/ jueves 14 de enero de 2021

¿En dónde quedó aquel Pensiones…?

Pensiones Civiles del Estado de Chihuahua (PCE) nació como una iniciativa, esfuerzo, presiones, necesidades e impulso del magisterio estatal. Con el paso del tiempo, llegó a convertirse en el mejor servicio médico de todo el país, para orgullo, compromiso y beneficio de las familias beneficiarias.

También con el paso del tiempo se fueron integrando otros organismos de trabajadores al servicio del Estado, situación que fue generando una serie de circunstancias que hoy tienen a aquel majestuoso y orgulloso servicio médico, ejemplo nacional, con problemáticas que implican su viabilidad y sostenibilidad, lo cual ha generado dudas e inquietudes en distintos sectores.

Muchos son los elementos y múltiples las circunstancias que se pueden aludir para que ello esté ocurriendo, ejemplos como es la falta de compromiso de actores políticos, las transformaciones a medias, su uso como “caja chica” por parte de las administraciones estatales, el mal uso del servicio médico de algunas personas, la visión eminentemente política de corto plazo, el desorden administrativo, la incertidumbre y opacidad financiera, que han contribuido a generar un esquema que requiere su revisión a fin de que se cuente con el instituto médico en el largo plazo.

En este sentido, mucho se ha especulado sobre la participación de organismos afiliados a PCE, para ello, el sábado pasado, la Asociación de Editorialistas de Chihuahua (AECh) invitó al maestro Luis Alberto Fierro Ramírez, rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh), quien, de manera propositiva y responsable en su intervención, mostró cómo desde el primer día de su gestión fue una de sus prioridades, acompañado del director administrativo expuso algunos puntos muy importantes para el aporte del debate sobre la situación de PCE.

Muchos y muy directos fueron los cuestionamientos, y uno a uno obtuvieron respuesta puntual y con datos financieros y de contexto específicos, para respaldar sus respuestas. Aspectos fundamentales como lo es el que la UACh, por contrato colectivo, debe asumir el total de la responsabilidad de las aportaciones del servicio médico de su personal, lo cual, a partir de la reforma de PCE realizada en el sexenio pasado, provocó que prácticamente se le triplicara dicha carga impositiva, sin que ello fuera acompañado en el presupuesto, por parte del Poder Legislativo, de la asignación de los recursos financieros necesarios para hacer frente a dichos compromisos.

Otro aspecto importante a destacar tiene que ver con la certeza, ya que PCE hace llegar a cada organismo un saldo a pagar por un “diferencial” de lo que gastaron sus “usuarios”, sin embargo, no acompaña ninguna lista donde se establezca quiénes y qué tipo de servicio usaron, lo que deja dudas sobre la certidumbre de ello. Afortunadamente la UACh desarrolló un programa informático especializado para tal efecto, el cual ya aceptó utilizar PCE.

Estos ejemplos nos pueden dar muestras de la complejidad del problema y de la importancia de un diálogo franco, abierto y con la comunicación adecuada de las y los interesados a fin de que realmente el Poder Ejecutivo brinde muestras de que está dispuesto a una solución de fondo y el Legislativo a dedicar las partidas presupuestarias necesarias para el beneficio de las finanzas del servicio médico de PCE, que debe ser garante de la seguridad social del magisterio estatal.

A mis amables lectores les deseo un estupendo inicio de año 2021…

manuelnavarrow@gmail.com

https://manuelnavarrow.com


Pensiones Civiles del Estado de Chihuahua (PCE) nació como una iniciativa, esfuerzo, presiones, necesidades e impulso del magisterio estatal. Con el paso del tiempo, llegó a convertirse en el mejor servicio médico de todo el país, para orgullo, compromiso y beneficio de las familias beneficiarias.

También con el paso del tiempo se fueron integrando otros organismos de trabajadores al servicio del Estado, situación que fue generando una serie de circunstancias que hoy tienen a aquel majestuoso y orgulloso servicio médico, ejemplo nacional, con problemáticas que implican su viabilidad y sostenibilidad, lo cual ha generado dudas e inquietudes en distintos sectores.

Muchos son los elementos y múltiples las circunstancias que se pueden aludir para que ello esté ocurriendo, ejemplos como es la falta de compromiso de actores políticos, las transformaciones a medias, su uso como “caja chica” por parte de las administraciones estatales, el mal uso del servicio médico de algunas personas, la visión eminentemente política de corto plazo, el desorden administrativo, la incertidumbre y opacidad financiera, que han contribuido a generar un esquema que requiere su revisión a fin de que se cuente con el instituto médico en el largo plazo.

En este sentido, mucho se ha especulado sobre la participación de organismos afiliados a PCE, para ello, el sábado pasado, la Asociación de Editorialistas de Chihuahua (AECh) invitó al maestro Luis Alberto Fierro Ramírez, rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh), quien, de manera propositiva y responsable en su intervención, mostró cómo desde el primer día de su gestión fue una de sus prioridades, acompañado del director administrativo expuso algunos puntos muy importantes para el aporte del debate sobre la situación de PCE.

Muchos y muy directos fueron los cuestionamientos, y uno a uno obtuvieron respuesta puntual y con datos financieros y de contexto específicos, para respaldar sus respuestas. Aspectos fundamentales como lo es el que la UACh, por contrato colectivo, debe asumir el total de la responsabilidad de las aportaciones del servicio médico de su personal, lo cual, a partir de la reforma de PCE realizada en el sexenio pasado, provocó que prácticamente se le triplicara dicha carga impositiva, sin que ello fuera acompañado en el presupuesto, por parte del Poder Legislativo, de la asignación de los recursos financieros necesarios para hacer frente a dichos compromisos.

Otro aspecto importante a destacar tiene que ver con la certeza, ya que PCE hace llegar a cada organismo un saldo a pagar por un “diferencial” de lo que gastaron sus “usuarios”, sin embargo, no acompaña ninguna lista donde se establezca quiénes y qué tipo de servicio usaron, lo que deja dudas sobre la certidumbre de ello. Afortunadamente la UACh desarrolló un programa informático especializado para tal efecto, el cual ya aceptó utilizar PCE.

Estos ejemplos nos pueden dar muestras de la complejidad del problema y de la importancia de un diálogo franco, abierto y con la comunicación adecuada de las y los interesados a fin de que realmente el Poder Ejecutivo brinde muestras de que está dispuesto a una solución de fondo y el Legislativo a dedicar las partidas presupuestarias necesarias para el beneficio de las finanzas del servicio médico de PCE, que debe ser garante de la seguridad social del magisterio estatal.

A mis amables lectores les deseo un estupendo inicio de año 2021…

manuelnavarrow@gmail.com

https://manuelnavarrow.com