/ jueves 23 de julio de 2020

Ferquimex, Fertimex y Fertinal: la madre de todas las estafas

Ferquimex, Fertimex y Fertinal es la misma empresa, vendida a senadores priistas en 1990, y luego comprada por Lozoya Austin a nombre del gobierno mexicano, en 635 millones de dólares, en el 2015, a sabiendas de que el fertilizante que vende lo importa de China.

Esta es una historia que comienza en el siglo pasado, cuando la planta Petroquímica que se encuentra en la Cd. de Camargo le vendía gas y amoniaco a su planta vecina Ferquimex, también en Camargo, para que produjera fertilizantes que se vendían por todo el país, pero a principios de los años 90, con la entrada del fertilizante chino barato, Ferquimex se quedó sin clientes, pues los agricultores son rudos, pero no tontos, y entonces los trabajadores de Ferquimex se declararon en una huelga por largos años.

Mientras Ferquimex Camargo estaba en huelga, Carlos Salinas de Gortari, aprovechadito como era, privatizó o vendió el 50% de las plantas de Ferquimex, que están, además de en Cd. Camargo, en Salamanca y Minatitlán, en mucho menos de lo que valían los propios activos, a unos amigos suyos senadores priistas y la llamó Fertimex, y luego le inyectaron algunos créditos a nombre del gobierno; estos senadores priistas se dedicaron a quebrarla, pero luego fueron rescatados por el IPAB con créditos millonarios que hasta la fecha estamos pagando. Como no funcionó y el fertilizante seguía llegando de China, para 1999 se volvieron a pedir créditos para reavivarlas. Seguían llamándose Fertimex y el juego de endeudar la paraestatal y pedir créditos para salvarla les empezó a gustar. Y los bancos felices, algunos de estos mismos hombres.

Pasando los 12 años de gobiernos panistas, los consejeros de Peña Nieto le dijeron al oído lo fácil que es sacar millones de dólares de una empresa gubernamental que no sirve para nada, pero que es imposible de desaparecer por su mafioso sindicato, pidiendo créditos a nombre del gobierno para comprarla, y entonces, el gobierno de Peña, en el 2015, y a cargo de Emilio Lozoya Austin, volvió a comprar la parte que Salinas había privatizado y vendido a sus amigos senadores priistas, de ésos que se queja AMLO, pero que no tiene ninguno en la cárcel. Emilio Lozoya pagó por ello 635 millones de dólares, leyó usted bien, 635 millones de dólares, ¿de dónde los sacó Pemex si no los tenía?, pues los pidió prestados en nombre del pueblo de México a Nafin y al Bancomext, y, según Newsweek de julio 2020, al banco del pueblo bueno de la 4T, Banco Azteca, de Salinas Pliego, uno de los amigos neoliberales de AMLO, que le prestó 127 millones de dólares. Ojalá y no se los pagaran. Y fue la empresa Pemex Holdings BV, que no sé por qué está domiciliada en Holanda, la que autorizó, también, un crédito a nombre del gobierno de México por 475 millones de dólares para su modernización. Y entonces la llamaron Fertinal. ¿Y qué se hizo con ese dinero? Se pagó a los senadores priistas de antaño que eran los dueños y se invirtió en empresas fantasmas que les vendían conitos de agua que la conservan más fresca en el trayecto de la mano a la boca, y cosas así. Es tanta la burla que una de estas empresas fantasmas sólo tenía una lámina con su nombre pegada a un árbol, ni siquiera era una casa.

Con la venida de Lozoya ya se empiezan a pasar la bolita unos a otros porque dicen que éste estaba presionado por Videgaray, quien entonces era el encargado de la Secretaría de Hacienda, y que Videgaray se defenderá diciendo que la instrucción venía del presidente de la República de ese entonces: Enrique Peña Nieto.

Pero con todo y que se avienten la bolita todavía a esto hay que agregar las torsiones maquiavélicas que la 4T le va a dar al tema, para ver si de pura suerte puede culpar a Felipe Calderón, la personal obsesión de López Obrador, o incluso a Fox ya que el PAN es el único partido que puede hacerle ruido y debilitar sus intenciones faraónicas comunistas, para las que, por supuesto, se harán fraudes iguales. Ni modo, amable lector, lectora, así es nuestro pueblo y, según mis teorías políticas, de seguir Morena en el poder este tipo de corrupciones se intensificarán, pues son estos mismos personajes los que han invadido el partido, iniciado con tan buena intención.

Pero mire usted nuestro país es abundante en cosas buenas, por ejemplo, aquí en Chihuahua el cielo tiene un maravilloso tono azul y todos los días el sol sale con la misma intención de dar vida, además a cada momento nacen niños, y cada niño es una promesa; lo mejor es que cuando llueve sale el arcoíris, y los pajaritos se bañan en cualquier charquito. Saludos, y recuerde que hay personas que hacemos lo mejor por nosotros mismos y por los demás, como usted y yo. Feliz día.

Namasté.

www.silviagonzalez.com.mx

Ferquimex, Fertimex y Fertinal es la misma empresa, vendida a senadores priistas en 1990, y luego comprada por Lozoya Austin a nombre del gobierno mexicano, en 635 millones de dólares, en el 2015, a sabiendas de que el fertilizante que vende lo importa de China.

Esta es una historia que comienza en el siglo pasado, cuando la planta Petroquímica que se encuentra en la Cd. de Camargo le vendía gas y amoniaco a su planta vecina Ferquimex, también en Camargo, para que produjera fertilizantes que se vendían por todo el país, pero a principios de los años 90, con la entrada del fertilizante chino barato, Ferquimex se quedó sin clientes, pues los agricultores son rudos, pero no tontos, y entonces los trabajadores de Ferquimex se declararon en una huelga por largos años.

Mientras Ferquimex Camargo estaba en huelga, Carlos Salinas de Gortari, aprovechadito como era, privatizó o vendió el 50% de las plantas de Ferquimex, que están, además de en Cd. Camargo, en Salamanca y Minatitlán, en mucho menos de lo que valían los propios activos, a unos amigos suyos senadores priistas y la llamó Fertimex, y luego le inyectaron algunos créditos a nombre del gobierno; estos senadores priistas se dedicaron a quebrarla, pero luego fueron rescatados por el IPAB con créditos millonarios que hasta la fecha estamos pagando. Como no funcionó y el fertilizante seguía llegando de China, para 1999 se volvieron a pedir créditos para reavivarlas. Seguían llamándose Fertimex y el juego de endeudar la paraestatal y pedir créditos para salvarla les empezó a gustar. Y los bancos felices, algunos de estos mismos hombres.

Pasando los 12 años de gobiernos panistas, los consejeros de Peña Nieto le dijeron al oído lo fácil que es sacar millones de dólares de una empresa gubernamental que no sirve para nada, pero que es imposible de desaparecer por su mafioso sindicato, pidiendo créditos a nombre del gobierno para comprarla, y entonces, el gobierno de Peña, en el 2015, y a cargo de Emilio Lozoya Austin, volvió a comprar la parte que Salinas había privatizado y vendido a sus amigos senadores priistas, de ésos que se queja AMLO, pero que no tiene ninguno en la cárcel. Emilio Lozoya pagó por ello 635 millones de dólares, leyó usted bien, 635 millones de dólares, ¿de dónde los sacó Pemex si no los tenía?, pues los pidió prestados en nombre del pueblo de México a Nafin y al Bancomext, y, según Newsweek de julio 2020, al banco del pueblo bueno de la 4T, Banco Azteca, de Salinas Pliego, uno de los amigos neoliberales de AMLO, que le prestó 127 millones de dólares. Ojalá y no se los pagaran. Y fue la empresa Pemex Holdings BV, que no sé por qué está domiciliada en Holanda, la que autorizó, también, un crédito a nombre del gobierno de México por 475 millones de dólares para su modernización. Y entonces la llamaron Fertinal. ¿Y qué se hizo con ese dinero? Se pagó a los senadores priistas de antaño que eran los dueños y se invirtió en empresas fantasmas que les vendían conitos de agua que la conservan más fresca en el trayecto de la mano a la boca, y cosas así. Es tanta la burla que una de estas empresas fantasmas sólo tenía una lámina con su nombre pegada a un árbol, ni siquiera era una casa.

Con la venida de Lozoya ya se empiezan a pasar la bolita unos a otros porque dicen que éste estaba presionado por Videgaray, quien entonces era el encargado de la Secretaría de Hacienda, y que Videgaray se defenderá diciendo que la instrucción venía del presidente de la República de ese entonces: Enrique Peña Nieto.

Pero con todo y que se avienten la bolita todavía a esto hay que agregar las torsiones maquiavélicas que la 4T le va a dar al tema, para ver si de pura suerte puede culpar a Felipe Calderón, la personal obsesión de López Obrador, o incluso a Fox ya que el PAN es el único partido que puede hacerle ruido y debilitar sus intenciones faraónicas comunistas, para las que, por supuesto, se harán fraudes iguales. Ni modo, amable lector, lectora, así es nuestro pueblo y, según mis teorías políticas, de seguir Morena en el poder este tipo de corrupciones se intensificarán, pues son estos mismos personajes los que han invadido el partido, iniciado con tan buena intención.

Pero mire usted nuestro país es abundante en cosas buenas, por ejemplo, aquí en Chihuahua el cielo tiene un maravilloso tono azul y todos los días el sol sale con la misma intención de dar vida, además a cada momento nacen niños, y cada niño es una promesa; lo mejor es que cuando llueve sale el arcoíris, y los pajaritos se bañan en cualquier charquito. Saludos, y recuerde que hay personas que hacemos lo mejor por nosotros mismos y por los demás, como usted y yo. Feliz día.

Namasté.

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