/ jueves 21 de abril de 2022

“El viaje empieza mucho antes de partir”


  • Faciolince

La reconocida canción de Omar Geles nos dice que los caminos de la vida no son precisamente como uno los piensa, y es que mientras más caminos descubre uno, el pensamiento modifica su dimensión; hay caminos que se deben andar en solitario cuando el momento lo amerita, otros caminos enriquecen el alma cuando los descubrimos acompañados por nuestra cara mitad, nuestros hijos y por amigos que se convierten en cómplices de aventuras por el solo placer de serlo.

Pues todavía no acabábamos de entender (ni a la fecha) el porqué del ejercicio al que llamaron “Consulta de revocación de mandato” donde tras gastarse millones de pesos para que sólo el 17% acudiera a emitir su voto (muchos más a fuerza que con ganas) cuando la brújula decidió apuntar hacia el estado norteamericano de Texas, particularmente San Antonio.

Mi dulce consorte, los minisenadores que tengo por hijos, mis compadres, sus respectivos chamacos y acá el de la pluma iniciamos la travesía antes de que se llevara a cabo la votación para la Reforma Eléctrica. Con el tanque lleno de gasolina de nuestras camionetas Maserati y con cubrebocas al por mayor (parecía que vendíamos), la ciudad de Ojinaga nos recibió para darnos pase a Presidio, donde solicitamos los permisos correspondientes, después de mostrar nuestros certificados de vacuna contra el Covid y de responder una serie de preguntas que incluían hasta el nombre de la mascota nos adentramos a las tierras del Tío Sam.

Una efímera vuelta por la pequeña Marfa y sus galerías de arte y por Alpine, ciudad que custodia la Universidad de Sul Ross fueron el arranque de la aventura texana. Carreteras que distan mucho de lo que uno puede imaginar eran custodiadas por simpáticos y arriesgados venados que adornan un paisaje poseedor de algunas llanuras con figura de meseta y molinos de viento transformadores de energía eólica, sí, la misma energía que don Andrés nomás no quiere para México; la crisis ambiental parece no importarle al primer mandatario, pero ese será tema de otra ocasión.

San Antonio cuenta con una gran población hispana y recibe a más de 20 millones de turistas en el año, siendo precisamente el turismo y el sector energético dos de sus principales fuentes económicas.

Pasear por los más de 20 kilómetros que rodean al River Walk es uno de los principales atractivos de la ciudad, principalmente el sector que atraviesa el Downtown, donde encontrarán restaurantes, tiendas y la posibilidad de recorrerlo a bordo de un bote, donde les explican la historia del lugar.

El Álamo es visita obligada, sus mitos e historias (unas no fundamentadas) sobre la batalla que se llevó aquí entre los meses de febrero y marzo de 1836 encabezada por Antonio López de Santa Anna contra colonos estadounidenses hacen del lugar un interesante sitio que de alguna forma nos invita a reflexionar sobre lo que no debió ser bajo ningún motivo.

Los caminos de la vida tienen varias bifurcaciones, en la medida de nuestras posibilidades, hay que atreverse a conocerlas, pos luego.

aruedam@hotmail.com



  • Faciolince

La reconocida canción de Omar Geles nos dice que los caminos de la vida no son precisamente como uno los piensa, y es que mientras más caminos descubre uno, el pensamiento modifica su dimensión; hay caminos que se deben andar en solitario cuando el momento lo amerita, otros caminos enriquecen el alma cuando los descubrimos acompañados por nuestra cara mitad, nuestros hijos y por amigos que se convierten en cómplices de aventuras por el solo placer de serlo.

Pues todavía no acabábamos de entender (ni a la fecha) el porqué del ejercicio al que llamaron “Consulta de revocación de mandato” donde tras gastarse millones de pesos para que sólo el 17% acudiera a emitir su voto (muchos más a fuerza que con ganas) cuando la brújula decidió apuntar hacia el estado norteamericano de Texas, particularmente San Antonio.

Mi dulce consorte, los minisenadores que tengo por hijos, mis compadres, sus respectivos chamacos y acá el de la pluma iniciamos la travesía antes de que se llevara a cabo la votación para la Reforma Eléctrica. Con el tanque lleno de gasolina de nuestras camionetas Maserati y con cubrebocas al por mayor (parecía que vendíamos), la ciudad de Ojinaga nos recibió para darnos pase a Presidio, donde solicitamos los permisos correspondientes, después de mostrar nuestros certificados de vacuna contra el Covid y de responder una serie de preguntas que incluían hasta el nombre de la mascota nos adentramos a las tierras del Tío Sam.

Una efímera vuelta por la pequeña Marfa y sus galerías de arte y por Alpine, ciudad que custodia la Universidad de Sul Ross fueron el arranque de la aventura texana. Carreteras que distan mucho de lo que uno puede imaginar eran custodiadas por simpáticos y arriesgados venados que adornan un paisaje poseedor de algunas llanuras con figura de meseta y molinos de viento transformadores de energía eólica, sí, la misma energía que don Andrés nomás no quiere para México; la crisis ambiental parece no importarle al primer mandatario, pero ese será tema de otra ocasión.

San Antonio cuenta con una gran población hispana y recibe a más de 20 millones de turistas en el año, siendo precisamente el turismo y el sector energético dos de sus principales fuentes económicas.

Pasear por los más de 20 kilómetros que rodean al River Walk es uno de los principales atractivos de la ciudad, principalmente el sector que atraviesa el Downtown, donde encontrarán restaurantes, tiendas y la posibilidad de recorrerlo a bordo de un bote, donde les explican la historia del lugar.

El Álamo es visita obligada, sus mitos e historias (unas no fundamentadas) sobre la batalla que se llevó aquí entre los meses de febrero y marzo de 1836 encabezada por Antonio López de Santa Anna contra colonos estadounidenses hacen del lugar un interesante sitio que de alguna forma nos invita a reflexionar sobre lo que no debió ser bajo ningún motivo.

Los caminos de la vida tienen varias bifurcaciones, en la medida de nuestras posibilidades, hay que atreverse a conocerlas, pos luego.

aruedam@hotmail.com