/ jueves 12 de noviembre de 2020

Ganó Biden

Viernes por la noche viendo los dos principales canales de noticias de Estados Unidos y nomás no se daba el pequeño brinquito demócrata, ya que la probabilidad en Arizona y Pensilvania seguía prevaleciendo, cambiamos de canal, los bravos de Ciudad Juárez al minuto nueve anotaron gol a las odiosas Águilas del América y esto bastaba para que entraran al repechaje del balompié mexicano; media hora después regresamos al conteo, todo seguía igual, y aunque la tendencia era para el color azul, la historia nos ha demostrado que no se debe cantar victoria antes de tiempo, volvemos a cambiarle, ahora aprendimos en un canal de comida cómo se prepara el mole de guajolote en un pintoresco pueblo de Querétaro llamado Amealco; regresamos al fut y en los últimos minutos del partido con un cabezazo de Henry Martin que entró a la portería las Águilas empataron el encuentro y dejaron a Juárez prácticamente descalificados; Morfeo comenzó a manifestarse y nos acostamos sin conocer al siguiente inquilino de la Casa Blanca.

La mañana del sábado inició con una sesión virtual de la Asociación de Editorialistas, donde, después de realizar un reconocimiento a los allegados que han partido de este mundo terrenal víctimas del Covid, se analizó el tema de la restricción de movilidad en nuestro estado y cerca de las diez nos confirmaron lo que muchos esperábamos: Joe Biden ganaba el polémico proceso electoral y está por convertirse en el presidente número 46 del país de las barras y las estrellas, y junto con él, la primera vicepresidenta en la historia de esta nación: Kamala Harris. Y aunque la decisión final se tendrá hasta el 14 de diciembre con el voto de los delegados electorales, donde no necesariamente votan en el mismo sentido que los estados que representan, se antoja difícil una sorpresa, aunque el tema se lleve a tribunales. Pero uno nunca sabe.

Para un hombre como Trump, con esa arrogancia que lo caracteriza, esta derrota le cala en lo más profundo, ya que no le gusta y no sabe perder, ¿les suena conocido?; hoy revivió, de alguna manera, aquel programa televisivo que realizó hace unos años llamado “El aprendiz”, donde con cierto toque de soberbia despedía uno a uno a los diversos participantes, pero con la pequeña diferencia de que ahora le tocó estar del otro lado, el pueblo norteamericano le dijo, a través de las urnas, “estás despedido”.

No deja de sorprender que a pesar de que Biden logró la mayor votación, Trump haya tenido un significativo número de sufragios, cuando su trato a los latinos, que representan el 13% del electorado, dio mucho que desear; cuando a las mujeres las denostó en varias ocasiones, cuando a los afroamericanos los coartó cada vez que pudo, y cuando su manejo de la pandemia ha sido desastroso. Uno pudiera pensar que era para que le dieran una paliza en las elecciones para su reelección, pero no, no fue así, posiblemente por aquellos lados piensan que más vale malo por conocido.

La división en EU es la principal tarea que resolver para Biden en términos de gobernabilidad, su reto, no permitir un escenario de inestabilidad, dialogar con los grupos radicales que se crearon bajo la administración de Trump y restructurar las relaciones con algunos países clave para su desarrollo, entre ellos, desde luego, el nuestro.


Viernes por la noche viendo los dos principales canales de noticias de Estados Unidos y nomás no se daba el pequeño brinquito demócrata, ya que la probabilidad en Arizona y Pensilvania seguía prevaleciendo, cambiamos de canal, los bravos de Ciudad Juárez al minuto nueve anotaron gol a las odiosas Águilas del América y esto bastaba para que entraran al repechaje del balompié mexicano; media hora después regresamos al conteo, todo seguía igual, y aunque la tendencia era para el color azul, la historia nos ha demostrado que no se debe cantar victoria antes de tiempo, volvemos a cambiarle, ahora aprendimos en un canal de comida cómo se prepara el mole de guajolote en un pintoresco pueblo de Querétaro llamado Amealco; regresamos al fut y en los últimos minutos del partido con un cabezazo de Henry Martin que entró a la portería las Águilas empataron el encuentro y dejaron a Juárez prácticamente descalificados; Morfeo comenzó a manifestarse y nos acostamos sin conocer al siguiente inquilino de la Casa Blanca.

La mañana del sábado inició con una sesión virtual de la Asociación de Editorialistas, donde, después de realizar un reconocimiento a los allegados que han partido de este mundo terrenal víctimas del Covid, se analizó el tema de la restricción de movilidad en nuestro estado y cerca de las diez nos confirmaron lo que muchos esperábamos: Joe Biden ganaba el polémico proceso electoral y está por convertirse en el presidente número 46 del país de las barras y las estrellas, y junto con él, la primera vicepresidenta en la historia de esta nación: Kamala Harris. Y aunque la decisión final se tendrá hasta el 14 de diciembre con el voto de los delegados electorales, donde no necesariamente votan en el mismo sentido que los estados que representan, se antoja difícil una sorpresa, aunque el tema se lleve a tribunales. Pero uno nunca sabe.

Para un hombre como Trump, con esa arrogancia que lo caracteriza, esta derrota le cala en lo más profundo, ya que no le gusta y no sabe perder, ¿les suena conocido?; hoy revivió, de alguna manera, aquel programa televisivo que realizó hace unos años llamado “El aprendiz”, donde con cierto toque de soberbia despedía uno a uno a los diversos participantes, pero con la pequeña diferencia de que ahora le tocó estar del otro lado, el pueblo norteamericano le dijo, a través de las urnas, “estás despedido”.

No deja de sorprender que a pesar de que Biden logró la mayor votación, Trump haya tenido un significativo número de sufragios, cuando su trato a los latinos, que representan el 13% del electorado, dio mucho que desear; cuando a las mujeres las denostó en varias ocasiones, cuando a los afroamericanos los coartó cada vez que pudo, y cuando su manejo de la pandemia ha sido desastroso. Uno pudiera pensar que era para que le dieran una paliza en las elecciones para su reelección, pero no, no fue así, posiblemente por aquellos lados piensan que más vale malo por conocido.

La división en EU es la principal tarea que resolver para Biden en términos de gobernabilidad, su reto, no permitir un escenario de inestabilidad, dialogar con los grupos radicales que se crearon bajo la administración de Trump y restructurar las relaciones con algunos países clave para su desarrollo, entre ellos, desde luego, el nuestro.