Los agricultores del "pueblo sabio" de las riberas del río Conchos tuvieron que acudir prestos y decididos a la cortina de la presa La Boquilla, cuando llegaron decenas de miembros de la Guardia Nacional para abrir las compuertas y cumplir no sólo los compromisos derivados del Tratado de Límites y Aguas de 1945 prorrogado nueve años en 2017; lo más importante sino cumplir el exhorto de la administración Trump para que a la brevedad los agricultores del sur de Texas recibieran el agua.
Lo más interesante de este hecho es que la noticia sobre la presencia de la Guardia Nacional para abrir las compuertas, después de semanas de jaloneos entre las asociaciones de agricultores chihuahuenses y Conagua, sólo se publicó en los periódicos locales, ni media letra en la prensa nacional.
Por lo que me pregunto, ¿cómo le habrá hecho y a cambio de qué la 4T para desaparecer una noticia tan llamativa e importante de las planas de los periódicos nacionales? Tal parece que los agricultores del "pueblo sabio chihuahuense", o no son tan sabios, simplemente había que sacrificarlos para que los presidentes de México y Estados Unidos "sigan agarraditos de la mano".
En Chihuahua no sólo el agua para regar es una amenaza cotidiana, también el agua para beber, especialmente en la ciudad de Chihuahua, en la medida en que los mantos freáticos de la zona de El Sauz empiezan a agotarse, debido a que la extracción del líquido ha sido muy superior a su recarga.
Ha llegado la hora en Chihuahua de tomar las mejores experiencias del organismo controlador del agua del estado de Texas, donde participan los gobiernos, algunas organizaciones civiles y organismos técnicos, encargados de vigilar el nivel y la extracción de los mantos freáticos de cada uno de los pozos que existen en Texas, lo que evita sorpresas y evita la irresponsable tentación demagógica de los gobiernos en turno.
El agua para beber y para regar en Chihuahua se ha convertido en un asunto han importante, que no lo podemos dejar en las manos de grillos, políticos, partidos o inclusive "dirigentes bienintencionados". El tema del agua fue crítico en el pasado para las generaciones futuras, actualmente es un tema crítico ya para las generaciones presentes.
El sistema público de salud federal y estatal lleva prácticamente un par de décadas hundiéndose año con año hacia una crisis total. En estos momentos el tema central es la dotación y distribución suficiente de medicamentos, que todos perfectamente sabemos que se encuentra en crisis, independientemente del tema de la corrupción, donde administradores y grillos por años han sido sobornados por los intermediarios y distribuidores de medicinas e implementos.
Sin olvidar el mantenimiento de equipos, clínicas y hospitales, donde destruir el Seguro Popular y centralizar de un trancazo la distribución de medicamentos y equipo, no es ni ha sido una solución. La solución empezaría por transparentar realmente los procesos de licitación y compra, donde participaran realmente genuinos representantes del "pueblo sabio".
