Luego de la importante e intensa jornada electoral que se vivió en todo México el domingo pasado, es lógico que las noticias que circulan por doquier se enfoquen a los distintos y variados resultados electorales preliminares. Es así, como el papel protagónico de este nuevo capítulo de la historia democrática de México vuelve a otorgársele exclusivamente a los partidos políticos o a los candidatos (hayan ganado o hayan perdido).
Es indiscutible el hecho de que los partidos políticos y los candidatos tienen un papel esencial que, por obvias razones, amerita el protagonismo y, por lo tanto, los reflectores. No obstante, también es irrefutable el hecho de que los verdaderos protagonistas suelen quedar en el anonimato porque su actuación, que es la que realmente le da vida a la democracia, es poco valorada o reconocida, o -ya de plano- es omitida.
Es por eso, que -a modo de reconocimiento y agradecimiento- aprovecho este breve espacio de análisis y reflexión para honrar la labor y entrega de los millones de mexicanos que merecen ser honrados por su invaluable contribución en el fortalecimiento de la democracia.
Entonces, a todos los funcionarios de casilla, a los representantes de casilla y generales (de los partidos políticos), a los observadores, a los vigilantes del proceso, a los funcionarios del INE (locales y federales) y, por supuesto, a quienes acudieron a las urnas a ejercer su derecho al voto les digo: ¡Gracias totales! ¡Honor a quien honor merece!
Por falta de espacio, me es imposible mencionar a cada uno de verdaderos protagonistas de la jornada electoral del pasado 1 de julio; sin embargo, sí me alcanza para agradecer, reconocer y honrar -de manera particular- la labor, compromiso y entrega de los funcionarios de la casilla 0804C1 (ubicada Chihuahua capital) Elsa Fernández, José Raúl Acosta, María Araceli Garza, Teresa Fabiola Gómez, Iván Castillo y Abraham Gabriel Martínez; y a Carlos Emilio Pando, Blanca Enedina Muñoz y a Martín Gerardo García (representantes de casilla), con quienes tuve el gusto de convivir 17 horas continuas y corroborar que, al igual que ellos, hay millones de mexicanos que sí saben comportarse a la altura de las circunstancias.
Finalizo en esta ocasión, citando lo dicho alguna vez por el jurista, político y escritor español Gaspar Melchor de Jovellanos: “El verdadero honor es el que resulta del ejercicio de la virtud y del cumplimiento de los propios deberes”.
