/ miércoles 10 de marzo de 2021

Esencia de mujer

Día de la Mujer ¿Qué significa? La celebración del 8 de marzo no debe adulterarse con superficialidades y mercadotecnia, y terminar siendo un 10 de mayo más.

Este día llama a observar dónde está parada o tirada la mujer en las sociedades del mundo, y cuando digo esto, se me vienen a la mente las exitosas que han mostrado toda esa capacidad femenina para ser líder, y por otro lado las injusticias, los abusos, los feminicidios, y esas maneras de vivir tolerando una violencia doméstica y laboral que muchas mujeres aceptan como normal.

Este Día de la Mujer es una llamada a reaccionar y entender que muchas de las costumbres que venimos cargando por generaciones ¡Están mal!

Hace unos días vi la historia de Rebecca, una mujer de Kenia que creó una aldea llamada Umoja (unidad), donde no se permiten hombres. El abuso de los hombres fue lo que hizo que ella y otras mujeres dijeran ¡Basta! Sus hijos varones pueden vivir ahí hasta los 18 y si se quedan tienen que seguir las reglas de la tribu.

El abuso del hombre hacia las mujeres es una ideología que está llena de nudos mentales que convencen que así tiene que ser, por creencias que inventaron unos misóginos de hace no sé cuántos años y que las poblaciones “civilizadas de hoy” todavía se las creen, tanto el abusador como la víctima.

Es muy conveniente para el mundo masculino que la mujer se someta, es como tener una mascota que hace todo lo que al hombre le place, sin haber ninguna resistencia.

¡Mujeres, este día nos incita a valorarnos! A descubrir todo ese potencial que ha sido relegado por ese acervo de creencias y costumbres absurdas.

Cuando la mujer respinga no funciona la relación machista, porque el mundo masculino no quiere renunciar al control. Ser sumisa es la negación de la esencia femenina, ser sumisa es anularse y como consecuencia una privación de que ninguno de los dos en la pareja crezca, porque cada personalidad y temperamento está para enseñar al otro, con la manifestación plena de cada cual.

Cuando recuerdo mis tiempos de sumisa, es cuando veo claramente que me negué a mí misma, y al hacerlo, no sólo me estaba anulando, sino perdiendo la oportunidad de despertar del machismo a esas personas que me veían como ciudadano de segunda clase, y no hablo sólo de hombres, sino de todas las mujeres que aplauden la postura machista y así educan y así viven.

El miedo de decir NO, de poner límites, nació sin duda del abuso, y aun y cuando las leyes nos dicen que estamos protegidas, sabemos que en muchos casos NO.

Mujeres, este 8 de marzo nos recuerda que hay que recuperar la dignidad de la mujer, y que si queremos lograr algo a nuestro favor, el camino es la unión. Tenemos la tarea de dejar de competir unas contra otras en esa sutil hipocresía con la que nos relacionamos hasta en los más cercanos círculos. TODAS SOMOS VALIOSAS y para hacer una gran fuerza de ahí debemos partir. ¡Que ese rumor donde nos descalificamos unas a otras termine! Y nos enriquezcamos con conocer y descubrir a cada mujer que nos topamos, respetando maneras de ser porque cada historia formó lo que se es, y desde eso está el aprendizaje y la enseñanza.

Y les digo a todas las mujeres en su día: LO SIENTO, PERDÓNAME, GRACIAS, TE AMO.

Día de la Mujer ¿Qué significa? La celebración del 8 de marzo no debe adulterarse con superficialidades y mercadotecnia, y terminar siendo un 10 de mayo más.

Este día llama a observar dónde está parada o tirada la mujer en las sociedades del mundo, y cuando digo esto, se me vienen a la mente las exitosas que han mostrado toda esa capacidad femenina para ser líder, y por otro lado las injusticias, los abusos, los feminicidios, y esas maneras de vivir tolerando una violencia doméstica y laboral que muchas mujeres aceptan como normal.

Este Día de la Mujer es una llamada a reaccionar y entender que muchas de las costumbres que venimos cargando por generaciones ¡Están mal!

Hace unos días vi la historia de Rebecca, una mujer de Kenia que creó una aldea llamada Umoja (unidad), donde no se permiten hombres. El abuso de los hombres fue lo que hizo que ella y otras mujeres dijeran ¡Basta! Sus hijos varones pueden vivir ahí hasta los 18 y si se quedan tienen que seguir las reglas de la tribu.

El abuso del hombre hacia las mujeres es una ideología que está llena de nudos mentales que convencen que así tiene que ser, por creencias que inventaron unos misóginos de hace no sé cuántos años y que las poblaciones “civilizadas de hoy” todavía se las creen, tanto el abusador como la víctima.

Es muy conveniente para el mundo masculino que la mujer se someta, es como tener una mascota que hace todo lo que al hombre le place, sin haber ninguna resistencia.

¡Mujeres, este día nos incita a valorarnos! A descubrir todo ese potencial que ha sido relegado por ese acervo de creencias y costumbres absurdas.

Cuando la mujer respinga no funciona la relación machista, porque el mundo masculino no quiere renunciar al control. Ser sumisa es la negación de la esencia femenina, ser sumisa es anularse y como consecuencia una privación de que ninguno de los dos en la pareja crezca, porque cada personalidad y temperamento está para enseñar al otro, con la manifestación plena de cada cual.

Cuando recuerdo mis tiempos de sumisa, es cuando veo claramente que me negué a mí misma, y al hacerlo, no sólo me estaba anulando, sino perdiendo la oportunidad de despertar del machismo a esas personas que me veían como ciudadano de segunda clase, y no hablo sólo de hombres, sino de todas las mujeres que aplauden la postura machista y así educan y así viven.

El miedo de decir NO, de poner límites, nació sin duda del abuso, y aun y cuando las leyes nos dicen que estamos protegidas, sabemos que en muchos casos NO.

Mujeres, este 8 de marzo nos recuerda que hay que recuperar la dignidad de la mujer, y que si queremos lograr algo a nuestro favor, el camino es la unión. Tenemos la tarea de dejar de competir unas contra otras en esa sutil hipocresía con la que nos relacionamos hasta en los más cercanos círculos. TODAS SOMOS VALIOSAS y para hacer una gran fuerza de ahí debemos partir. ¡Que ese rumor donde nos descalificamos unas a otras termine! Y nos enriquezcamos con conocer y descubrir a cada mujer que nos topamos, respetando maneras de ser porque cada historia formó lo que se es, y desde eso está el aprendizaje y la enseñanza.

Y les digo a todas las mujeres en su día: LO SIENTO, PERDÓNAME, GRACIAS, TE AMO.

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