/ miércoles 16 de junio de 2021

Expandir la verdad

Estamos en época de calor y ansiamos que llueva, que se refresque el ambiente, que los arroyos corran, que la presas suban su nivel y que los mantos acuíferos se llenen.

El agua es y será siempre indispensable para que la vida siga, así que sin lugar a dudas es el elemento principal de la naturaleza y por ser así es prioridad proporcionársela a la población ¡Sin el agua no se puede vivir! Pero el detalle es que sólo cuando no hay se le valora realmente.

Vayámonos a los orígenes de la escasez. El primero es sin duda la falta de apreciación del líquido vital. Descuido e invasión de lugares naturales. Contaminación y devastación de cuerpos de agua, perforación desmedida de pozos, falta de infraestructura para contenerla y distribuirla, deficiencia en las líneas de distribución, desperdicio en el consumo habitacional y sobre todo comercial y la sobrepoblación tanto humana como la de todos esos animales que reproducimos como simples productos, para después comer en los excesos y desperdicios más abominables. Riegos agrícolas por aquí y por allá, muchas veces justificados y otros absolutamente excesivos. Industrias que para darnos un litro de algo requieren mucho más del líquido vital.

El tema de la escasez de agua es una red que nos enreda a todos, podemos echarle al gobierno la culpa por la mala o nula distribución, pero todos de alguna manera estamos cooperando para que esto suceda. ¿Pero quién se quiere ir al origen? ¡Porque cómo incomoda que al llegar al meollo del asunto nos veamos involucrados!

El agua da vida, renueva, da verdadera paz por todo lo que hace con su maravillosa fuente de fertilidad, pero estamos en un mundo necio que quiere de todo para atiborrarnos desde hábitos que ya no cascan con el número de personas que somos.

Hay una frase que leí en un libro sobre la Alhambra de España: El agua tiene una fuerza estruendosa y un murmullo pacificador. Dos descripciones que nos llaman a valorar lo poderosa que es y lo que con su presencia regala.

Señoras, señores, jóvenes, niños, hoy Chihuahua nos llama a la moderación en el consumo de agua, y no sólo el agua como tal, sino reduciendo el consumo de todo aquello que sin duda tuvo el respaldo del agua para ser creado.

¿De qué nos sirven tantos “adelantos” si estamos dejando a la deriva el medioambiente que necesitamos para disfrutarlos?

Sin agua todo deja de tener sentido.

La semana pasada se terminó el agua de muchos aljibes y se tuvo que recurrir al servicio de pipas. Hablamos a la Junta Municipal y decían que todo iba sobre ruedas, que no había desbasto. Y yo me pregunto ¿Por qué mentir? ¡Claro que lo hubo! Y nos tienen que informar el porqué para que sepamos que hay un problema serio y que todos debemos reflexionar al respecto. No se ve bien que la Junta de Agua diga que todo está bien para salvar su imagen. Los ciudadanos debemos estar enterados y participar en soluciones.

Vivimos en un desierto y el agua es escasa, pero estamos entercados en utilizarla como si fuera muy abundante. Y aun en los lugares que abunda se debe cuidar porque cada gota que utilizamos tendrá que pasar por un proceso de filtración natural o artificial y otra no podrá reutilizarse.

AHORRA AGUA y acepta la verdad: hay un problema de escasez.

Estamos en época de calor y ansiamos que llueva, que se refresque el ambiente, que los arroyos corran, que la presas suban su nivel y que los mantos acuíferos se llenen.

El agua es y será siempre indispensable para que la vida siga, así que sin lugar a dudas es el elemento principal de la naturaleza y por ser así es prioridad proporcionársela a la población ¡Sin el agua no se puede vivir! Pero el detalle es que sólo cuando no hay se le valora realmente.

Vayámonos a los orígenes de la escasez. El primero es sin duda la falta de apreciación del líquido vital. Descuido e invasión de lugares naturales. Contaminación y devastación de cuerpos de agua, perforación desmedida de pozos, falta de infraestructura para contenerla y distribuirla, deficiencia en las líneas de distribución, desperdicio en el consumo habitacional y sobre todo comercial y la sobrepoblación tanto humana como la de todos esos animales que reproducimos como simples productos, para después comer en los excesos y desperdicios más abominables. Riegos agrícolas por aquí y por allá, muchas veces justificados y otros absolutamente excesivos. Industrias que para darnos un litro de algo requieren mucho más del líquido vital.

El tema de la escasez de agua es una red que nos enreda a todos, podemos echarle al gobierno la culpa por la mala o nula distribución, pero todos de alguna manera estamos cooperando para que esto suceda. ¿Pero quién se quiere ir al origen? ¡Porque cómo incomoda que al llegar al meollo del asunto nos veamos involucrados!

El agua da vida, renueva, da verdadera paz por todo lo que hace con su maravillosa fuente de fertilidad, pero estamos en un mundo necio que quiere de todo para atiborrarnos desde hábitos que ya no cascan con el número de personas que somos.

Hay una frase que leí en un libro sobre la Alhambra de España: El agua tiene una fuerza estruendosa y un murmullo pacificador. Dos descripciones que nos llaman a valorar lo poderosa que es y lo que con su presencia regala.

Señoras, señores, jóvenes, niños, hoy Chihuahua nos llama a la moderación en el consumo de agua, y no sólo el agua como tal, sino reduciendo el consumo de todo aquello que sin duda tuvo el respaldo del agua para ser creado.

¿De qué nos sirven tantos “adelantos” si estamos dejando a la deriva el medioambiente que necesitamos para disfrutarlos?

Sin agua todo deja de tener sentido.

La semana pasada se terminó el agua de muchos aljibes y se tuvo que recurrir al servicio de pipas. Hablamos a la Junta Municipal y decían que todo iba sobre ruedas, que no había desbasto. Y yo me pregunto ¿Por qué mentir? ¡Claro que lo hubo! Y nos tienen que informar el porqué para que sepamos que hay un problema serio y que todos debemos reflexionar al respecto. No se ve bien que la Junta de Agua diga que todo está bien para salvar su imagen. Los ciudadanos debemos estar enterados y participar en soluciones.

Vivimos en un desierto y el agua es escasa, pero estamos entercados en utilizarla como si fuera muy abundante. Y aun en los lugares que abunda se debe cuidar porque cada gota que utilizamos tendrá que pasar por un proceso de filtración natural o artificial y otra no podrá reutilizarse.

AHORRA AGUA y acepta la verdad: hay un problema de escasez.