/ sábado 11 de junio de 2022

Ganadería regenerativa, una opción para mitigar los daños causados por el sobrepastoreo

Por: Óscar Estrada

Es bien conocido que una mala práctica del pastoreo provoca severos daños al suelo y la vegetación en las áreas de pastizales. Cuando los animales se dejan pastar libremente en grandes potreros y se les deja ahí por largos periodos de tiempo, el suelo termina por compactarse con el pisoteo continuo del ganado. Otro problema es que no se da el tiempo suficiente para el rebrote de los pastos, ya que el ganado siempre está ahí alimentándose de lo poco que va brotando. Finalmente, en estas condiciones se forman grandes extensiones de suelo compactado y desnudo que las deja expuestas a la erosión.

Una alternativa para revertir este grave problema, es la llamada ganadería regenerativa, o manejo holístico. Esta práctica consiste básicamente en imitar el comportamiento de las grandes manadas de herbívoros de pastoreo, como los bisontes americanos, por ejemplo. En estas grandes manadas compactas, los animales pastorean siempre juntos y se van alimentando de toda la vegetación que hay en el terreno, es decir, no lo hacen en forma selectiva sólo sobre algunas especies. Con ello se evita que se degeneren los pastizales, situación que ocurre cuando el ganado no se alimenta de las especies menos deseables, que de esta forma van invadiendo los terrenos pastoreados.

Otro aspecto positivo muy importante a destacar en este tipo de manejo, es que al avanzar el ganado concentrado remueve el suelo rompiendo la capa superior, generalmente compactada, y al mismo tiempo lo enriquece con abono orgánico al depositar sus excrementos. Además, al reblandecer el suelo y dejar las huellas de las pezuñas se forman micropozas que favorecen la infiltración del agua al subsuelo. Con todo ello, se crean las mejores condiciones para lograr una regeneración exitosa de los pastizales.

La clave entonces, es definir la superficie ideal de los porteros, la carga animal adecuada y el tiempo de pastoreo y de descanso posterior. Se recomiendan potreros pequeños, con alta densidad de ganado y una vez que se han terminado el pasto, cambiarlos a otro potrero y dejar descansar el área el tiempo suficiente para que se logre de nuevo una regeneración abundante y saludable.

Con este tipo de manejo se pueden alcanzar de forma simultánea varios objetivos, como son una mayor producción de carne, es decir una mayor rentabilidad, regeneración de pastizales abundantes y sanos, mayor protección de los suelos, conservación de la biodiversidad, aumento en la captura de carbono, al desarrollar pastizales con raíces abundantes y profundas y sobre todo y muy relevante, la recarga de los mantos acuíferos y el aporte de aguas más limpias a las presas.

Afortunadamente ya en Chihuahua se han generado muy valiosas experiencias con este tipo de manejo. En el año 2005 se desarrollaron los primeros proyectos en los ranchos Los Robles y Nana Rosa en el municipio de Riva Palacio, con la asesoría del Ing. Elco Blanco, uno de los técnicos en el estado con los mayores conocimientos en este tema. De igual forma, en el municipio de Villa Ahumada se tienen ya algunos proyectos exitosos. Así mismo, en el presente año se apoyarán varios proyectos más con recursos del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza.

Sin embargo, urge extender estas prácticas con las que se pueden cubrir millones de hectáreas de agostaderos del estado, si se promueven las regulaciones, los programas y las políticas públicas para lograrlo. La grave escasez de agua que padecemos y la degradación de los ecosistemas, ya no admite más demoras en este tema por parte de los productores y del gobierno.

oestradam81@hotmail.com

Por: Óscar Estrada

Es bien conocido que una mala práctica del pastoreo provoca severos daños al suelo y la vegetación en las áreas de pastizales. Cuando los animales se dejan pastar libremente en grandes potreros y se les deja ahí por largos periodos de tiempo, el suelo termina por compactarse con el pisoteo continuo del ganado. Otro problema es que no se da el tiempo suficiente para el rebrote de los pastos, ya que el ganado siempre está ahí alimentándose de lo poco que va brotando. Finalmente, en estas condiciones se forman grandes extensiones de suelo compactado y desnudo que las deja expuestas a la erosión.

Una alternativa para revertir este grave problema, es la llamada ganadería regenerativa, o manejo holístico. Esta práctica consiste básicamente en imitar el comportamiento de las grandes manadas de herbívoros de pastoreo, como los bisontes americanos, por ejemplo. En estas grandes manadas compactas, los animales pastorean siempre juntos y se van alimentando de toda la vegetación que hay en el terreno, es decir, no lo hacen en forma selectiva sólo sobre algunas especies. Con ello se evita que se degeneren los pastizales, situación que ocurre cuando el ganado no se alimenta de las especies menos deseables, que de esta forma van invadiendo los terrenos pastoreados.

Otro aspecto positivo muy importante a destacar en este tipo de manejo, es que al avanzar el ganado concentrado remueve el suelo rompiendo la capa superior, generalmente compactada, y al mismo tiempo lo enriquece con abono orgánico al depositar sus excrementos. Además, al reblandecer el suelo y dejar las huellas de las pezuñas se forman micropozas que favorecen la infiltración del agua al subsuelo. Con todo ello, se crean las mejores condiciones para lograr una regeneración exitosa de los pastizales.

La clave entonces, es definir la superficie ideal de los porteros, la carga animal adecuada y el tiempo de pastoreo y de descanso posterior. Se recomiendan potreros pequeños, con alta densidad de ganado y una vez que se han terminado el pasto, cambiarlos a otro potrero y dejar descansar el área el tiempo suficiente para que se logre de nuevo una regeneración abundante y saludable.

Con este tipo de manejo se pueden alcanzar de forma simultánea varios objetivos, como son una mayor producción de carne, es decir una mayor rentabilidad, regeneración de pastizales abundantes y sanos, mayor protección de los suelos, conservación de la biodiversidad, aumento en la captura de carbono, al desarrollar pastizales con raíces abundantes y profundas y sobre todo y muy relevante, la recarga de los mantos acuíferos y el aporte de aguas más limpias a las presas.

Afortunadamente ya en Chihuahua se han generado muy valiosas experiencias con este tipo de manejo. En el año 2005 se desarrollaron los primeros proyectos en los ranchos Los Robles y Nana Rosa en el municipio de Riva Palacio, con la asesoría del Ing. Elco Blanco, uno de los técnicos en el estado con los mayores conocimientos en este tema. De igual forma, en el municipio de Villa Ahumada se tienen ya algunos proyectos exitosos. Así mismo, en el presente año se apoyarán varios proyectos más con recursos del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza.

Sin embargo, urge extender estas prácticas con las que se pueden cubrir millones de hectáreas de agostaderos del estado, si se promueven las regulaciones, los programas y las políticas públicas para lograrlo. La grave escasez de agua que padecemos y la degradación de los ecosistemas, ya no admite más demoras en este tema por parte de los productores y del gobierno.

oestradam81@hotmail.com