/ lunes 15 de febrero de 2021

Finanzas y matrimonio

Casarse es una de las decisiones más importantes en la vida de todo ser humano, cuando se escoge a la pareja se toman en cuenta múltiples factores, aunque pocas veces se pone atención a los hábitos financieros del potencial cónyuge, y el costo de todo el ritual matrimonial.

En teoría, el matrimonio debería darse una sola vez en la vida, y el divorcio no debería existir, pero la realidad es muy distante. En México cada vez hay menos matrimonios y más divorcios, las gráficas del Inegi muestran una notable tendencia a la baja, pues mientras en el año 2000 hubo 707 mil matrimonios, en 2019 la cifra bajó a 504 mil. Por otro lado, en 2000 sólo existieron 52 mil divorcios, mientras que para 2019 la cifra alcanzó los 160 mil en el contexto nacional. En el estado de Chihuahua existen 54 divorcios por cada 100 matrimonios.

No conocer los hábitos financieros de la pareja puede traer problemas futuros que deriven en una separación. Especialistas en finanzas personales recomiendan ser totalmente honestos en temas de dinero antes de contraer nupcias, tanto del historial financiero, de los ingresos y deudas, y de lo que significa el dinero para cada integrante. “Tienes que conocer la historia del dinero de tu pareja porque su historia va a tener un significado financiero: si la persona tuvo escasez económica tal vez el dinero para ellos signifique protección, mientras que si la pareja tuvo abundancia significa libertad y desde ahí pueden empezar los problemas”, relata Alejandro Saracho, experto en finanzas personales. El tema de las deudas previas es más delicado aún, porque si se está pagando una deuda, no se podrá aportar a la nueva sociedad conyugal: “Este rompe relaciones por completo. Tienes que conocer cuánta deuda tiene, porque al final te estás casando y necesitan encontrar la forma de enfrentar la deuda juntos”, explica el experto. Por otro lado, si se conoce con exactitud cuáles son los gastos y los ingresos de la pareja, se pueden hacer planes juntos a futuro, para realizar proyectos en conjunto o concretar metas de ahorro para viajar, darles a los hijos mejor educación o comenzar un negocio familiar.

Otro tema importantísimo a considerar, principalmente analizando las cifras de divorcio mencionadas, es el costo de llevar a cabo los rituales religiosos y sociales que el matrimonio implica. En los preparativos de la boda podemos encontrar gastos como el anillo de compromiso, las invitaciones, el vestido de la novia y el traje del novio, maquillaje y peinado, flores y decoración, fotografía y video, y honorarios por planificación de la boda. El día de la ceremonia, los gastos más fuertes son el lugar para el evento, los anillos de matrimonio, el grupo musical, la cena y los recuerdos. Y la cereza en el pastel: la luna de miel. En total, una pareja promedio puede gastar entre 120 y 250 mil pesos en todo el proceso nupcial. Por supuesto, todos estos gastos son más pequeños en épocas de pandemia, ya nos dirán las estadísticas si los mexicanos aprovecharon el bajo costo para casarse, o postergaron la fecha para hacerlo más normalmente.

Casarse es una de las decisiones más importantes en la vida de todo ser humano, cuando se escoge a la pareja se toman en cuenta múltiples factores, aunque pocas veces se pone atención a los hábitos financieros del potencial cónyuge, y el costo de todo el ritual matrimonial.

En teoría, el matrimonio debería darse una sola vez en la vida, y el divorcio no debería existir, pero la realidad es muy distante. En México cada vez hay menos matrimonios y más divorcios, las gráficas del Inegi muestran una notable tendencia a la baja, pues mientras en el año 2000 hubo 707 mil matrimonios, en 2019 la cifra bajó a 504 mil. Por otro lado, en 2000 sólo existieron 52 mil divorcios, mientras que para 2019 la cifra alcanzó los 160 mil en el contexto nacional. En el estado de Chihuahua existen 54 divorcios por cada 100 matrimonios.

No conocer los hábitos financieros de la pareja puede traer problemas futuros que deriven en una separación. Especialistas en finanzas personales recomiendan ser totalmente honestos en temas de dinero antes de contraer nupcias, tanto del historial financiero, de los ingresos y deudas, y de lo que significa el dinero para cada integrante. “Tienes que conocer la historia del dinero de tu pareja porque su historia va a tener un significado financiero: si la persona tuvo escasez económica tal vez el dinero para ellos signifique protección, mientras que si la pareja tuvo abundancia significa libertad y desde ahí pueden empezar los problemas”, relata Alejandro Saracho, experto en finanzas personales. El tema de las deudas previas es más delicado aún, porque si se está pagando una deuda, no se podrá aportar a la nueva sociedad conyugal: “Este rompe relaciones por completo. Tienes que conocer cuánta deuda tiene, porque al final te estás casando y necesitan encontrar la forma de enfrentar la deuda juntos”, explica el experto. Por otro lado, si se conoce con exactitud cuáles son los gastos y los ingresos de la pareja, se pueden hacer planes juntos a futuro, para realizar proyectos en conjunto o concretar metas de ahorro para viajar, darles a los hijos mejor educación o comenzar un negocio familiar.

Otro tema importantísimo a considerar, principalmente analizando las cifras de divorcio mencionadas, es el costo de llevar a cabo los rituales religiosos y sociales que el matrimonio implica. En los preparativos de la boda podemos encontrar gastos como el anillo de compromiso, las invitaciones, el vestido de la novia y el traje del novio, maquillaje y peinado, flores y decoración, fotografía y video, y honorarios por planificación de la boda. El día de la ceremonia, los gastos más fuertes son el lugar para el evento, los anillos de matrimonio, el grupo musical, la cena y los recuerdos. Y la cereza en el pastel: la luna de miel. En total, una pareja promedio puede gastar entre 120 y 250 mil pesos en todo el proceso nupcial. Por supuesto, todos estos gastos son más pequeños en épocas de pandemia, ya nos dirán las estadísticas si los mexicanos aprovecharon el bajo costo para casarse, o postergaron la fecha para hacerlo más normalmente.