/ martes 15 de marzo de 2022

Hacia una ciudad post-Covid 

Por: Antonio Ríos Ramírez

Dada la pandemia de los últimos años, algunas ciudades en el mundo han rediseñado su forma de funcionar, su estructura de salud, sus cotidianidades, sus pasatiempos, sus formas de vida. Así, tenemos hoy en día nuevos modelos para que las ciudades sean más saludables. Algunos de los principales cambios que se ven son:

Las ciudades son centros de innovación y de creación de riqueza, pero también puntos críticos en contaminación del aire y ruido, efectos de la isla de calor y falta de espacios verdes, todos estos son factores que perjudican nuestra salud. También son puntos críticos para el Covid. Las ciudades son sistemas complejos que atraen a las personas por su oferta laboral, su ecosistema social, sus eventos y sus oportunidades. También se caracterizan por un estrecho contacto personal y marcadas desigualdades, aspectos que se han vuelto más evidentes durante la pandemia.

Así que, ¿es hora de repensar nuestros modelos urbanos? En el siglo pasado, las ciudades parecían diseñadas para los automóviles, pero en este siglo, nuestro objetivo ¿debería ser crear ciudades para las personas? ¿Deberíamos trabajar para crear ciudades inteligentes, sostenibles, habitables, equitativas y saludables, espacios que usen soluciones basadas en la naturaleza, que tengan una economía circular y que favorezcan la movilidad activa y los espacios verdes?

Las ciudades compactas se caracterizan por una mayor densidad residencial, distancias de viaje más cortas y mayor diversidad. Emiten menos contaminantes que las ciudades con crecimiento urbano descontrolado y son más saludables debido a un uso más diverso del suelo, trayectos más cortos y oportunidades de movilidad más saludables. Hacer que las ciudades sean, por lo menos, un 30% más compactas podría evitar la pérdida de años de vida de regiones, según el tipo de ciudad.

La creación de las llamadas supermanzanas para reducir el tráfico de automóviles dentro de algunas calles de esas supermanzanas y dedicar así más espacio a las personas, los desplazamientos activos y los espacios verdes. Estas supermanzanas reducirán la contaminación del aire, los niveles de ruido y los efectos de calor y aumentarán los espacios verdes y la actividad física. Se estima que podrían prevenir muchas muertes prematuras cada año en la ciudad. Principios similares se aplican en barrios con poco tráfico. Al mismo tiempo, el modelo de la ciudad de 15 minutos, un lugar en el que el trabajo, la escuela, el ocio y otras actividades se encuentran a 15 minutos a pie de casa, acceso fácil al transporte público y activo. Reducen la contaminación del aire y los niveles de ruido, aumentan la actividad física y crean espacio para las áreas verdes.

Todos estos nuevos modelos urbanos tienen en común que invierten la pirámide de planificación del transporte para que, en lugar de priorizar los automóviles, se prioricen el transporte público, caminar o la bicicleta.

Las ciudades son sistemas complejos y para abordar sus desafíos necesitamos enfoques sistémicos y holísticos que tengan en cuenta muchos factores diferentes y circuitos de retroalimentación, y que aborden simultáneamente la sostenibilidad, la habitabilidad, la salud y la equidad. Estas ideas necesitan apoyo e inversión. Los acuerdos mundiales por el medio ambiente pueden ser una oportunidad, ofreciendo una hoja de ruta integral destinada a hacer que las regiones sean más eficientes en el uso de los recursos y más sostenible. Representa una gran oportunidad para hacer que, mediante una mejor planeación urbana y del transporte, nuestras ciudades sean más habitables y más saludables. Aprovechemos esta oportunidad y mejoremos nuestras ciudades.

email: antonio.rios@tec.mx, miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua

Por: Antonio Ríos Ramírez

Dada la pandemia de los últimos años, algunas ciudades en el mundo han rediseñado su forma de funcionar, su estructura de salud, sus cotidianidades, sus pasatiempos, sus formas de vida. Así, tenemos hoy en día nuevos modelos para que las ciudades sean más saludables. Algunos de los principales cambios que se ven son:

Las ciudades son centros de innovación y de creación de riqueza, pero también puntos críticos en contaminación del aire y ruido, efectos de la isla de calor y falta de espacios verdes, todos estos son factores que perjudican nuestra salud. También son puntos críticos para el Covid. Las ciudades son sistemas complejos que atraen a las personas por su oferta laboral, su ecosistema social, sus eventos y sus oportunidades. También se caracterizan por un estrecho contacto personal y marcadas desigualdades, aspectos que se han vuelto más evidentes durante la pandemia.

Así que, ¿es hora de repensar nuestros modelos urbanos? En el siglo pasado, las ciudades parecían diseñadas para los automóviles, pero en este siglo, nuestro objetivo ¿debería ser crear ciudades para las personas? ¿Deberíamos trabajar para crear ciudades inteligentes, sostenibles, habitables, equitativas y saludables, espacios que usen soluciones basadas en la naturaleza, que tengan una economía circular y que favorezcan la movilidad activa y los espacios verdes?

Las ciudades compactas se caracterizan por una mayor densidad residencial, distancias de viaje más cortas y mayor diversidad. Emiten menos contaminantes que las ciudades con crecimiento urbano descontrolado y son más saludables debido a un uso más diverso del suelo, trayectos más cortos y oportunidades de movilidad más saludables. Hacer que las ciudades sean, por lo menos, un 30% más compactas podría evitar la pérdida de años de vida de regiones, según el tipo de ciudad.

La creación de las llamadas supermanzanas para reducir el tráfico de automóviles dentro de algunas calles de esas supermanzanas y dedicar así más espacio a las personas, los desplazamientos activos y los espacios verdes. Estas supermanzanas reducirán la contaminación del aire, los niveles de ruido y los efectos de calor y aumentarán los espacios verdes y la actividad física. Se estima que podrían prevenir muchas muertes prematuras cada año en la ciudad. Principios similares se aplican en barrios con poco tráfico. Al mismo tiempo, el modelo de la ciudad de 15 minutos, un lugar en el que el trabajo, la escuela, el ocio y otras actividades se encuentran a 15 minutos a pie de casa, acceso fácil al transporte público y activo. Reducen la contaminación del aire y los niveles de ruido, aumentan la actividad física y crean espacio para las áreas verdes.

Todos estos nuevos modelos urbanos tienen en común que invierten la pirámide de planificación del transporte para que, en lugar de priorizar los automóviles, se prioricen el transporte público, caminar o la bicicleta.

Las ciudades son sistemas complejos y para abordar sus desafíos necesitamos enfoques sistémicos y holísticos que tengan en cuenta muchos factores diferentes y circuitos de retroalimentación, y que aborden simultáneamente la sostenibilidad, la habitabilidad, la salud y la equidad. Estas ideas necesitan apoyo e inversión. Los acuerdos mundiales por el medio ambiente pueden ser una oportunidad, ofreciendo una hoja de ruta integral destinada a hacer que las regiones sean más eficientes en el uso de los recursos y más sostenible. Representa una gran oportunidad para hacer que, mediante una mejor planeación urbana y del transporte, nuestras ciudades sean más habitables y más saludables. Aprovechemos esta oportunidad y mejoremos nuestras ciudades.

email: antonio.rios@tec.mx, miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua