Tal como los hechos lo acreditan, el estado de Chihuahua ha gozado de paz pública relacionada con la actividad política durante ya algunas décadas, lo cual se debe a que, a diferencia de lo que ocurría con anterioridad, las disputas electorales han sido resueltas conforme a Derecho por parte de un organismo autónomo especializado: el Tribunal Estatal Electoral.
Cabe mencionar que, desde su creación, las distintas magistradas y magistrados del tribunal han velado por la constante capacitación y profesionalización de quienes hemos formado parte del órgano, lo que permitió que a la postre se convirtiera en una institución ejemplar, no sólo a nivel estatal, sino incluso desde una perspectiva nacional.
En ese sentido, el quehacer de la institución no ha sido sencillo, sin embargo, se puede palpar con facilidad la trascendencia que ha logrado en la ciudadanía chihuahuense, pues desde su creación hemos sido testigos de cómo las controversias legales en materia electoral han encontrado un cauce eficiente y de calidad, evitando así el caos social en el estado.
Esto nos habla de una población democráticamente madura y responsable, lo que ha sido posible en parte gracias a la labor de instituciones serias y profesionales, como es el caso del Tribunal Estatal Electoral.
Esta seriedad institucional se vio robustecida con la reforma político electoral federal 2014, a través de la cual las magistraturas pasaron a ser electas de manera escalonada por las dos terceras partes de los miembros de la Cámara de Senadores, en lugar de ser nombradas por el Congreso local como ocurría previamente.
Esta disposición obedeció a la necesidad de robustecer la independencia del tribunal respecto a los poderes públicos estatales, con el objetivo de evitar que éstos últimos buscaran incidir en la libre determinación de las magistradas y magistrados miembros al resolver los asuntos que son sometidos a su consideración.
Con esta decisión se da un paso más en la construcción democrática de México, fortaleciendo la premisa que nos guía hoy en día: el propósito sustancial del Tribunal Electoral de Chihuahua es lograr una verdadera cercanía con la ciudadanía; efectividad en la resolución de medios de impugnación y calidad en la tarea de proteger sus derechos político-electorales, pues sólo de esta manera podremos hacer justicia a quienes durante años pugnaron por la creación y posterior consolidación de instituciones demócratas como ésta, y por supuesto, sólo así se logra retribuir a la sociedad la posibilidad de servir en la noble tarea de impartición de justicia.
