles los rostros y sus comportamientos se notaba que se estaban jugando su futuro con un proyecto emprendedor. Imagínense tener a un grupo selecto de perfil de jóvenes emprendedores, quienes estaban luchando por aspirar a entrar a un esquema único de estudios de su carrera profesional, donde además de estudiar su carrera estarán inmersos en un ecosistema de emprendimiento que les ayudará, a lo largo de sus estudios, a concretar un sueño de un proyecto de emprendimiento. Independientemente de los resultados y los seleccionados, ya por sólo vivir esta experiencia, estoy seguro de que todos seguirán luchando por sus sueños, por sus proyectos, así es su perfil.

Estábamos ante la juventud que construirá el México de mañana, Estábamos ante la juventud ambiciosa de crecer y de aspirar a ser empleadores, en lugar de empleados. Estábamos ante un grupo de jóvenes con energía, entusiasmo y arrojo, que definirán el rumbo de las regiones. Estábamos ante el talento emprendedor de nuestro país. Me siento agraciado de poder convivir y apoyar estos estudiantes. Este sí es el futuro de nuestro México.

Email: antonio.rios@itesm.mx