/ lunes 8 de julio de 2024

Gabinetes: 90% profesionales / 10% fidelidad

Las personas que llegan a los titulares de los poderes ejecutivos enfrentan siempre decisiones complicadas. No es fácil estar en esas posiciones, aunque desde fuera parezca que todo se resuelve con pura lógica. Para tomar decisiones, en teoría, se forma un equipo o gabinete que ayude a tomar las mejores decisiones en favor de la sociedad. Es imposible que un presidente o gobernante sepa de todas las áreas del gobierno, pero si tiene a los mejores a su lado, no debería tener problema para hacerlo bien. La lógica nos diría que eso se debería hacer siempre, pero en México, eso es más difícil de ver que al verdadero Chupacabras.

Lo que normalmente observamos en los gabinetes son reparticiones de espacios por grupos políticos, según la fuerza que tienen al interior de los partidos y el apoyo que le dieron a la persona que ganó. Después de repartir por grupos, se selecciona dentro de ese a la persona que va a ser miembro del gabinete con base en la lealtad al titular y, mucho después, se considera el conocimiento técnico o profesional que esa persona pueda tener en el área en la que se va a desempeñar. En resumen, las prioridades se ordenan así: 1) Cuotas, 2) Lealtad y 3) Idoneidad técnica-profesional. Si no me crees, haz un análisis con perspectiva de los gabinetes actuales. Esto no está bien ni para la sociedad, ni para el sistema de partidos. Porque tenemos a personas sin el conocimiento necesario para dirigir áreas técnicas y, políticamente, te cierras a los mismos y tienes contento sólo a tu partido (a veces ni eso). Luego, a la hora de salir a una elección, se enfrentan a un golpe de realidad por haberse creado su propia burbuja.

Esto es parte de lo que debe cambiar en la política mexicana. Tenemos que reformar el sistema de partidos a un punto en que no se incentive este tipo de selección de los equipos que nos gobiernan.

Hoy hay un rayo de esperanza con el gabinete que está seleccionando Claudia Sheinbaum. Estamos viendo algo diferente y, para muchos, inesperado. Estamos viendo llegar personas altamente calificadas en cada una de las áreas del gobierno federal, excepto en la SEP. Esto ha logrado un consenso social donde hasta los más escépticos de la 4T han dado buenos comentarios al respecto. No es la primera vez que sucede en la historia, pero lo importante es que esas personas se mantengan en el puesto la mayoría del sexenio. Aun así, es digno de aplaudir estas acciones. Ojalá todo siga por buen camino.

Este tipo de transformación en la visión política de los propios partidos va a costar mucho, pero se tiene que lograr. Hoy Claudia puede hacerlo por el nivel de legitimidad que logró en la elección y porque no tuvo que ceder a otro tipo de intereses para ganar, debido a la fuerza que traía. Pero este actuar debería ser siempre y no únicamente cuando se tenga tanta fuerza.

La selección de las mejores personas para gobernar debería ser la regla y no la excepción. El servicio profesional de carrera, que Fox creó en su momento, fue olvidado tanto por panistas, priistas y morenistas. Empujemos para lograr siempre que la selección de gabinetes sea basada 90% en profesionalidad, 10% en fidelidad y 0% cuotas internas partidistas.


Las personas que llegan a los titulares de los poderes ejecutivos enfrentan siempre decisiones complicadas. No es fácil estar en esas posiciones, aunque desde fuera parezca que todo se resuelve con pura lógica. Para tomar decisiones, en teoría, se forma un equipo o gabinete que ayude a tomar las mejores decisiones en favor de la sociedad. Es imposible que un presidente o gobernante sepa de todas las áreas del gobierno, pero si tiene a los mejores a su lado, no debería tener problema para hacerlo bien. La lógica nos diría que eso se debería hacer siempre, pero en México, eso es más difícil de ver que al verdadero Chupacabras.

Lo que normalmente observamos en los gabinetes son reparticiones de espacios por grupos políticos, según la fuerza que tienen al interior de los partidos y el apoyo que le dieron a la persona que ganó. Después de repartir por grupos, se selecciona dentro de ese a la persona que va a ser miembro del gabinete con base en la lealtad al titular y, mucho después, se considera el conocimiento técnico o profesional que esa persona pueda tener en el área en la que se va a desempeñar. En resumen, las prioridades se ordenan así: 1) Cuotas, 2) Lealtad y 3) Idoneidad técnica-profesional. Si no me crees, haz un análisis con perspectiva de los gabinetes actuales. Esto no está bien ni para la sociedad, ni para el sistema de partidos. Porque tenemos a personas sin el conocimiento necesario para dirigir áreas técnicas y, políticamente, te cierras a los mismos y tienes contento sólo a tu partido (a veces ni eso). Luego, a la hora de salir a una elección, se enfrentan a un golpe de realidad por haberse creado su propia burbuja.

Esto es parte de lo que debe cambiar en la política mexicana. Tenemos que reformar el sistema de partidos a un punto en que no se incentive este tipo de selección de los equipos que nos gobiernan.

Hoy hay un rayo de esperanza con el gabinete que está seleccionando Claudia Sheinbaum. Estamos viendo algo diferente y, para muchos, inesperado. Estamos viendo llegar personas altamente calificadas en cada una de las áreas del gobierno federal, excepto en la SEP. Esto ha logrado un consenso social donde hasta los más escépticos de la 4T han dado buenos comentarios al respecto. No es la primera vez que sucede en la historia, pero lo importante es que esas personas se mantengan en el puesto la mayoría del sexenio. Aun así, es digno de aplaudir estas acciones. Ojalá todo siga por buen camino.

Este tipo de transformación en la visión política de los propios partidos va a costar mucho, pero se tiene que lograr. Hoy Claudia puede hacerlo por el nivel de legitimidad que logró en la elección y porque no tuvo que ceder a otro tipo de intereses para ganar, debido a la fuerza que traía. Pero este actuar debería ser siempre y no únicamente cuando se tenga tanta fuerza.

La selección de las mejores personas para gobernar debería ser la regla y no la excepción. El servicio profesional de carrera, que Fox creó en su momento, fue olvidado tanto por panistas, priistas y morenistas. Empujemos para lograr siempre que la selección de gabinetes sea basada 90% en profesionalidad, 10% en fidelidad y 0% cuotas internas partidistas.