Con la llegada de las fiestas decembrinas viene un ambiente de cordialidad, amabilidad y unión fraternal. Los invito a tomar de esta época lo mejor que nos da y lo apliquemos día con día en el año que está por comenzar.
De corazón espero que la dicha de estos días toque los corazones de todos quienes así lo necesiten y reafirmen la jovialidad de quienes todo el año nos muestran su mejor cara y dan la muestra para mejorar nuestro mundo. Convivamos con nuestros seres queridos y también compartamos con quienes así lo necesiten.
Recordemos también que el motivo de las celebraciones decembrinas no se basa en los regalos ni en los objetos materiales, se basa en el amor, la fe y en compartir estas dos cosas con nuestros seres queridos, que es en lo que radica el verdadero sentido de la Navidad.
Afrontemos estas fechas con un espíritu imperecedero de paz y amor, que transforme no sólo nuestro entorno familiar, sino también impacte en nuestra comunidad, en nuestro municipio, estado y nación.
Que el espíritu de estas fiestas decembrinas sea parteaguas en la transformación de nuestro país y de nuestras propias vidas. Que sea un motivo de cambio y nos ayude a voltear a ver a nuestro prójimo con la familiaridad que vemos a nuestros seres queridos. Que la unión fraternal sea el motor que impulse nuestras vidas y nos enseñe a dar a los demás sin distinción alguna.
Sin más por agregar, les envío mis más sinceros deseos de unión fraternal y que reciban el triple de lo que reparten. No nos olvidemos de nuestro prójimo y seamos felices en compañía de nuestros seres queridos.