/ jueves 5 de agosto de 2021

Fraseario

Por Aída María Holguín

Consulta Popular 2021: Quimera, sinrazón, insensata, innecesaria y costosa

La baja participación en la -innecesaria- Consulta Popular 2021, dada a conocer por el INE, es el reflejo de una quimera, la sinrazón y la insensatez de quien la impulsó.
La quimera consiste en el hecho de que sólo en la imaginación podía caber la posibilidad de que la participación total en la consulta popular sería, al menos, del 40% de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores. Es decir, que la participación fuera sólo un 12% menos de la que ocurrió en las elecciones intermedias del pasado 6 de junio; porcentajes de participación que, en términos reales, eran imposibles de lograr.
La sinrazón radica en que, en términos reales, se trató de una acción hecha contra justicia y fuera de lo razonable o debido. Esto, dado que la idea inicial del presidente López Obrador, y con la que logró influenciar al “pueblo bueno y sabio”, atentaba descaradamente contra el derecho de acceso a la justicia en igualdad de condiciones consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Luego, con la pregunta para consulta reformulada por la SCJN, la sinrazón se agravó porque lo justo, lo razonable y lo debido quedaron “a la buena de Dios”.
Lo insensato reside principalmente en que el presidente López Obrador haya pensado que era buena idea consultarnos si estábamos o no de acuerdo con que aplicara la ley; y esa, sin duda alguna, fue una idea imprudente, desquiciada y con muy poco juicio.
Lo innecesario, ya lo expliqué en mi artículo de la semana pasada; sin embargo, a modo de refuerzo, no está de más compartir lo recientemente expresado por el mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador: “La autoridad tiene el derecho de actuar cuando se trata de asuntos judiciales, siempre y cuando haya pruebas y elementos”. Entonces por eso, y a pesar de que los resultados de la consulta no son vinculantes, “no descarta la posibilidad de que haya juicios”. Al respecto, sólo es necesario aclararle al Presidente que no es que la autoridad tenga el “derecho” a actuar, es que la autoridad tiene la “obligación” de actuar cuando hay pruebas y elementos, y eso es algo que -en definitiva- no ameritaba ser consultado.
El caso es que la quimera, la sinrazón y la insensatez que motivaron y caracterizaron la ya histórica (por varios motivos) e innecesaria primera consulta popular nacional nos costó la módica cantidad de 528 millones de pesos ya “con descuento” (por aquello de la austeridad republicana). Y como bien lo dijo Séneca: lo innecesario, aunque cueste un solo céntimo, es caro.
En esta ocasión, concluyo parafraseando lo dicho alguna vez por el escritor español, Carlos Ruiz Zafón: Sólo los insensatos se empeñan en defender su sinrazón para salvaguardar su existencia de quimeras.
- - - - - -
PD: Es justo y necesario reconocer el compromiso y la impecable labor realizada por el INE. De ahí que, en términos de organización, difusión y puesta en marcha, la consulta haya sido un éxito.

Aída María Holguín Baeza
laecita.wordpress.com
laecita@gmail.com

Por Aída María Holguín

Consulta Popular 2021: Quimera, sinrazón, insensata, innecesaria y costosa

La baja participación en la -innecesaria- Consulta Popular 2021, dada a conocer por el INE, es el reflejo de una quimera, la sinrazón y la insensatez de quien la impulsó.
La quimera consiste en el hecho de que sólo en la imaginación podía caber la posibilidad de que la participación total en la consulta popular sería, al menos, del 40% de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores. Es decir, que la participación fuera sólo un 12% menos de la que ocurrió en las elecciones intermedias del pasado 6 de junio; porcentajes de participación que, en términos reales, eran imposibles de lograr.
La sinrazón radica en que, en términos reales, se trató de una acción hecha contra justicia y fuera de lo razonable o debido. Esto, dado que la idea inicial del presidente López Obrador, y con la que logró influenciar al “pueblo bueno y sabio”, atentaba descaradamente contra el derecho de acceso a la justicia en igualdad de condiciones consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Luego, con la pregunta para consulta reformulada por la SCJN, la sinrazón se agravó porque lo justo, lo razonable y lo debido quedaron “a la buena de Dios”.
Lo insensato reside principalmente en que el presidente López Obrador haya pensado que era buena idea consultarnos si estábamos o no de acuerdo con que aplicara la ley; y esa, sin duda alguna, fue una idea imprudente, desquiciada y con muy poco juicio.
Lo innecesario, ya lo expliqué en mi artículo de la semana pasada; sin embargo, a modo de refuerzo, no está de más compartir lo recientemente expresado por el mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador: “La autoridad tiene el derecho de actuar cuando se trata de asuntos judiciales, siempre y cuando haya pruebas y elementos”. Entonces por eso, y a pesar de que los resultados de la consulta no son vinculantes, “no descarta la posibilidad de que haya juicios”. Al respecto, sólo es necesario aclararle al Presidente que no es que la autoridad tenga el “derecho” a actuar, es que la autoridad tiene la “obligación” de actuar cuando hay pruebas y elementos, y eso es algo que -en definitiva- no ameritaba ser consultado.
El caso es que la quimera, la sinrazón y la insensatez que motivaron y caracterizaron la ya histórica (por varios motivos) e innecesaria primera consulta popular nacional nos costó la módica cantidad de 528 millones de pesos ya “con descuento” (por aquello de la austeridad republicana). Y como bien lo dijo Séneca: lo innecesario, aunque cueste un solo céntimo, es caro.
En esta ocasión, concluyo parafraseando lo dicho alguna vez por el escritor español, Carlos Ruiz Zafón: Sólo los insensatos se empeñan en defender su sinrazón para salvaguardar su existencia de quimeras.
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PD: Es justo y necesario reconocer el compromiso y la impecable labor realizada por el INE. De ahí que, en términos de organización, difusión y puesta en marcha, la consulta haya sido un éxito.

Aída María Holguín Baeza
laecita.wordpress.com
laecita@gmail.com