/ miércoles 20 de abril de 2022

Fraseario | Formidable y rotundo apagón a la Reforma Eléctrica de AMLO

El domingo pasado quedó comprobado lo dicho por Benjamin Disraeli: Ningún gobierno puede estar seguro largo tiempo sin una formidable oposición.

Fue casualmente el Domingo de Resurrección cuando la oposición completa “resucitó” y, sin querer queriendo, demostró aquello que desde 1844 advirtió Disraeli; es decir, que solamente con una oposición sólida y juiciosa es posible cumplir eficazmente con el papel que ésta desempeña en el funcionamiento de las democracias basadas en un sistema de partidos políticos, como es el caso de México.

Entonces el caso es que, como ya es bien sabido, luego de una discusión maratónica entre diputados al servicio del presidente Andrés Manuel López Obrador y legisladores de oposición, el pleno de la Cámara Baja procedió a la votación del dictamen de reforma constitucional en materia de energía y de acceso a la energía eléctrica, impulsada por AMLO. El resultado: 275 votos a favor, 223 en contra y 0 abstenciones.

Así, al no alcanzar la mayoría calificada requerida para su aprobación, el dictamen en cuestión sufrió el rotundo y formidable “apagón” que merecía. Y, sin duda alguna, dicho resultado es el fruto de que la oposición legislativa se haya unido firmemente con un mismo objetivo y en pro de sus representados -cosa que, por cierto, no sucede con mucha frecuencia-, dejándole claro al titular del Ejecutivo en turno que aquella seguridad -construida sobre la base del abuso de poder y autoridad- en la que se columpiaba no da para más (se le está acabando “el vuelito”).

Sí, es innegable que nivel de la discusión y debate que se dio en San Lázaro en torno a la reforma ya mencionada está muy lejos de haber sido “formidable” en toda la extensión de la palabra; es decir, porque no fue ni la sombra de lo que debería ser -cosa que, por cierto, desde hace mucho tiempo es así-. No obstante, tampoco se puede negar que, al menos en esta ocasión, la oposición ha dado una necesaria, formidable y enriquecedora lección de democracia; lección que, sin duda alguna, demuestra y explica claramente a qué se refería Benjamin Disraeli al afirmar que ningún gobierno puede estar seguro largo tiempo sin una formidable oposición.

Explicado con las palabras de Sanjukta Bhattacharya, la lección dada por la oposición al “apagar” rotunda y formidablemente la Reforma Eléctrica de AMLO radica en que una oposición fuerte y responsable es un requisito previo para el funcionamiento viable de la democracia porque su papel no debe ser sólo actuar como un “gobierno en espera”, sino también controlar cualquier tendencia arbitraria del gobierno en el poder. Es decir, una oposición efectiva cumple un rol de contención frente al partido en el poder, impidiéndole traspasar sus límites funcionales.


En esta ocasión, finalizo citando lo dicho alguna vez por el abolicionista, periodista y reformador social estadounidense William Lloyd Garrison: Somos amigos de las reformas; pero no es reforma la que, al curar un mal, amenaza con infligir otros mil.


Aída María Holguín Baeza

laecita.wordpress.com

laecita@gmail.com


El domingo pasado quedó comprobado lo dicho por Benjamin Disraeli: Ningún gobierno puede estar seguro largo tiempo sin una formidable oposición.

Fue casualmente el Domingo de Resurrección cuando la oposición completa “resucitó” y, sin querer queriendo, demostró aquello que desde 1844 advirtió Disraeli; es decir, que solamente con una oposición sólida y juiciosa es posible cumplir eficazmente con el papel que ésta desempeña en el funcionamiento de las democracias basadas en un sistema de partidos políticos, como es el caso de México.

Entonces el caso es que, como ya es bien sabido, luego de una discusión maratónica entre diputados al servicio del presidente Andrés Manuel López Obrador y legisladores de oposición, el pleno de la Cámara Baja procedió a la votación del dictamen de reforma constitucional en materia de energía y de acceso a la energía eléctrica, impulsada por AMLO. El resultado: 275 votos a favor, 223 en contra y 0 abstenciones.

Así, al no alcanzar la mayoría calificada requerida para su aprobación, el dictamen en cuestión sufrió el rotundo y formidable “apagón” que merecía. Y, sin duda alguna, dicho resultado es el fruto de que la oposición legislativa se haya unido firmemente con un mismo objetivo y en pro de sus representados -cosa que, por cierto, no sucede con mucha frecuencia-, dejándole claro al titular del Ejecutivo en turno que aquella seguridad -construida sobre la base del abuso de poder y autoridad- en la que se columpiaba no da para más (se le está acabando “el vuelito”).

Sí, es innegable que nivel de la discusión y debate que se dio en San Lázaro en torno a la reforma ya mencionada está muy lejos de haber sido “formidable” en toda la extensión de la palabra; es decir, porque no fue ni la sombra de lo que debería ser -cosa que, por cierto, desde hace mucho tiempo es así-. No obstante, tampoco se puede negar que, al menos en esta ocasión, la oposición ha dado una necesaria, formidable y enriquecedora lección de democracia; lección que, sin duda alguna, demuestra y explica claramente a qué se refería Benjamin Disraeli al afirmar que ningún gobierno puede estar seguro largo tiempo sin una formidable oposición.

Explicado con las palabras de Sanjukta Bhattacharya, la lección dada por la oposición al “apagar” rotunda y formidablemente la Reforma Eléctrica de AMLO radica en que una oposición fuerte y responsable es un requisito previo para el funcionamiento viable de la democracia porque su papel no debe ser sólo actuar como un “gobierno en espera”, sino también controlar cualquier tendencia arbitraria del gobierno en el poder. Es decir, una oposición efectiva cumple un rol de contención frente al partido en el poder, impidiéndole traspasar sus límites funcionales.


En esta ocasión, finalizo citando lo dicho alguna vez por el abolicionista, periodista y reformador social estadounidense William Lloyd Garrison: Somos amigos de las reformas; pero no es reforma la que, al curar un mal, amenaza con infligir otros mil.


Aída María Holguín Baeza

laecita.wordpress.com

laecita@gmail.com