Por: Jorge Cruz Camberos
En mi entrega anterior, les hablé de la lucha encarnizada que hay en las regiones de México por el talento humano, pues las empresas extranjeras que invierten en nuestro país lo consideran un aspecto fundamental; también les expliqué que necesitábamos carreras adaptadas a las nuevas tendencias tecnológicas.
En esta ocasión quiero hacer hincapié en que los gobiernos y la Iniciativa Privada somos corresponsables en fortalecer nuestro capital humano para las inversiones extranjeras que se avecinan y las que se forjarán en los próximos años.
No podemos hablar de atracción de inversión sin pensar en empleos de mayor rango en remuneración (L2 / a partir de 3 a 4 salarios mínimos), pero tampoco podemos pensar en que podemos “jalar” grandes industrias a Chihuahua si nuestros colaboradores no están plenamente capacitados para atender sus necesidades.
Después de haber acudido a la Feria Aeroespacial de Farnborough, regresé con algunas dudas: En la atracción de inversión, ¿se están contemplando empleos mejor pagados?, ¿está preparado nuestro capital humano para las demandas de las grandes empresas?, ¿qué hay con el nivel de inglés de nuestros ingenieros?, ¿conocemos las más modernas tendencias tecnológicas?
Una de las respuestas es que necesitamos retener el talento que ya tenemos, pero también impulsar nuevas generaciones de ingenieros adaptados a las nuevas tecnologías, para que así podamos conservar nuestro liderazgo en la inversión de la industria manufacturera extranjera en el país, pero, ahora sí, con mucho mejores empleos.
Y es aquí en donde, nuevamente, conecto el tema educativo con las inversiones: Nuestro universo estudiantil del ciclo escolar 2021-2022 es de 261,667 alumnos, lo que representa un 26.7% de los estudiantes del estado; 45,946 se encuentran en el nivel Medio Superior (17.6%) y 57,082 en el Superior (21.8%).
Pero si hacemos un desglose de concentración de estudiantes en las 7 instituciones superiores con más alumnos, podemos observar lo siguiente: En la UACH, 24,554 (16.8%); ITCH, 4,918 (3.4%); UTCH, 4,143 (2.8%); ITCH II, 3,622 (2.5%), URN, 2,529 (1.7%); ULSA, 1,727 (1.2%); y el ITESM, 1,265 (0.095%). Dato importante es, que, de los 57,082 estudiantes de nivel Superior, 14,444 se encuentran en carreras de Ingeniería, manufactura y construcción (25.3% del estado).
Por otra parte, del ciclo 2020-21 egresaron 12,133 estudiantes, de los cuales el 23.3% hoy se desempeñan como ingenieros. En este punto se pone buena la cosa, porque en este 2022, según estimaciones, vamos a generar más de 27,000 empleos, pero ¿tendremos egresados capaces para las nuevas inversiones que están en puerta?, ¿podremos conservar a quienes ya se desempeñan con un alto nivel de conocimiento?, son otras dudas.
No podemos olvidar que una tendencia global de las grandes manufactureras es el “Nearshoring”, es decir, su reubicación en el bloque de América del Norte, por lo que, si eres estudiante o vas a iniciar tu carrera, definitivamente tienes que considerar la posibilidad de cursar una ingeniería, además de buscar dominar, como mínimo, el idioma inglés.
Estos dos elementos te pueden abrir las puertas para que otras economías del bloque puedan brindarte mayor capacitación y mejores condiciones laborales en tu empresa. Sin embargo, quiero finalizar diciendo que nuestra intención no es exportar talentos, sino que a través de esfuerzos coordinados entre gobiernos y empresarios, podamos retener y fortalecer los que ya tenemos, y generar nuevos perfiles con más competencias para mejorar la calidad de vida en nuestra ciudad.
