Poco a poco se fue derrumbando la confianza y lealtad que algunos grupos políticos aún le profesaban al proyecto del gobernador, Javier Corral, muchos no pudieron soportar su manera de llevar el control del gobierno, su viciado manejo político, ni siquiera los de su propio partido que ya le han dado la espalda en varios asuntos de tipo Legislativo.
El ejemplo más claro de lo anterior es precisamente la división que ha generado el mandatario estatal al interior del Congreso del Estado con la iniciativa de reforma a la Ley Electoral, principalmente en lo que atañe a la iniciativa 1930, que busca establecer un sistema de elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), como las que ya se aplican en algunos países de Europa o en Estados Unidos, y otros de América Latina como Chile y Argentina, pero con el pequeño detalle de que no ha sido consultada con nadie, ni siquiera con los grupos sociales y políticos a los que está dirigida.
Tampoco se han sentado las bases para llevar a la práctica una reforma de esta envergadura y para ello se necesita de varios ajustes a las propias leyes locales, concordancia con la Constitución, pero sobre todo, necesita el consenso de los ciudadanos, quienes en este momento estamos viviendo una de las batallas más complicadas por el problema de la pandemia y sus fatales consecuencias.
El documento presentado por el gobernador en el Congreso busca reformar diversos artículos de la Constitución estatal en materia de integración de órganos electorales, la eliminación de dos de los cinco magistrados del Tribunal Estatal Electoral, efectuar una votación en una sola jornada a través de urnas electrónicas, con todos los riesgos consabidos por la manipulación e intervención de terceros que se han presentado precisamente en otros países donde se han autorizado, incluyendo los de avanzada como en Estados Unidos, que a pesar de toda su tecnología y la gran cantidad de recursos que involucran, han sido intervenidos en procesos electorales (incluso presidenciales), por delincuentes expertos en dichos sistemas, mejor conocidos como hackers.
Pero la terquedad del gobernador ya hizo mella en el Congreso, al menos tres de los diputados del PAN han manifestado de diversas formas su rechazo a la mencionada reforma, en primer lugar estaría Rocío González, seguida de Marisela Terrazas y de Jorge Soto. No se descarta que Georgina Bujanda también revire las intenciones del mandatario estatal.
Independientemente de los problemas que anidan en la bancada mayoritaria, la oposición encabezada por los legisladores de Morena con el apoyo de otras expresiones políticas como del Partido Verde y Partido del Trabajo, han hecho un bloque de oposición a la Reforma Electoral propuesta por el gobernador Corral, resaltando la condición de inconstitucionalidad en que incurren varios aspectos propuestos en la reforma, la premura con la que se presenta siendo que en unos días debería quedar revisada, consensada y aprobada.
Pero el mandatario en lugar de convencer a los diputados de su propio partido, a los de la oposición y neutrales, en lugar de explicar públicamente los motivos de la reforma, prefiere dar entrevistas a medios nacionales, a amigos suyos para que ellos lo intenten.
Pero la verdad es que ni los amigos, ni la vocería que eligió para explicar la reforma podrán satisfacer las dudas de los legisladores o de los grupos sociales que los requieran, porque dicha reforma no tiene pies ni cabeza en un contexto que exige de todo, menos pensar en las próximas elecciones.
Justo en este momento los ciudadanos exigen soluciones al problema grave de salud, no se preguntan cómo se van a elegir los candidatos de los distintos partidos políticos en el 2021, sino cuándo llegarán los medicamentos para sus tratamientos oncológicos, cuando podrán acudir a una cita médica sin tener que esperar cuatro o cinco horas, o más; los ciudadanos cuestionan la falta de atención al problema de inseguridad que arrecia por toda la entidad, con asesinatos por doquier y todos los días, además de secuestros, robos a casa habitación, carjacking, entre muchos otros delitos que aquejan a los chihuahuenses.
También los ciudadanos esperan que las autoridades les ayuden evitar el colapso de sus empresas, que iniciaron con mucho esfuerzo, pero con la crisis sanitaria se les han acumulado las mermas, han contraído deudas o por lo menos dejaron de tener ingresos para sus familias.
Pero el gobernador no lo piensa así, está pensando en una elección histórica donde se tendrían que duplicar los procesos de votación, generando enormes gastos para la logística en medio de una crisis financiera que solamente se resuelve en su cabeza endeudando más y más al estado.
La gran división que se vive en el Congreso del Estado y en otras instituciones públicas en el estado sólo se entienden por una cerrazón personal de Javier Corral que terminará por dejar en la ruina al estado, no sólo en el plano económico, en el de la salud y la seguridad pública, en el desarrollo social y de obra, que están a la vista; en el terreno político también lo hace, busca pelea a diario con la federación, y en este momento la busca también, pero ahora con los grupos políticos, incluyendo el propio.
