/ viernes 21 de enero de 2022

¿Esta Europa en peligro de entrar en guerra?

No está nada claro que las amenazas rusas de invadir Ucrania se cumplan, pero el clima prebélico que está viviendo la región ha hecho saltar todas las alarmas europeas. El viejo continente, harto de guerras durante toda su historia, vuelve a tener una posibilidad real de vivir una gran pesadilla; Rusia moviliza tropas, Estados Unidos advierte y a la OTAN no le queda más remedio que estar en guardia.

En este momento del viernes en el que usted está leyendo este análisis se está reuniendo Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, con Sergéi Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia. La capital suiza es el lugar elegido para dar una oportunidad más a la diplomacia.

Estados Unidos tiene claro que Rusia podría realizar un sabotaje importante contra intereses rusos en Ucrania para justificar una intervención, no va a invadir porque sí, sin motivo aparente. Y que lo diga de manera contundente Estados Unidos es muy clarificador, además de que tenga sus fuentes de inteligencia que avalen esa afirmación, las acciones de falsa bandera componen un tipo de acción militar en la que los estadounidenses son maestros. Entre otros casos históricos podemos destacar el auto hundimiento del acorazado Maine en el puerto de La Habana en 1989, que ayudó a desencadenar la declaración de guerra que los norteamericanos le hicieron a España ese mismo año.

Por su lado Putin ya ha exigido a la OTAN que ni Ucrania ni Georgia entren jamás en la alianza, y que, prácticamente, le permitan vetar decisiones de la organización que tengan que ver con realizar actividades en los países vecinos de Rusia. Esto lograría que retirase sus tropas de la frontera ucraniana. La OTAN jamás va a permitir a Rusia vetar alguna de sus actividades en los países que considere oportuno realizarlas, incluidos los vecinos de los rusos, las repúblicas bálticas y Polonia son los protagonistas. Sin embargo, a pesar de la política de puertas abiertas de la OTAN, es factible que se piense, todavía más de lo que lo está haciendo, la incorporación sobre todo de Georgia, que quiere entrar a toda costa y ve una oportunidad de oro en la cumbre de la organización que se celebrará en Madrid este mismo 2022.

Europa teme lo peor, y algunos países se preparan para ello, como Suecia, que ha enviado cientos de efectivos a su isla de Gotland ubicada en el mar Báltico, de gran importancia geoestratégica, ante la amenaza rusa. Reino Unido por su parte ha enviado apoyo militar de corto alcance a Ucrania para incrementar sus capacidades defensivas, y pronto llegarán instructores para formar a las tropas ucranianas en su manejo. Por lo tanto, la internacionalización tanto de la amenaza como de la respuesta es un hecho.

Realmente este texto puede parecer de ficción, pero desgraciadamente no lo es. El peligro se incrementa precisamente porque la amenaza se realiza con armamento convencional, de corto alcance, si fuera de otro tipo sería inconcebible. Y aunque Rusia no tenga la capacidad militar que tuvo la Unión Soviética para sostener un conflicto armado largo y costoso, evidentemente puede invadir un país vecino que no es miembro de la OTAN bajo el lema de defender intereses rusos atacados en Ucrania.

No se sabe cómo va a ser el desenlace de estos acontecimientos, esperemos que hoy viernes dejen que la diplomacia tenga una oportunidad real y no la ahoguen con palabras huecas.


No está nada claro que las amenazas rusas de invadir Ucrania se cumplan, pero el clima prebélico que está viviendo la región ha hecho saltar todas las alarmas europeas. El viejo continente, harto de guerras durante toda su historia, vuelve a tener una posibilidad real de vivir una gran pesadilla; Rusia moviliza tropas, Estados Unidos advierte y a la OTAN no le queda más remedio que estar en guardia.

En este momento del viernes en el que usted está leyendo este análisis se está reuniendo Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, con Sergéi Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia. La capital suiza es el lugar elegido para dar una oportunidad más a la diplomacia.

Estados Unidos tiene claro que Rusia podría realizar un sabotaje importante contra intereses rusos en Ucrania para justificar una intervención, no va a invadir porque sí, sin motivo aparente. Y que lo diga de manera contundente Estados Unidos es muy clarificador, además de que tenga sus fuentes de inteligencia que avalen esa afirmación, las acciones de falsa bandera componen un tipo de acción militar en la que los estadounidenses son maestros. Entre otros casos históricos podemos destacar el auto hundimiento del acorazado Maine en el puerto de La Habana en 1989, que ayudó a desencadenar la declaración de guerra que los norteamericanos le hicieron a España ese mismo año.

Por su lado Putin ya ha exigido a la OTAN que ni Ucrania ni Georgia entren jamás en la alianza, y que, prácticamente, le permitan vetar decisiones de la organización que tengan que ver con realizar actividades en los países vecinos de Rusia. Esto lograría que retirase sus tropas de la frontera ucraniana. La OTAN jamás va a permitir a Rusia vetar alguna de sus actividades en los países que considere oportuno realizarlas, incluidos los vecinos de los rusos, las repúblicas bálticas y Polonia son los protagonistas. Sin embargo, a pesar de la política de puertas abiertas de la OTAN, es factible que se piense, todavía más de lo que lo está haciendo, la incorporación sobre todo de Georgia, que quiere entrar a toda costa y ve una oportunidad de oro en la cumbre de la organización que se celebrará en Madrid este mismo 2022.

Europa teme lo peor, y algunos países se preparan para ello, como Suecia, que ha enviado cientos de efectivos a su isla de Gotland ubicada en el mar Báltico, de gran importancia geoestratégica, ante la amenaza rusa. Reino Unido por su parte ha enviado apoyo militar de corto alcance a Ucrania para incrementar sus capacidades defensivas, y pronto llegarán instructores para formar a las tropas ucranianas en su manejo. Por lo tanto, la internacionalización tanto de la amenaza como de la respuesta es un hecho.

Realmente este texto puede parecer de ficción, pero desgraciadamente no lo es. El peligro se incrementa precisamente porque la amenaza se realiza con armamento convencional, de corto alcance, si fuera de otro tipo sería inconcebible. Y aunque Rusia no tenga la capacidad militar que tuvo la Unión Soviética para sostener un conflicto armado largo y costoso, evidentemente puede invadir un país vecino que no es miembro de la OTAN bajo el lema de defender intereses rusos atacados en Ucrania.

No se sabe cómo va a ser el desenlace de estos acontecimientos, esperemos que hoy viernes dejen que la diplomacia tenga una oportunidad real y no la ahoguen con palabras huecas.