/ domingo 4 de julio de 2021

Gobernador Corral “lima Asperezas” con AMLO

Por: Francisco Javier Pizarro Chávez

El lunes 28 de junio, el gobernador del estado de Chihuahua, Javier Corral Jurado, se reunió con el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, en el Palacio Nacional, con el que sostuvo una conversación durante dos horas.

Declaró a medios nacionales y locales que la reunión fue positiva para ambas partes, ya que “limaron asperezas” sin dejar de reconocer que “tenemos muchas más coincidencias que divergencias”.

“Fue una reunión muy franca, muy respetuosa y debo agregar, afectuosa”. No sólo eso, dijo que encontró a un presidente de la república “receptivo y empático” en relación a los planteamientos que abordaron, dijo a La Jornada.

No me sorprende ni convence en lo absoluto su declaración. La mayoría de los políticos tienen la costumbre de “quedar bien con todos y mal con nadie”, pero siempre terminan quedando mal con propios y extraños.

El gobernador Javier Corral Jurado es muy afín a ese hábito que se sustenta en el lenguaje oscuro, enredado y confuso que la Real Academia Española define como “discurso o escrito embrollado” que lo seduce a tal grado, que, sin recato alguno, termina mintiendo a todos y desmintiéndose a sí mismo.

Los temas que abordó Corral con el presidente fueron de entrada, la crisis financiera que enfrenta al cierre de su administración estatal ante un alto déficit operativo y pasivos de sectores clave como la salud, la educación y la seguridad, el narcotráfico en la frontera y la sierra; el incremento del flujo creciente de migrantes de Centroamérica y desde luego, también “el proceso de extradición” del ex gobernador de Chihuahua César Duarte, procesado penalmente en Miami

Temas relevantes para los chihuahuenses que, hay que decirlo, el gobernador desdeñó e hizo de ellos un galimatías con sus ambigüedades, durante los cinco años de su gestión.

Es indudable que el tema nodal que más le interesa al gobernador es la extradición de César Duarte, eje fundamental de su Operación Justicia para Chihuahua, que le abrió las puertas al Gobierno del Estado, en 2016.

Veremos y diremos, en lo que resta de su administración, si Javier Corral logra recuperar la “joya de la corona” de la Operación Justicia para Chihuahua con la extradición de César Duarte y el enjuiciamiento de su excorreligionaria partidista en proceso —Maru Campos-- antes de que asuma el Poder Ejecutivo y consecuentemente, el fuero constitucional que la protegería y pondría fin al proceso judicial en su contra, que como es de dominio público, sigue en el limbo.

Por lo pronto, ya la presunta sucesora de Corral todavía en proceso judicial conformó un grupo de colaboradores de su administración para la entrega-recepción de la fiscalía, de los archivos y carpetas de su administración y expedientes, entre ellos indudablemente el de la “nómina secreta”, del que forma parte Ulises Pacheco, ex secretario ejecutivo de la fiscalía.

Por: Francisco Javier Pizarro Chávez

El lunes 28 de junio, el gobernador del estado de Chihuahua, Javier Corral Jurado, se reunió con el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, en el Palacio Nacional, con el que sostuvo una conversación durante dos horas.

Declaró a medios nacionales y locales que la reunión fue positiva para ambas partes, ya que “limaron asperezas” sin dejar de reconocer que “tenemos muchas más coincidencias que divergencias”.

“Fue una reunión muy franca, muy respetuosa y debo agregar, afectuosa”. No sólo eso, dijo que encontró a un presidente de la república “receptivo y empático” en relación a los planteamientos que abordaron, dijo a La Jornada.

No me sorprende ni convence en lo absoluto su declaración. La mayoría de los políticos tienen la costumbre de “quedar bien con todos y mal con nadie”, pero siempre terminan quedando mal con propios y extraños.

El gobernador Javier Corral Jurado es muy afín a ese hábito que se sustenta en el lenguaje oscuro, enredado y confuso que la Real Academia Española define como “discurso o escrito embrollado” que lo seduce a tal grado, que, sin recato alguno, termina mintiendo a todos y desmintiéndose a sí mismo.

Los temas que abordó Corral con el presidente fueron de entrada, la crisis financiera que enfrenta al cierre de su administración estatal ante un alto déficit operativo y pasivos de sectores clave como la salud, la educación y la seguridad, el narcotráfico en la frontera y la sierra; el incremento del flujo creciente de migrantes de Centroamérica y desde luego, también “el proceso de extradición” del ex gobernador de Chihuahua César Duarte, procesado penalmente en Miami

Temas relevantes para los chihuahuenses que, hay que decirlo, el gobernador desdeñó e hizo de ellos un galimatías con sus ambigüedades, durante los cinco años de su gestión.

Es indudable que el tema nodal que más le interesa al gobernador es la extradición de César Duarte, eje fundamental de su Operación Justicia para Chihuahua, que le abrió las puertas al Gobierno del Estado, en 2016.

Veremos y diremos, en lo que resta de su administración, si Javier Corral logra recuperar la “joya de la corona” de la Operación Justicia para Chihuahua con la extradición de César Duarte y el enjuiciamiento de su excorreligionaria partidista en proceso —Maru Campos-- antes de que asuma el Poder Ejecutivo y consecuentemente, el fuero constitucional que la protegería y pondría fin al proceso judicial en su contra, que como es de dominio público, sigue en el limbo.

Por lo pronto, ya la presunta sucesora de Corral todavía en proceso judicial conformó un grupo de colaboradores de su administración para la entrega-recepción de la fiscalía, de los archivos y carpetas de su administración y expedientes, entre ellos indudablemente el de la “nómina secreta”, del que forma parte Ulises Pacheco, ex secretario ejecutivo de la fiscalía.