/ miércoles 20 de enero de 2021

Equipo

Un día que estaba sentada en la playa, un señor de uniforme y casco rojo estaba pidiendo donaciones para una asociación llamada CARESUR (paramédicos y asistentes de bomberos). En el momento en que se acercó a pedirme apoyo, me acordé de unos acantilados hermosos que veo en mis caminatas, unos barrancos peligrosos muy empinados donde en el fondo hay mucha basura, y pensé: Este señor y su equipo quizá me puedan ayudar a sacar lo que groseramente necios e ignorantes tiran en ese hermosísimo lugar y le dije: “¿Qué le parece si yo consigo donativos y usted me ayuda a limpiar un área de Olas Altas?”. Él dijo que sí, le gustó la idea, y registré su teléfono. Eso del encuentro fue hace como un año, y ahora que estoy de nuevo en Mazatlán le hablé y nos pusimos de acuerdo para la actividad, y con la ayuda de mi hija, su restaurante y Guadalupe Aguilar, amiga y vecina, fijamos detalles y fecha. También invité al fotógrafo Alwin van der Heiden para que se uniera a la causa, porque él también limpia espacios naturales y llevó a su grupo de amigos CROA (Club de Rucos de Olas Altas), los cuales se reúnen para diferentes actividades, entre ellas, limpiar playas.

Nos fue muy bien, fue una experiencia muy buena, conocí personas que al igual que yo están preocupados por este maravilloso mundo lleno de escenarios espectaculares que necesitan ser rescatados.

El único “pero” es que todavía hay mucho por hacer, hay que seguir uniendo fuerzas invitando a que se sumen voluntarios. El trabajo en equipo es la comprobación de que entre muchos los resultados son excelentes.

Un equipo se forma con diferentes talentos, no todos somos los indicados para las mismas tareas, porque cada cual tiene sus fortalezas. ¿Las tuyas cuáles son? ¿Qué puedes aportar para la conservación de la naturaleza? Te invito a que lo analices. Se trata de adoptar nuevas costumbres que eviten el aumento de la contaminación.

Aquí en Mazatlán me topo seguido a un escuadrón de entrenamiento que corre por el malecón, gritan frases al ritmo de sus zancadas, suben y bajan escaleras, no sé lo que son, si policías, soldados o miembros de algún club deportivo, pero lo que sí se es que todo ese esfuerzo que hacen en su entrenamiento se podría aprovechar para salvar un rincón maltratado de la naturaleza, quizá correr hasta llegar a él, limpiarlo y después regresar de la misma manera, haciendo ejercicio, pero con la gran satisfacción de haber hecho un acto heroico y urgente por el planeta.

¡A seguir haciendo equipo para salvar el medioambiente!

Hay muchas extensiones de tierra y cuerpos de agua que necesitan ser restablecidos! ¿Dónde vives? ¿Qué hay a tu alrededor? ¿Qué vas a hacer al respecto?

¿Cuántas horas tiene tu día? ¿No podrás emplear un poco de tu tiempo a una actividad pro medioambiente? ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde la fuente de materias primas indispensables para estar vivo y sano?



Un día que estaba sentada en la playa, un señor de uniforme y casco rojo estaba pidiendo donaciones para una asociación llamada CARESUR (paramédicos y asistentes de bomberos). En el momento en que se acercó a pedirme apoyo, me acordé de unos acantilados hermosos que veo en mis caminatas, unos barrancos peligrosos muy empinados donde en el fondo hay mucha basura, y pensé: Este señor y su equipo quizá me puedan ayudar a sacar lo que groseramente necios e ignorantes tiran en ese hermosísimo lugar y le dije: “¿Qué le parece si yo consigo donativos y usted me ayuda a limpiar un área de Olas Altas?”. Él dijo que sí, le gustó la idea, y registré su teléfono. Eso del encuentro fue hace como un año, y ahora que estoy de nuevo en Mazatlán le hablé y nos pusimos de acuerdo para la actividad, y con la ayuda de mi hija, su restaurante y Guadalupe Aguilar, amiga y vecina, fijamos detalles y fecha. También invité al fotógrafo Alwin van der Heiden para que se uniera a la causa, porque él también limpia espacios naturales y llevó a su grupo de amigos CROA (Club de Rucos de Olas Altas), los cuales se reúnen para diferentes actividades, entre ellas, limpiar playas.

Nos fue muy bien, fue una experiencia muy buena, conocí personas que al igual que yo están preocupados por este maravilloso mundo lleno de escenarios espectaculares que necesitan ser rescatados.

El único “pero” es que todavía hay mucho por hacer, hay que seguir uniendo fuerzas invitando a que se sumen voluntarios. El trabajo en equipo es la comprobación de que entre muchos los resultados son excelentes.

Un equipo se forma con diferentes talentos, no todos somos los indicados para las mismas tareas, porque cada cual tiene sus fortalezas. ¿Las tuyas cuáles son? ¿Qué puedes aportar para la conservación de la naturaleza? Te invito a que lo analices. Se trata de adoptar nuevas costumbres que eviten el aumento de la contaminación.

Aquí en Mazatlán me topo seguido a un escuadrón de entrenamiento que corre por el malecón, gritan frases al ritmo de sus zancadas, suben y bajan escaleras, no sé lo que son, si policías, soldados o miembros de algún club deportivo, pero lo que sí se es que todo ese esfuerzo que hacen en su entrenamiento se podría aprovechar para salvar un rincón maltratado de la naturaleza, quizá correr hasta llegar a él, limpiarlo y después regresar de la misma manera, haciendo ejercicio, pero con la gran satisfacción de haber hecho un acto heroico y urgente por el planeta.

¡A seguir haciendo equipo para salvar el medioambiente!

Hay muchas extensiones de tierra y cuerpos de agua que necesitan ser restablecidos! ¿Dónde vives? ¿Qué hay a tu alrededor? ¿Qué vas a hacer al respecto?

¿Cuántas horas tiene tu día? ¿No podrás emplear un poco de tu tiempo a una actividad pro medioambiente? ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde la fuente de materias primas indispensables para estar vivo y sano?



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