/ jueves 1 de octubre de 2020

Emociones encontradas en el Presupuesto Federal 2021

Según el periodista Enrique Quintana, además de China, ninguna economía terminará este año sin una caída



Aunque alrededor del mundo la crisis tiene correlación directa con la pandemia, existen países cuyo panorama económico se ve afectado en conjunto con una gestión federal deficiente.

En México, país de nuestro interés, previo a la publicación del Paquete Económico 2021, encontramos que economistas del estado como Pedro Ávila señalaban que el hecho de que el plan fuera austero, “no debía imposibilitar el fortalecimiento de importantes sectores como salud, educación y economía”; pero lamentablemente no fue así.

Por su parte, Marco A. Mares ofrece que “el Paquete Económico para el 2021 destila optimismo”, sin considerar los reajustes que la circunstancia amerita, claro, y es aquí donde podemos empezar a advertir algunas emociones encontradas en tal prospección federal.

Cierto que mantiene obras “amlistas” como el Tren Maya y los más de 45 mil mdp para la construcción de la refinería Dos Bocas, un capricho que causará un costo emocional terrible para México toda vez que ya presentan alteraciones en su proyección de recursos y en los resultados físicos. Esto a costa de actores importantes para el país como lo son las Mipymes y los emprendedores.

Además se mantiene el mismo nivel de inversión en Pemex, CFE y programas sociales apareciendo una vez más el choque de emociones si comparamos aquello con triste 13% de incremento a Salud y el terrible recorte de 17.5% a la Secretaría de Trabajo -a pesar del desempleo que afecta a 13.6 millones de mexicanos, según datos del Inegi-. Y agrego lo expuesto por el presidente de Coparmex, Jorge Cruz Camberos, cuando este organismo prevé un deterioro económico “al no haber apoyos a empresas y personas desempleadas”.

Ante este escenario, el gobernador Javier Corral comentó que “…de no rectificarse esos recortes, el estado de Chihuahua tendrá una afectación superior a los 4 mil 600 mdp”, y se empata esta declaración con el humor social, pues ya vislumbramos a 2021 como uno de los peores panoramas de financiamiento federal en los últimos años.

Veamos a Chihuahua. Respecto de los municipios la afectación será en Seguridad Pública a medida que desaparece el subsidio de Fortaseg destinado a la profesionalización de oficiales, equipamiento e infraestructura. En Inversión Pública Productiva, ésta se reduce con la afectación al Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal, pues dejaremos de recibir 14,500 mdp, destinados regularmente para agua potable, alcantarillado, drenaje, urbanización, mejoramiento de vivienda, mantenimiento de infraestructura y acciones orientadas a la atención de la pobreza y rezago social.

En nuestro estado se reduce también el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (Fortamun o FAFM), por más de 869 mdp en el Ramo 28 (ingresos de libre disposición), para funcionamiento y operatividad de municipios para la prestación de servicios públicos.

Y para infraestructura del campo, nuestros productores muestran su enojo y habrán de esperar tiempos mejores. En 2021 no habrá recurso federal para la conservación de carreteras, menos llegará para los caminos rurales, ni siquiera para su conservación, mucho menos para estudios y proyectos de caminos rurales y carreteras alimentadoras, conocidas como sacacosechas. El gobierno federal dejará de invertir 586 mdp en este rubro para el estado de Chihuahua y sus 67 municipios.

En materia de salud se olvidan de Ciudad Juárez por lo que la ampliación y remodelación del hospital del Issste ya no recibirá 119.7 mdp. Tampoco en Ciudad Delicias ya que los 90 millones de pesos destinados para concluir la clínica del Issste, también fueron recortados.

A diferencia de otros países donde se intenta afrontar la contingencia al mismo tiempo que reducir impactos a la economía, en México la federación decide blindar recursos a proyectos nada prioritarios a costa del bienestar y desarrollo de las familias mexicanas. En casos como éste pareciera que el Paquete 2021 comprendiera otra realidad, un escenario de emociones encontradas ya que mientras el presidente y su gobierno miran con optimismo lo que viene, los generadores de empleo muestran su seria preocupación, los productores del campo asoman su angustia, la clase trabajadora experimenta frustración y las familias continúan en el abandono. ¡Cuántas emociones encontramos en ese paquete económico dictado desde la hegemonía de un solo hombre!

Según el periodista Enrique Quintana, además de China, ninguna economía terminará este año sin una caída



Aunque alrededor del mundo la crisis tiene correlación directa con la pandemia, existen países cuyo panorama económico se ve afectado en conjunto con una gestión federal deficiente.

En México, país de nuestro interés, previo a la publicación del Paquete Económico 2021, encontramos que economistas del estado como Pedro Ávila señalaban que el hecho de que el plan fuera austero, “no debía imposibilitar el fortalecimiento de importantes sectores como salud, educación y economía”; pero lamentablemente no fue así.

Por su parte, Marco A. Mares ofrece que “el Paquete Económico para el 2021 destila optimismo”, sin considerar los reajustes que la circunstancia amerita, claro, y es aquí donde podemos empezar a advertir algunas emociones encontradas en tal prospección federal.

Cierto que mantiene obras “amlistas” como el Tren Maya y los más de 45 mil mdp para la construcción de la refinería Dos Bocas, un capricho que causará un costo emocional terrible para México toda vez que ya presentan alteraciones en su proyección de recursos y en los resultados físicos. Esto a costa de actores importantes para el país como lo son las Mipymes y los emprendedores.

Además se mantiene el mismo nivel de inversión en Pemex, CFE y programas sociales apareciendo una vez más el choque de emociones si comparamos aquello con triste 13% de incremento a Salud y el terrible recorte de 17.5% a la Secretaría de Trabajo -a pesar del desempleo que afecta a 13.6 millones de mexicanos, según datos del Inegi-. Y agrego lo expuesto por el presidente de Coparmex, Jorge Cruz Camberos, cuando este organismo prevé un deterioro económico “al no haber apoyos a empresas y personas desempleadas”.

Ante este escenario, el gobernador Javier Corral comentó que “…de no rectificarse esos recortes, el estado de Chihuahua tendrá una afectación superior a los 4 mil 600 mdp”, y se empata esta declaración con el humor social, pues ya vislumbramos a 2021 como uno de los peores panoramas de financiamiento federal en los últimos años.

Veamos a Chihuahua. Respecto de los municipios la afectación será en Seguridad Pública a medida que desaparece el subsidio de Fortaseg destinado a la profesionalización de oficiales, equipamiento e infraestructura. En Inversión Pública Productiva, ésta se reduce con la afectación al Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal, pues dejaremos de recibir 14,500 mdp, destinados regularmente para agua potable, alcantarillado, drenaje, urbanización, mejoramiento de vivienda, mantenimiento de infraestructura y acciones orientadas a la atención de la pobreza y rezago social.

En nuestro estado se reduce también el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (Fortamun o FAFM), por más de 869 mdp en el Ramo 28 (ingresos de libre disposición), para funcionamiento y operatividad de municipios para la prestación de servicios públicos.

Y para infraestructura del campo, nuestros productores muestran su enojo y habrán de esperar tiempos mejores. En 2021 no habrá recurso federal para la conservación de carreteras, menos llegará para los caminos rurales, ni siquiera para su conservación, mucho menos para estudios y proyectos de caminos rurales y carreteras alimentadoras, conocidas como sacacosechas. El gobierno federal dejará de invertir 586 mdp en este rubro para el estado de Chihuahua y sus 67 municipios.

En materia de salud se olvidan de Ciudad Juárez por lo que la ampliación y remodelación del hospital del Issste ya no recibirá 119.7 mdp. Tampoco en Ciudad Delicias ya que los 90 millones de pesos destinados para concluir la clínica del Issste, también fueron recortados.

A diferencia de otros países donde se intenta afrontar la contingencia al mismo tiempo que reducir impactos a la economía, en México la federación decide blindar recursos a proyectos nada prioritarios a costa del bienestar y desarrollo de las familias mexicanas. En casos como éste pareciera que el Paquete 2021 comprendiera otra realidad, un escenario de emociones encontradas ya que mientras el presidente y su gobierno miran con optimismo lo que viene, los generadores de empleo muestran su seria preocupación, los productores del campo asoman su angustia, la clase trabajadora experimenta frustración y las familias continúan en el abandono. ¡Cuántas emociones encontramos en ese paquete económico dictado desde la hegemonía de un solo hombre!