/ sábado 22 de febrero de 2020

Grilla tragedias culebrones de telenovela

Si décadas atrás, hubiera pronosticado que la sociedad de la información, donde imaginábamos que los nuevos medios masivos facilitarían el surgimiento de una sociedad más ampliamente informada; provocaría mayor confusión, caos en una catarata de emociones de lo más contradictoria, y que la monopolización de las causas y los mensajes, dependería más de las ocurrencias y la capacidad histriónica, que de la objetividad y dureza de los datos, todos se hubieran carcajeado de su servidor.

Pero es el mundo que estamos viviendo, donde por ejemplo en el caso del magistrado, donde el Congreso del Estado está juzgando si le retira el fuero, para que sea juzgado por enriquecimiento ilegítimo, después que la auditoría del STJ encontró que sus ingresos fueron superiores a los salarios, para que un tribunal determine lo conducente, el magistrado está utilizando el proceso de desafuero para defender su inocencia, siendo que el juicio todavía no empieza.

Una acongojada y dolida madre de una joven estudiante del Politécnico Nacional, que murió al caer de un cuarto piso, donde inicialmente se determinó que fue un suicidio, para con posterioridad saber que fue empujada por un maestro que quería tener relaciones con ella, declaró a los medios que, por su tragedia, "tiene el derecho de quemar y destruir", apoyando a las feministas que pintaron y quemaron el portón principal de Palacio Nacional en CDMX.

Mientras que en el juicio por el asesinato de Miroslava Breach, provocado por sus artículos en el periódico La Jornada, donde con todo detalle denunciaba a los grupos criminales que operaban en la sierra, lo aprovechan sus hermanas para acusar al gobernador Corral de haber conocido las amenazas, para responsabilizarlo de alguna manera, siendo que todos los periodistas que escriben como lo hacía Miroslava reciben amenazas y quienes la conocimos, sabemos que tales amenazas jamás la detendrían.

El jueves por la tarde frente al IMMS, vi la manifestación de una multitud de normalistas protestando por la causa de los "43 de Ayotzinapa", tragedia sobre la que he recopilado una gran cantidad de información, tanto de la "versión histórica", como del grupo de investigadores sudamericanos y una reconstrucción de hechos computarizada que realizaron investigadores estadounidenses.

Al grito de, "vivos se los llevaron, vimos los queremos", donde los grupos de manifestantes en el país buscan inculpar al estado, léase a las Fuerzas Armadas, con quienes AMLO, que capitalizó la protesta electoralmente, hoy tiene una maravillosa relación, al grado de encargarles la construcción del nuevo aeropuerto, lo que me hace pensar que en medio del ruidero de una tragedia súperinvestigada, lo único que calmaría a los normalistas de todo el país, sería que les regresaran "las plazas laborales automáticas", que en el pasado gozaban como un privilegio que ningún otro grupo de graduados tenía o tiene México.

Una parte importante de la información mediática se ha transformado en carnaval, show, esgrima y telenovela, donde actores y grillos populistas habilidosos de todos los países, niveles e importancia, monopolizan la mayor parte de los espacios y los tiempos periodísticos, presionados por las redes sociales, en detrimento de la calidad de la información, que hoy nos narran las ocurrencias, chistes, marrullerías y desplantes, de los famosos de planta y de paso.

Si décadas atrás, hubiera pronosticado que la sociedad de la información, donde imaginábamos que los nuevos medios masivos facilitarían el surgimiento de una sociedad más ampliamente informada; provocaría mayor confusión, caos en una catarata de emociones de lo más contradictoria, y que la monopolización de las causas y los mensajes, dependería más de las ocurrencias y la capacidad histriónica, que de la objetividad y dureza de los datos, todos se hubieran carcajeado de su servidor.

Pero es el mundo que estamos viviendo, donde por ejemplo en el caso del magistrado, donde el Congreso del Estado está juzgando si le retira el fuero, para que sea juzgado por enriquecimiento ilegítimo, después que la auditoría del STJ encontró que sus ingresos fueron superiores a los salarios, para que un tribunal determine lo conducente, el magistrado está utilizando el proceso de desafuero para defender su inocencia, siendo que el juicio todavía no empieza.

Una acongojada y dolida madre de una joven estudiante del Politécnico Nacional, que murió al caer de un cuarto piso, donde inicialmente se determinó que fue un suicidio, para con posterioridad saber que fue empujada por un maestro que quería tener relaciones con ella, declaró a los medios que, por su tragedia, "tiene el derecho de quemar y destruir", apoyando a las feministas que pintaron y quemaron el portón principal de Palacio Nacional en CDMX.

Mientras que en el juicio por el asesinato de Miroslava Breach, provocado por sus artículos en el periódico La Jornada, donde con todo detalle denunciaba a los grupos criminales que operaban en la sierra, lo aprovechan sus hermanas para acusar al gobernador Corral de haber conocido las amenazas, para responsabilizarlo de alguna manera, siendo que todos los periodistas que escriben como lo hacía Miroslava reciben amenazas y quienes la conocimos, sabemos que tales amenazas jamás la detendrían.

El jueves por la tarde frente al IMMS, vi la manifestación de una multitud de normalistas protestando por la causa de los "43 de Ayotzinapa", tragedia sobre la que he recopilado una gran cantidad de información, tanto de la "versión histórica", como del grupo de investigadores sudamericanos y una reconstrucción de hechos computarizada que realizaron investigadores estadounidenses.

Al grito de, "vivos se los llevaron, vimos los queremos", donde los grupos de manifestantes en el país buscan inculpar al estado, léase a las Fuerzas Armadas, con quienes AMLO, que capitalizó la protesta electoralmente, hoy tiene una maravillosa relación, al grado de encargarles la construcción del nuevo aeropuerto, lo que me hace pensar que en medio del ruidero de una tragedia súperinvestigada, lo único que calmaría a los normalistas de todo el país, sería que les regresaran "las plazas laborales automáticas", que en el pasado gozaban como un privilegio que ningún otro grupo de graduados tenía o tiene México.

Una parte importante de la información mediática se ha transformado en carnaval, show, esgrima y telenovela, donde actores y grillos populistas habilidosos de todos los países, niveles e importancia, monopolizan la mayor parte de los espacios y los tiempos periodísticos, presionados por las redes sociales, en detrimento de la calidad de la información, que hoy nos narran las ocurrencias, chistes, marrullerías y desplantes, de los famosos de planta y de paso.