/ lunes 29 de marzo de 2021

El TEE como un órgano constitucionalmente autónomo

Por César Wong Meraz

Es relevante que entendamos lo que nuestro tribunal electoral realiza con exactitud. El Tribunal Estatal Electoral de Chihuahua es la autoridad jurisdiccional que tiene a su cargo la resolución de controversias que se susciten dentro y fuera de los procesos electorales locales, bajo los principios de certeza, objetividad, imparcialidad, legalidad, máxima publicidad, profesionalismo y probidad.

Su misión y visión, corta pero precisa, es generar una administración de justicia pronta, completa, imparcial y oportuna que nos garantice los principios de constitucionalidad y legalidad en los actos y resoluciones electorales. Lo que le permite constituirse como un órgano vanguardista capaz de convertirse en un referente local y nacional en la impartición de justicia en materia electoral, mediante esquemas de modernización, eficiencia, transparencia y rendición de cuentas.

El tribunal también es el encargado de velar por que el sistema de justicia electoral se sostenga, por lo que cuenta con tareas necesarias para el sano desarrollo de la democracia en la entidad. Su deber principal es velar por que el sistema de medios de impugnación sea efectivo ante algunas impugnaciones, las cuales tienen que ver con integraciones de los órganos directivos estatales de los partidos políticos, sanciones impuestas por los partidos políticos o en el instituto estatal, financiamiento público para los partidos políticos en año no electoral, la salvaguarda de los derechos de votar y ser votado, la denuncia de posibles infracciones a la ley electoral y la Constitución, entre otros.

Cómo lo sabemos, estamos a un corto tiempo de culminar las elecciones de este año 2021, por lo tanto es importante dar a conocer las acciones que se verán reflejadas en resultados factibles, mismas que se habrán de realizar para brindar certeza jurídica y garantizar el ejercicio efectivo de los derechos político electorales. Lo anterior, a través del fortalecimiento de la institución, contando con una administración eficiente responsable del uso de los recursos públicos; así como de un tribunal abierto que logre la participación de la ciudadanía chihuahuense, iniciando así la transición hacia una gestión del presupuesto basado en resultados.

Estas acciones implican además el velar por la autonomía del órgano, pues su labor debe estar completamente exenta de intromisiones de otros poderes estatal o presiones políticas que en nada tengan que ver con la administración de justicia electoral. La autonomía de los órganos depende completamente de esta falta de sujeciones a intereses externos, lo que implica que las normas deben establecer mecanismos suficientes para permitir que las acciones citadas en el párrafo anterior sean efectivas y dirigidas única y exclusivamente al bien común, al desarrollo de los comicios y a la búsqueda de la paz social.

Desde luego, esta situación es digna de darse conocer, pues para el tribunal es importante tener claridad y transparencia en sus facultades, tanto la cuestión económica como competencial. La autonomía es un pilar fundamental de los órganos electorales, pues con ella es posible construir credibilidad y confianza ante la ciudadanía, lo que a la postre generará procesos electivos más ciudadanos.

Por César Wong Meraz

Es relevante que entendamos lo que nuestro tribunal electoral realiza con exactitud. El Tribunal Estatal Electoral de Chihuahua es la autoridad jurisdiccional que tiene a su cargo la resolución de controversias que se susciten dentro y fuera de los procesos electorales locales, bajo los principios de certeza, objetividad, imparcialidad, legalidad, máxima publicidad, profesionalismo y probidad.

Su misión y visión, corta pero precisa, es generar una administración de justicia pronta, completa, imparcial y oportuna que nos garantice los principios de constitucionalidad y legalidad en los actos y resoluciones electorales. Lo que le permite constituirse como un órgano vanguardista capaz de convertirse en un referente local y nacional en la impartición de justicia en materia electoral, mediante esquemas de modernización, eficiencia, transparencia y rendición de cuentas.

El tribunal también es el encargado de velar por que el sistema de justicia electoral se sostenga, por lo que cuenta con tareas necesarias para el sano desarrollo de la democracia en la entidad. Su deber principal es velar por que el sistema de medios de impugnación sea efectivo ante algunas impugnaciones, las cuales tienen que ver con integraciones de los órganos directivos estatales de los partidos políticos, sanciones impuestas por los partidos políticos o en el instituto estatal, financiamiento público para los partidos políticos en año no electoral, la salvaguarda de los derechos de votar y ser votado, la denuncia de posibles infracciones a la ley electoral y la Constitución, entre otros.

Cómo lo sabemos, estamos a un corto tiempo de culminar las elecciones de este año 2021, por lo tanto es importante dar a conocer las acciones que se verán reflejadas en resultados factibles, mismas que se habrán de realizar para brindar certeza jurídica y garantizar el ejercicio efectivo de los derechos político electorales. Lo anterior, a través del fortalecimiento de la institución, contando con una administración eficiente responsable del uso de los recursos públicos; así como de un tribunal abierto que logre la participación de la ciudadanía chihuahuense, iniciando así la transición hacia una gestión del presupuesto basado en resultados.

Estas acciones implican además el velar por la autonomía del órgano, pues su labor debe estar completamente exenta de intromisiones de otros poderes estatal o presiones políticas que en nada tengan que ver con la administración de justicia electoral. La autonomía de los órganos depende completamente de esta falta de sujeciones a intereses externos, lo que implica que las normas deben establecer mecanismos suficientes para permitir que las acciones citadas en el párrafo anterior sean efectivas y dirigidas única y exclusivamente al bien común, al desarrollo de los comicios y a la búsqueda de la paz social.

Desde luego, esta situación es digna de darse conocer, pues para el tribunal es importante tener claridad y transparencia en sus facultades, tanto la cuestión económica como competencial. La autonomía es un pilar fundamental de los órganos electorales, pues con ella es posible construir credibilidad y confianza ante la ciudadanía, lo que a la postre generará procesos electivos más ciudadanos.