Si hay algún tema que nos entretiene es la posible legalización del aborto y de las drogas, y de nuevo han saltado a la palestra en plenos meses de elecciones. ¿Qué votos se ganan con permitir el aborto y el uso de drogas? El de los jóvenes.
Y mire usted que es difícil hablar con un chico sobre el daño que provoca la mariguana, le podemos presentar estudios científicos del daño al cerebro y le apuesto que le contestara que, simplemente, no piensa fumar todos los días… así que no gaste saliva.
En cuanto al aborto, me basta con ver los albergues llenos de niños que pudiéramos auxiliar en vez de gastar tinta y recursos económicos en el pro aborto o contra, pero opinar sobre fetos es más divertido que auxiliar del desamor y la pobreza a niños abandonados. Y si le expone a una joven que el aborto es un delito, ella le dirá que es su cuerpo, y que usted no va a mantener al niño, y eso es cierto.
Y agréguele que, para entretenernos más, la presidencia imperial tiene ya programados sendos actos como es el festejo de los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, el 12 de mayo, ciudad que destrozaron los españoles, a quienes seguramente este señor relacionará con los ricos, y aunque él es blanco, eso no importa, porque es él quien los defiende. Luego, el 26 de mayo se festejará, también, la caída de Tenochtitlan, el momento crucial en que los blancos ganaron sobre los morenos, y será explotado como vencidos y vencedores, además de aquí en adelante la Conquista Española pasará a ser Invasión Española en los libros de historia, marcando, eso sí, un antes y un después en la conciencia colectiva de los mexicanos, sobre todo en los más jóvenes, quienes creerán que su presidente es un gran justiciero porque cambió la palabra.
Recuerde que los jóvenes buscan justicia, aunque no la practiquen lavando sus propios platos.
Este 6 de junio se define quién manda en el Congreso, platiquemos a los jóvenes lo que es el comunismo, avisémosles que pueden ser usados para comprometer su futuro.
Miembro de la AECHIC
